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A falta de escuchar a los opositores ERC, SI y C's

El PSC recuerda su condición de segunda fuerza a un PP con el que coincide en españolidad

El PSC recuerda su condición de segunda fuerza a un PP con el que coincide en españolidad

Joan Herrera huye de las tesis sociales de Mas pero se muestra colaborador con las nacionales

El PSC ha marcado perfil ante CiU -y ha mandado un mensaje implícito al PP-destacando que sin contar con ellos "no hay consenso" posible entre la oposición y el gobierno. Lo ha dicho el presidente del grupo socialista y conseller (de Política Territorial y Obras Públicas) en funciones, Joaquim Nadal, en su intervención en el primer pleno de investidura de Artur Mas como presidente de la Generalitat, poco después de que el líder convergente tendiese la mano a la oposición para alcanzar acuerdos en los grandes temas. Pero lo que, de verdad, parece haber asustado a Nadal, a tenor de su terror a la "segunda transición" de Mas es que ésta se traduzca en un camino hacia la independencia. El mismo miedo que, posteriormente, ha atenazado a la representante de los populares, Alícia Sánchez-Camacho. Los perfiles empiezan a dibujarse y se demuestra bien a las claras lo que sabían los catalanes: que PSC -vaya, PSOE- y PP comparten afición a la hora de valorar sus horrores favoritos: aquéllos que ellos entienden que se asocian a la independencia de Cataluña y que querrían ver cercenados -impasible el ademán- aunque la voluntad mayoritaria de los ciudadanos se expresara en sentido contrario.

Joaquim Nadal ha indicado que Mas se presenta ante la ciudadanía vacío de propuestas, y ha reivindicado el catalanismo que desde siempre ha caracterizado a los socialistas catalanes. El presidente del PSC en el Parlament, Joaquim Nadal, ha expresado su recelo ante la "segunda transición" de Cataluña de la que ha hablado este lunes Artur Mas (CiU), ante la posibilidad de que suponga una "independencia a plazos".

"¿Transición hacia dónde? ¿El modelo de transición que ustedes plantean es un camino hacia la independencia a plazos?", ha proclamado Nadal en el debate de investidura de Mas como presidente de la Generalitat.

Nadal ha asegurado que lo que CiU ofrece realmente a los catalanes es "un calendario debidamente calculado" para que, tras las elecciones generales previstas para 2012, tenga las manos libres para decidir con quién pacta. Como si ello -por otra parte- deba ser intrínsecamente criticado. En un último caso, forma parte de la legítima estrategia política, y, aún más, debe aplaudirse si se traduce en la defensa de los legítimos intereses catalanes. Sobre estos pactos, Nadal ha advertido de que, según su punto de vista, CiU no tendrá presente a Cataluña, sino sus intereses partidistas.

El PSC ha intentado marcar perfil ante CiU destacando que, sin contar con ellos, "no hay consenso" posible entre la oposición y el gobierno. Así, Nadal ha ofrecido a CiU "consenso en los grandes temas de país y para cuestiones de larga duración", y ha indicado que este ofrecimiento del PSC se mantendrá aunque los socialistas catalanes acaben votando 'no' en la investidura de Mas.

El conseller en funciones ha instado al futuro presidente a convocar una cumbre sobre la crisis -algo que propuso en campaña el candidato del PSC José Montilla-, una propuesta que Mas ha aceptado en su turno de réplica, aunque ni uno ni otro han concretado el formato de esa cumbre.

Pese a tenderle la mano, Nadal ha certificado que Mas se presenta ante la ciudadanía vacío de propuestas, y ha reivindicado el supuesto -el lector avizor o el que esté leyendo esta crónica entenderá esta apostilla justo después del adjetivo- catalanismo que desde siempre ha caracterizado a los socialistas catalanes.

Asimismo, ha reprochado a CiU que no puede garantizar el gobierno "fuerte" que prometía en campaña para dar seguridad a la ciudadanos en la salida de la crisis porque está a seis escaños de la mayoría absoluta.

