“Hay momentos en la vida en los que las personas debemos enfrentarnos a decisiones complejas. Dar importancia a los proyectos en los que creemos o apostar por vincular esos proyectos a nuestra propia participación en los mismos. No quiero ocultar que en las últimas semanas he vivido esta disyuntiva. Y he tomado una opción. No seré candidato a la presidencia del EBB del Partido Nacionalista Vasco, para la que fui elegido hace cuatro años. Volveré a la actividad profesional después de más de trece años de compromiso intenso con aquellas funciones que EAJ-PNV me ha encomendado: diputado al Parlamento Europeo, consejero de Industria, Comercio y Turismo del Gobierno Vasco y presidente de nuestra ejecutiva, el Euzkadi Buru Batzar”.
Así comienza la carta de despedida que, bajo el título “Apostar por el futuro”, Josu Jon Imaz ha remitido a todos los medios de comunicación. Una carta que, según la lectura que realiza un diputado catalán de Convergencia i Unió –PNV y CiU son ‘socios’ en Galeuscat-, muy amigo de Imaz, se interpreta como la de “un hombre dolido con la tensa situación que su idea de la ‘transversalidad’ en política ha originado en Euskadi, enfrentándose a los parámetros soberanistas de Egibar y de Ibarretxe".
La carta de renuncia se conoció sobre las 16.30 horas de este miércoles y cayó como una bomba en el Congreso de los Diputados, en el que en esos momentos finalizaba la ronda de preguntas de control al presidente del Gobierno. La noticia era desconocida por todos los diputados, incluyendo los del PNV, tanto que el portavoz Josu Erkoreka y la diputada Margarita Uría –a ambos se les asocia con el sector de Imaz- palidecieron: no tenían ni remota idea. Tampoco lo sabía Emilio Olabarría, que necesitó un tiempo para “metabolizar” lo que estaba pasando, según reflexionó él mismo. Los peneuvistas rehuyeron a la prensa, sobre todo porque no tenían ni idea de qué decir, y se precipitaron a sus despachos para recabar información.
Pero la decisión tampoco era conocida por el Gobierno. Precisamente, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, protagonizó un curioso episodio en los pasillos del Congreso de los Diputados. Hablaba con el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, sobre este tema y se le pudo oír decir: “¡Vaya, a todo amigo que tenemos se lo follan!”.
Resquicios entre Urkullu e Imaz
La dimisión de Imaz se ha producido inmediatamente después de que los dos sectores enfrentados en el proceso asambleario que sigue el PNV pactaran la Ponencia Política. Un pacto que debería restañar las heridas abiertas por el enfrentamiento entre Imaz e Ibarretxe a cuenta del ‘plan soberanista’ del lehendakari y de su compromiso de convocar un referéndum en el País Vasco.
El enfrentamiento se hizo especialmente tenso en el pasado mes de julio, cuando Imaz publicó un artículo muy polémico el pasado 15 de julio en Deia en el que defendía la tesis del ‘transversalismo’ –y la postura contraria, por tanto, al referéndum propugnado por Ibarretxe- frente a la más soberanista defendida por el sector representado por Joseba Egibar y la propia Lehendakaritza.
Desde ese 15 de julio hasta ahora, en el PNV, sometido a su proceso asambleario, saltaron más que chispas: chirriaron todos los engranajes. Durante el verano las espadas estuvieron en alto, pero, mientras el bloque de Egibar –detrás del que se mueve la sombra de Arzalluz- algo estaba ocurriendo en el bloque que apoya a Imaz: Iñigo Urkullu –la persona que realmente tiene el mayor poder cohesionador en ese grupo- comenzaba un proceso de alejamiento de las posiciones de Imaz.
Imaz empezaba a cansarse e, incluso, en un encuentro mantenido en Sabin Etxea entre Imaz, alguno de sus asesores y diputados de CiU, Imaz llegó a reconocer que estaba ‘cansado’ y que cabía la posibilidad de su retirada política ‘presionado por la familia’. Ésta es la versión que ha podido recabar Diariocrítico en fuentes conocedoras del encuentro, pero, después del mismo, Imaz recobró energías y publicó su artículo en Deia que significaba, según lectura del sector de Egibar a Diariocrítico, una declaración de guerra política a las posiciones maximalistas de Ibarretxe y una huída hacia delante respecto a su propia reelección como presidente del Euskadi Buru Batzar (EBB) del PNV.
Imaz tira la toalla
Agosto paralizó un tanto el proceso asambleario peneuvista, pero en los primeros días de septiembre se revitalizaron los contactos para intentar llegar a un acuerdo entre los sectores enfrentados: Egibar y Urkullu. Parecía que el acuerdo era posible tras el consenso alcanzado hace dos días en la Ponencia Política para la Asamblea del PNV que, aunque ‘sólo hilvanado con grandes puntadas’ podía recoger ambas dos posiciones, aunque la realidad es que en esa ponencia no aparece ni una sola referencia a ‘transversalización política’ y se escora más a las posiciones soberanistas por las que parece que se va a mover el PNV.
Otro punto que se ha abordado en la última semana es el futuro del propio Imaz y de la Presidencia del EBB. Según ha sabido Diariocrítico de fuentes solventes, el sector de Egibar apoyaría la reelección de Imaz siempre y cuando éste acatara dos condiciones, las cuales se han revelado extremadamente duras y que –junto al pacto para una Ponencia Política conjunta- habrían motivado este tirar la toalla de Imaz: la primera, que al lehendakari no se le toca y sus compromisos son ‘sagrados’ en Euskadi; simplemente se cumple la palabra dada. La segunda, que Imaz seguiría al frente del EBB pero en una Presidencia ‘disminuida’, o, lo que es lo mismo, que la dirección del partido estaría ocupada al 50 % por ambos sectores y que la Presidencia del EBB perdería funciones en una especie de ‘consejo de notables’.
Si Imaz aceptaba esas condiciones, el sector de Egibar –recordemos que fue su oponente en la anterior Asamblea que ganó Imaz por un solo voto de diferencia- apoyaría la candidatura de Imaz. Pero las condiciones eran tan duras que, efectivamente, Imaz ha decidido tirar la toalla con una carta remitida a todos los medios de comunicación.
¿Un pacto entre Egibar y Urkullu?
¿Era conocida la decisión de Imaz? No por los diputados nacionales del PNV, no por el Gobierno del Estado ni por el Partido Socialista, no por el Partido Popular ni tampoco por los ‘socios’ de CiU en Galeuscat; es decir, por CiU. Y eso que Imaz estuvo, un día antes, en Barcelona participando en la Diada del brazo del líder convergente Artur Mas.
¿Qué habría ocurrido para adoptar un a decisión a lo que se ve tan definitiva como precipitada? Según han relatado a Diariocrítico fuentes nacionalistas dignas de crédito, en las últimas horas se habría llegado a un pacto –o a un principio de acuerdo- entre los auténticos actores de esta crisis: Joseba Egibar e Iñigo Urkullu.
El pacto, de creer a estas fuentes, incluiría los siguientes términos: Imaz se retira de la reelección a la Presidencia del EBB; Egibar no presentaría batalla por el cargo y apoyaría la candidatura de Iñigo Urkullu; se pacta la Ponencia Política en términos no tan duros en ‘soberanismo’, pero desde luego nada de ‘transversalismos’ y al lehendakari no se le toca: se respetan sus compromisos –referéndum en Euskadi- y no se cuestiona su figura ni, probablemente, su candidatura a la reelección en las elecciones de 2009.
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