Debe ser como una especie de saga que se vertebra en las noticias que vende determinada agencia. Seguramente, es culpa de un defecto de exigencia (tal vez a becarios), pero eso no obsta para que la clientela se queje, más que nada, porque no queda eximida de este derecho, pues paga. Sobre todo porque la cobertura que debe dar una agencia de información debe ser fiable al 100 por cien para los usuarios. Sí, es verdad, éste debe ser un compromiso adicional, que es más venial en otros medios porque, al fin y al cabo, éstos pagarán más directamente en forma de descenso de receptores sus equivocaciones. Pero para ello se constituyó una agencia como tal: para ser fuente de fiabilidad total. El preámbulo, y la anécdota relacionada con el apellido 'Martí' del titular, vienen porque determinada empresa de estas características lleva en poco tiempo dos fallos garrafales con el susodicho apellido. Y, encima, relacionado con personajes que son inconfundibles. Hace algún tiempo, la firma en cuestión llegó a rebautizar al mítico ministro del Interior Rodolfo Martín Villa como Martí Vila. Este martes, ha rebautizado al también mítico autor de novela negra Andreu Martín como Martí, y encima en el titular. También sea dicho, la noticia con el apellido equivocado aparecía a las 19.44 horas. A las 21.24, ya era Andreu Martín. Pero en esas casi tres horas la confusión puede haber provocado más de un traspié en quien confía en la solvencia de la susodicha agencia (que, en los últimos tiempos, acumula más de un gazapo, todo sea dicho).
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