Blanco y su política 'social' de viviendas

Es curioso que haya pasado realmente desapercibido el rechazo del Gobierno del PSOE -al que se presupone de ‘izquierdas’ y con ‘sensibilidad social’- a una iniciativa de CiU presentada hace unos días en el Congreso en la que solicitaba cambios en la Ley Hipotecaria para que quede satisfecha la deuda pendiente con el banco cuando éste embargue una casa. Ahora, no solo la entidad se queda con la vivienda, sino que sigue reclamando al desafortunado comprador que se ha quedado en paro o no puede afrontar las letras de la hipoteca, el resto del préstamo que le adelantó con sus consiguientes intereses para el pago del inmueble, lo que ha llevado a muchísimas familias en plena crisis a la ruina total dado ya que, de no saldar la deuda, el banco puede embargarles también cuentas y otros bienes . España es uno de los pocos países en donde se permite esta esperpéntica situación.

Pues bien, el flamante ministro de Fomento, José Blanco, se mostró únicamente "abierto a avaluar " algunas de las propuestas de CiU, pero remarcó que "bajo ningún concepto" estaba dispuesto a estudiar, "ni mucho menos aplicar", esta idea porque dio a entender que sería un desastre para nuestro sistema financiero. El Gobierno a lo más que va a llegar es a "estudiar" -es decir, dejar en el olvido- algunas modificaciones en la ley para "perfeccionar" la regulación hipotecaria y "limitar" algunos "efectos sociales" , como por ejemplo, que el impago de la deuda no alcance a los demás bienes del patrimonio del deudor aunque sin contemplar que la entrega de la vivienda permita saldar la deuda hipotecaria. Según datos oficiales, solo en 2010 hubo más de 118.000 desahucios por impago de las créditos hipotecarios.

El Gobierno, además, ha dejado en el olvido a miles de cooperativistas que se han encontrado sin viviendas después de varios años pagando religiosamente las cuotas para tener derecho a un piso y los créditos a las Cajas de Ahorros. Algunos de los afectados han denunciado reiteradamente que después de depositar “los ahorros de toda una vida”, las cooperativas les exigen nuevos pagos no pactados al inicio del contrato, mientras ven como se pasan los plazos comprometidos para la entrega de las viviendas sin que las cooperativas asuman responsabilidad alguna. Estos colectivos caen luego en la cuenta de que carecen del seguro que obliga a estas cooperativas a garantizar que las cantidades que han entregado por anticipado para la financiación de la vivienda se les devolverán en caso de que el proyecto se interrumpa. Esto significa que la sociedad cooperativa debe facilitar al socio un aval bancario sobre las cantidades entregadas a cuenta por anticipado, algo que no todas lo hacen. Que tome nota Blanco.

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