Utilizaban 'muleros' para transportar cocaína por distintas rutas a través de Lisboa, Ámsterdam, Atenas, Madrid y Barcelona hasta llegar a su destino

   Agentes de la Policía Nacional, pertenecientes al Grupo de Estupefacientes de la Comisaría Local de Motril (Granada), han procedido a la desarticulación de una red traficantes de sustancias estupefacientes con la detención de veinte personas de distintas nacionalidades. A todas ellas se les imputa la introducción de la droga en España y su posterior distribución en el territorio nacional y en otros países de Europa.    La operación, denominada 'Gurú', comenzó a gestarse a principios del mes de noviembre al detectarse en el aeropuerto de Madrid-Barajas la llegada de una mujer que provenía de Brasil y portaba un kilogramo de cocaína en su organismo. Dos personas, de origen africano, fueron arrestadas como responsables de la recogida y traslado del estupefaciente a Almería.    El transcurso de las gestiones en la investigación reveló la existencia de una organización liderada por ciudadanos de origen centroafricano, e integrada  igualmente por ciudadanos de origen centroeuropeo, encargados de actuar como captadores de 'muleros' (personas encargadas de transportar la sustancia estupefacientes en el interior de su organismo) o como transportistas, labores que generalmente realizaban personas de origen español, ha informado la Policía.    La red criminal tenía su base en el poniente almeriense, concretamente en las localidades de Roquetas de Mar y El Ejido, además de contar con una pequeña infraestructura local que les facilitaba los movimientos de sus componentes y desde donde iniciaban sus viajes y recepción de mercancías para su posterior redistribución para el resto del territorio nacional y países europeos.    Desde allí centralizaban la captación, y posterior envió y recepción de "muleros", a los lugares de "carga" de cocaína, --generalmente países sudamericanos como Argentina, Bolivia, Perú y Brasil--, así como a los lugares de destino de la sustancia estupefaciente del resto de Europa, habiéndose acreditado el envío de cocaína a Noruega, Dinamarca, Holanda, Republica Checa, Alemania, Francia e Italia.    La red de Almería estaba dirigida por una trama que se encontraba en la capital de España y desde donde se planificaban todas las operaciones del grupo y cubrían las necesidades básicas de los transportistas y muleros en cada uno de sus viajes, infraestructura de cierta complejidad financiera.    Asimismo se obtuvieron indicios que apuntaban a que la organización tenía contactos para introducir en territorio nacional heroína o mezcla (heroína-cocaína) procedentes de Pakistán o India, así como utilizar otras vías de introducción de Cocaína a través del continente africano, en concreto a través de Uganda. Dichas organizaciones intentarían introducir estas drogas en España por diversos métodos.    Algunas de las operaciones de aprovisionamiento de sustancias estupefacientes y posterior introducción de las mismas en territorio nacional pudieron ser abortadas y fueron dando lugar a diferentes aprehensiones de sustancias estupefacientes y a la detención de los implicados en dichas operaciones de tráfico de drogas. Actuaciones que se desarrollaron en los aeropuertos de Madrid-Barajas, en Alicante, o en localidades como Iznalloz (Granada), Murcia, y Roquetas de Mar. ROQUETAS DE MAR, LA FASE FINAL DE LA INVESTIGACIÓN    La detención de uno de los "transportistas o correos" principales de la organización criminal  y el hallazgo de las sustancias estupefacientes que portaba en distintos enseres y en el interior de su organismo, llevó a la detención del resto de integrantes que conformaban el grupo, así como a la realización de hasta tres registros domiciliarios, donde se hallaron las evidencias que confirmaron las hipótesis de trabajo evaluadas durante la investigación.    La investigación reveló el alto índice de pureza de la sustancia intervenida que osciló entre el 70 por ciento y el 86 por ciento.    Los detenidos, un total de veinte a lo largo de la investigación, fueron trasladados a dependencias policiales y puestos a disposición de la Autoridad Judicial competente, que ordenó el ingreso en prisión de todos, a excepción de una mujer por cuestiones de salud.