Así las cosas, Nadal ha advertido a Mas de que el PSC quiere ser más "alternativa que oposición", y ha sentenciado que, con modestia pero con ambición, los socialistas dejan Govern con el objetivo de volver.

El aún conseller ha lamentado que la intervención de Mas ha carecido por completo de propuestas concretas, convirtiendo su discurso en "más ambigüedades calculadas que respuestas claras; más abstracción que concreción; más vaguedades que propuestas; más intangibles que programa".

Aún así, el futuro presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha tendido la mano para lograr avances en el autogobierno catalán que hagan posible la "segunda transición" que ha defendido en su primer debate de investidura.

Porque "la segunda transición debe estar inspirada en el derecho a decidir", un derecho que, según CiU, en esta legislatura debe enfocarse en lograr el concierto económico y no la independencia.

En su turno de réplica al presidente del grupo socialista, Joaquim Nadal, le ha pedido que el PSC apoye en el Parlament una propuesta consensuada para que los partidos catalanes vayan a Madrid a reclamar conjuntamente que Cataluña administre su propios recursos.

"Vayamos a Madrid a luchar por esta cuestión -el concierto-. Hay una hoja de ruta muy clara que soy consciente de que es dificilísima, pero que vale la pena intentarla. No fracturaremos la sociedad catalana" por reclamar el concierto, ha asegurado a los socialistas.

Asimismo, Mas ha dicho que colaborará en consolidar el Estado de Bienestar catalán, un pilar de la sociedad que considera que el tripartito no ha desarrollado en exclusiva, sino que los gobiernos de Jordi Pujol ayudaron a construirlo.

"No nos cargaremos el Estado del Bienestar", ha sentenciado Mas, que ha lamentado que el PSC se esfuerce en presentar a CiU como un derecha pura, dura y neoliberal, cuando, a su juicio, la federación ha sido clave para la consolidación de las políticas sociales en Cataluñla.

"Les pido que nos movamos, como Cataluña, como conjunto del pueblo de Cataluña: que reaccionemos", ha asegurado Mas, en su réplica a Nadal.

Mas ha recordado que cuando el ex presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, anunció que reformaría el Estatut, CiU les apoyó tanto en el Parlament como en el Congreso, por lo que ahora ha pedido a los socialistas la misma actitud.

El futuro presidente catalán ha señalado que en la pasada legislatura, CiU y el PSC han pactado muchas cosas, entre ellas, han suscrito los pactos nacionales de Innovación e Inmigración, y leyes como la de Servicios Sociales y la del Área Metropolitana.

Mas ha resaltado que otra prueba más de la entente CiU-PSC es el apoyo de la federación nacionalista a la Ley de Educación de Cataluña (LEC), que se aprobó la pasada legislatura con los votos del PSC, CiU y ERC y con la oposición de uno de los socios del tripartito, ICV-EUiA, en algunos de los artículos.

Ante los reproches de Nadal de que CiU contribuirá a desmantelar la administración catalana, el futuro presidente de la Generalitat ha dicho que nada está más lejos de la realidad. "Nosotros no debilitaremos ni la administración ni los servicios públicos", ha proclamado Mas, quien ha expresado que lo que quiere CiU es que se gaste menos y mejor.

Ante las críticas del nuevo número uno socialista de no tener socios permanentes a lo largo de la legislatura, el dirigente nacionalista ha recordado que los socialistas gobiernan en minoría en el Ayuntamiento de Barcelona y también optan por la 'geometría variable' en Madrid.

Lucha contra la corrupción

Artur Mas ha asegurado, también, que está dispuesto a "reforzar todos los mecanismos internos de la administración" para garantizar la absoluta transparencia de los poderes públicos y la ausencia de corruptelas.

El futuro presidente de la Generalitat ha recordado que su partido no vio con buenos ojos la creación de la Oficina Antifraude, aunque luego ha admitido: "No nos dedicaremos a desmontar lo que puede ser visto como un ente que puede ayudar a que haya más transparencia".

