Última entrega de la saga

Análisis de videojuegos: 'Halo: Reach'

Quienes ya han tomado los mandos en Halo saben de sobra que ésta misión no tendrá éxito. Inevitablemente Reach -uno de los planetas más importantes de la UNSC- caerá en manos del Covenant, por eso lo importante en esta ocasión no es el qué, sino el cómo.

Contra el destino luchará el Equipo Noble, formado por Spartan -la misma especie de Jefe Maestro- el jugador será Noble-6, un recién llegado al equipo cuya

personalidad se irá descubriendo a medida que avanza la aventura.

Respecto a las otras entregas de Halo, hay cosas que, como es normal son muy parecidas. Es el ejemplo de armas, enemigos o ciertos escenarios. Tampoco podía cambiar uno de los puntos claves de la saga, es decir, la libertad para hacer frente a los combates. El usuario puede decidir si prefiere ataques directos, ser más discreto o entrar a saco en el campo de batalla montado en un vehículo.

Para avanzar en la historia y tener éxito en nuestras misiones contamos con los extras para la armadura que nos darán capacidades especiales. Así, dispondremos sprint, bloqueo de armadura, holograma o la mochila voladora -'jetpack'-. Además, la visión nocturna nos facilitará las cosas en los escenarios más oscuros y tenebrosos.

En cuanto a la dificultad de los combates, hay que decir que, por un lado son más complicados, pues aumenta el número de enemigos en las escaramuzas; pero por otro, son más asequibles, pues no es lo mismo luchar con un equipo de humanos al lado que con un equipo de Spartans.

Los enfrentamientos se desarrollan en todo tipo de entornos: campo abierto, edificios abandonados, en el mismo cielo... Y cómo no, en ellos se pueden aprovechar los distintos vehículos que vamos encontrando.

Para los que el modo campaña ya no les aporta nada, Halo Reach ofrece múltiples

opciones: modo tiroteo, todos contra todos, luchas por equipos o un modo oleadas son alguno de los ejemplos. Tanto los modos nuevos como los ya conocidos, disponen de muy variadas opciones de configuración que aportan matices a cada partida.

Mención especial merecen los efectos y la banda sonora que Martin O’Donell y Michael Salvatori han realizado para el juego. La música se adapta a la situación en la que nos encontramos.

Halo se ha despedido de sus seguidores con una entrega que para muchos es la mejor de las cuatro y, sobre todo, después de un ODST que no terminó de convencer a todos.