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Muy duro, tras recibir el Premio a la Convivencia de la Fundación Miguel Ángel Blanco

Aznar asegura que ETA 'ha tenido suerte' y acusa al Gobierno de ZP de 'traidor', 'mentiroso' y 'oportunista'

Aznar asegura que ETA "ha tenido suerte" y acusa al Gobierno de ZP de 'traidor', 'mentiroso' y 'oportunista'

El presidente de FAES, José María Aznar, manifestó este jueves en Bilbao, cuando se cumplen diez años del asesinato de edil del PP de Ermua Miguel Angel Blanco a manos de ETA, que "no es de recibo a estas alturas buscar la unidad de los partidos en torno a un supuesto pacto de mínimos" que, según dijo, es "una suma de generalidades entre las que, con seguridad, querrá mantenerse vigente la posibilidad de una negociación con la banda terrorista, que ésta podrá abrir y cerrar a su antojo y en función de su conveniencia". Por ello, reclamó una unidad en la lucha antiterrorista "real, ambiciosa en sus objetivos y no condicionada por aquellos que nunca han querido avanzar".

 Aznar hizo estas manifestaciones durante su discurso tras recibir en un abarrotado Palacio Euskalduna de Bilbao el X Premio a la Convivencia otorgado por la Fundación Miguel Ángel Blanco por su "firmeza política y convicción ideológica frente al terrorismo y, en especial, por no haber cedido a la presión terrorista cuando ETA chantajeó a la democracia española utilizando como moneda de cambio la vida del concejal Blanco".

   En su alocución, que estuvo salpicada de recuerdos hacia el edil asesinado hace una década y de mensajes de apoyo a sus familiares y compañeros de partido en el País Vasco, el ex presidente del Gobierno destacó que dejar abierta la posibilidad a negociar con la banda terrorista "sería el error de contumacia más grave e inexcusable que podría cometerse".

   "Con ETA no hay final dialogado. ETA lo sabe muy bien y lo deja claro. Hace falta ahora que se convenzan los que han creído que cuando ETA pone sus condiciones, escribe para consumo interno", afirmó.

Abierta a negociación

   Según aseveró, "la realidad es que ETA siempre tendrá una posibilidad de sobrevivir si se mantiene abierta la puerta a una negociación que, como hemos visto, significa aceptar que los terroristas se sienten a negociar no el futuro, sino la destrucción de nuestro marco constitucional y estatutario. Es decir, la destrucción de nuestras libertades".

   Aznar recordó las jornadas posteriores al asesinato de Miguel Angel Blanco para señalar que "aquellos días, la banda terrorista supo que podía ser derrotada". "La reacción ciudadana fue la expresión auténtica del pluralismo de la sociedad vasca. No se podía soportar por más tiempo la complicidad que hacía posibles crímenes como el que acabábamos de vivir", indicó.

   Sin embargo, lamentó que la banda terrorista "ha tenido suerte", porque "cada vez que ha sido empujada al borde de su derrota, han aparecido para rescatarla de ese destino una legión de oportunistas muy escasos de escrúpulos, siempre pensando que podrían sacar algo que les beneficiara impidiendo que esa derrota se consumara".

   Según explicó, aquel Espíritu de Ermua "que llenó de esperanza los corazones de millones de ciudadanos, ha sido traicionado dos veces consecutivas: La primera vez en el Pacto de Estella, en 1998 y la segunda poco después de ser firmado el Pacto por las Libertades y el Terrorismo, en que uno de los dos partidos firmantes empezó a negociar en secreto con representantes de la banda terrorista y de su brazo político".

"Cálculo oportunista"

   En este sentido, denunció que "de nuevo, ETA ha visto cómo se abría una vía para escapar a su derrota en virtud de un cálculo oportunista y falso, pero no de un partido que se define a sí mismo como extraconstitucional, sino del propio Gobierno de la Nación".