Mas desnuda a Sánchez-Camacho

En pelota políticamente picada ha dejado Artur Mas a quien ya (también) se designa como 'lideresa' pepera, Alícia Sánchez-Camacho. Por toda la escuadra le ha colado el gol a la hora de descubrir que toda lucha por la igualdad lingüística de su formación se basa en el menosprecio al catalán.

Hablaba en su turno expositor la presidenta de los populares que viven en Cataluña y defendía que no se deben imponer multas lingüísticas. Artur Mas se ha mostrado de acuerdo con la moción pero le ha recordado -no sin antes instarla, claramente, a definir el marco en el que valen las restricciones- que hay más de trescientas vías de sanción a quien no hace gala del españolismo impreso. Ante tal evidencia, Sánchez-Camacho se ha quedado al descubierto: hay que sancionar a quien no se muestre en castellano -a vagas cuestiones de salud, ha aludido- pero no debe hacerse lo mismo ante cualquier discriminación positiva del catalán. Retratada ha quedado, vamos (o, de hecho, no).

Claro que ha habido más, todo sea dicho, aunque siempre con el mismo norte de destino fijado en el rumbo. Porque la presidenta del PP de Cataluña ha reclamado este lunes al líder de CiU que no lleve a Cataluña de nuevo hacia "debates estériles" con su propuesta de iniciar una etapa de transición nacional basada en el derecho a decidir.

Durante su intervención en el debate de investidura en el Parlament, ha sostenido que la apuesta de Mas por el derecho a decidir provocaría "una fractura social" en Cataluña, por lo que ha pedido al futuro presidente de la Generalitat que se centre en la crisis.

Sánchez-Camacho ha interrogado a Mas sobre el sentido de la reforma de la Ley de Consultas que ha planteado este lunes por la mañana, y ha cuestionado si el objetivo de CiU es posibilitar un referéndum sobre la independencia de Cataluña sin el aval del Estado.

La dirigente popular ha avisado a Mas de que el PP no le facilitará la investidura si aboga por la independencia, y le ha emplazado a comprometerse a adecuar las leyes catalanas al Estatut resultante de la sentencia del Tribunal Constitucional.

Desde las filas del PP se ha insistido en las últimas semanas en subrayar que no iban a facilitar la investidura de Mas si no aparcaba de sus prioridades el concierto económico y las reivindicaciones identitarias, algo que por el momento el líder de CiU no ha hecho.

Sánchez-Camacho ha sugerido que los populares podrían haber facilitado la investidura de Mas presidente en primera ronda si su discurso se hubiese terminado en el séptimo punto, obviando el último capítulo de su intervención destinado a los "retos nacionales" de Cataluña.

La hipocresía del pragmatismo económico

Mas y Sánchez-Camacho sí han tenido coincidencias en economía. Ambas formaciones han recetado una reducción tributaria y la supresión del impuesto de sucesiones, así como una reducción de la Administración y del gasto público, que Camacho ha cifrado en 1.900 millones de euros. Pero los populares, que intentan vender el discurso del pragmatismo por delante de cualquier otra opción, han demostrado que, en el fondo también muestran un discurso hipócrita en la cuestión. Nunca aplicarán la praxis directa porque, en el fondo, saben que su discurso vive de las ensoñaciones españolistas -que, si por algo se han distinguido en la historia ha sido por eso, por ser imaginarios imperiales inexistentes- que anidan en el imaginario de sus votantes.

Aún así, Sánchez-Camacho ha reiterado una de sus peticiones durante la campaña electoral, y ha pedido la convocatoria inmediata de un pleno extraordinario para hablar de la crisis, así como la elaboración cuanto antes de unos presupuestos para 2011.

Alterna castellano y catalán

Como el que da primero, da dos veces -y como hombre/mujer precavido vale por dos: y pensando en la amigable competición directa con el líder de C's, Albert Rivera, que hablará hoy- la líder del PP ha mezclado el castellano y el catalán en su primera intervención en la Cámara tras su regreso al Parlament. Detalle de libertad, señala por la posibilidad; de 40 a 30 y algo más también se puede calificar si se comparan los tiempos en que una lengua mataba a la otra con los que las dos han convivido libremente -aunque todavía beneficiada la que ya lo fue contando el primer guarismo-. Y así ha emplazado al futuro Govern de CiU a dejar los impuestos en la situación previa a la última subida que hizo el tripartito. Eso sí, Sánchez-Camacho ha tenido la mano a la federación para promover juntos en las Cortes medidas que dejen sin efecto la subida del IVA realizada por el Gobierno.

