Cuando las cosas no se planifican bien, suelen salir mal. Es lo que le ha pasado al diario ‘La Voz de la Calle’, ostentosamente anunciado por su editor y propietario, Teodulfo Lagunero, como un diario -en papel- “de izquierdas” y que vendría a llenar un hueco en este espectro ideológico. Pero, al final, ‘La Voz de la Calle’, que ya tenía incluso su ‘staff’ -los veteranos Lorenzo Contreras y Rodrigo Vázquez de Prada al frente-, no ha salido “por problemas económicos”, explican medios próximos a Lagunero, que fue el hombre que, a mediados de los setenta, trajo clandestinamente a España al entonces ilegal secretario del Partido Comunista Santiago Carrillo. La aparición, prevista para el pasado 1 de abril, ha quedado en nada, y una ‘voz de la izquierda’ ha quedado silenciada antes siquiera de haber dado su primer grito.
¿Qué planificación económica se había hecho para que el diario ni siquiera llegase a aparecer? ¿Cuál era el plan de negocios? Lo cierto es que una expectativa más ha quedado frustrada por una deficiente gestión -por llamarlo de algún modo- empresarial. No se puede jugar con los medios de comunicación como si fuesen trenes eléctricos.
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