   Tras acusar al Gobierno Zapatero de ocultar el proceso de negociación política con la banda terrorista "que se estaba iniciando cuando se firmaba el Pacto por la Libertades", denunció que "se ha puesto sobre la mesa el futuro institucional del País Vasco y Navarra teniendo como interlocutores políticos, no a una sino a dos organizaciones terroristas, ETA y Batasuna".

   Asimismo, culpó al Ejecutivo por "mentir a todos y con reiteración: A los ciudadanos, a las víctimas, al partido del que reclamaban apoyo, a los medios de comunicación, al Parlamento Europeo y al Congreso de los Diputados".

   Por ello, apuntó que "reclamar la verdad y exigir la verdad, no es ninguna exageración de un líder de la oposición deseoso de poner en dificultades al Gobierno, sino una interpelación cívica y democrática, imprescindible en un régimen que no es de súbditos, sino de ciudadanos". "Levantar la voz en la sede de la soberanía nacional para exigirle al Gobierno la verdad, es la forma más noble y más justa que conozco de cumplir con el deber de un representante ciudadano", insistió.

Determinación del Estado

   De cara al futuro, señaló que ETA va a seguir "poniendo a prueba" la determinación de las instituciones del Estado para hacerle frente, desde la posición alcanzada gracias al "desmantelamiento del Pacto por las libertades y la neutralización de buena parte de los medios del Estado de Derecho para combatir toda su estructura criminal".

   Para el presidente de la FAES, el Gobierno y su partido "vuelven a equivocar sus prioridades". "No es el silencio en lo que deben refugiarse, sino en la verdad y en la recuperación de una auténtica política antiterrorista que no deje en ETA duda alguna de que el objetivo vuelve a ser su derrota", agregó.

   En su opinión, "lo que ocupa las energías del Gobierno no es cómo recuperar la unidad activa en la lucha contra el terrorismo, sino cómo se oculta un fracaso y se eluden las explicaciones exigibles", por lo que dijo que la credibilidad que el Gobierno debe "ganar en la articulación de una política antiterrorista eficaz, exige la reparación de las graves fisuras que se han producido en los instrumentos del Estado de Derecho".

   "No es posible recuperar las posiciones frente a ETA si se impide al Tribunal Supremo pronunciarse sobre la legalidad del partido Acción Nacionalista Vasca", aseguró, para añadir que "la acción creíble y eficaz contra el terrorismo de ETA exige actuar sobre los pistoleros, pero requiere también impulsar la actuación del Estado de Derecho sobre todo su entramado de organizaciones que se encuentran en trance de reconstrucción".

Acto de homenaje  

   El acto organizado por la Fundación Miguel Angel Blanco comenzó a las siete de la tarde con la llegada entre fuertes aplausos a un abarrotado Palacio Euskalduna, de José María Aznar, quien iba acompañado del secretario general del PP, Angel Acebes, el responsable de Libertades Públicas del PP, Ignacio Astarloa, los dirigentes del PP vasco Carmelo Barrio y Antonio Basagoiti. También estaban los padres de Miguel Angel Blanco, Miguel Blanco y Consuelo Garrido, y Mari Mar Blanco, hermana del edil asesinado hace diez años y presidenta de la fundación que lleva su nombre.

   En el acto, en el que intervinieron responsables de la fundación y se proyectó un vídeo recordando a Miguel Angel Blanco, tomó la palabra el secretario general de los populares vascos, Carmelo Barrio, quien arremetió contra el Ejecutivo socialista y le acusó de "ceder al chantaje" para proseguir la negociación.

   "El Gobierno de España nos dejó solos. Allí abandonó una vez más Zapatero el Espíritu de Ermua. ¿Porqué un gobierno abandona a sus víctimas? porque ha decidido seguir negociando. No cree en la derrota de ETA. Confía en esa negociación y ésa es su triste y lamentable apuesta", denunció.

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