Mas marca distancias

La respuesta de Mas a la 'lideresa' popular catalana se ha concretado en coincidencias con el PP en materia económica para priorizar la salida a la crisis, si bien ha dejado claras las diferencias de ambas formaciones sobre autogobierno y lengua catalana.

En su réplica a la líder del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho, Mas ha dado a los populares la bienvenida a la cumbre económica que impulsará con el resto de partidos, porque "no se podrá decir que se ha levantado a Cataluña si no se consigue reducir el paro a la mitad en los próximos cuatro años".

Tras destacar que éste debe ser un "objetivo de país", ha subrayado que lo primero que deberá saber es el estado real de las finanzas de la Generalitat para poder pronunciarse sobre los presupuestos de la Generalitat para 2011.

"¿Creen que el presupuesto de 2011 puede ser tan alto como el de 2010? Cuando sepamos las cuentas sabremos si lo podemos asumir o no, y entonces les llamaremos y se lo explicaremos. Espero entonces de ustedes actitudes de gobierno", ha reclamado.

Ambas formaciones coinciden en su voluntad de potenciar el Institut Català de Finances (ICF), en reformar el Servei d'Ocupació de Cataluña (SOC) y en la moderación fiscal para reducir de forma progresiva los recientes incrementos de impuestos y para eliminar el impuesto de Sucesiones con el objetivo de que los catalanes no estén "discriminados" respecto a otros territorios del Estado. Mas también ha pedido a la líder popular que le envíe su plan de ahorro de 1.200 millones -a vista de pájaro, parecía tener cierto interés, hay que resaltarlo- para estudiarlo.

Fiscalidad

Posteriormente, Artur Mas ha llamado de nuevo al PP -en un nuevo brete para quienes en Euskadi y Navarra defienden un modelo que ni el franquismo no pudo romper pero que, como por la misma legislación no se implantaba, por ejemplo, en Cataluña, no parecen creer que sea extensible- a secundar su propuesta de pacto fiscal en la línea del concierto económico para este país, alegando que no entiende su negativa teniendo en cuenta que sí lo defienden en Euskadi y Navarra.

Por eso, Artur Mas les ha recordado que "si algún territorio de España tiene derechos históricos para recaudar su propios impuestos es Cataluña", quien, además, ha constatado que si el PP Y el PSC se sumaran a esta reivindicación tendrían mucha más fuerza en Madrid.

Inmigración y educación

Sobre inmigración, ha admitido que en algunas cuestiones no están "tan lejos", pero le ha reprochado que su partido y el PSOE practicaron 'puertas abiertas' cuando gobernaron en España.

Las diferencias con el PP han quedado reflejadas cuando Mas ha hablado la Ley de Educación de Cataluña (LEC), y les ha instado a respetar las normativas aprobadas con una amplia mayoría en el Parlament.

También ha criticado el posicionamiento de los populares sobre las multas lingüísticas del catalán, alegando que si abogan por su supresión, también deberían apostar por la eliminación de las normas estatales que castigan por no utilizar el castellano.

"En España hay más de 300 regulaciones, normas y decretos que suponen todo tipo de sanciones si no se utiliza el castellano. ¿Nos las cargamos todas?", ha preguntado.

Además, Artur Mas ha insistido en su voluntad de modificar la Ley de Consultas para no depender de la autorización del Estado para hacer referéndums.

También ha emplazado al PP a aceptar que la gran mayoría de catalanes se identifican con que Cataluña es una nación, y ha opinado que sería bueno que los ordenamientos jurídicos se adaptaran "a esta voluntad popular manifestada durante años".

A Sánchez-Camacho, una política -por otra parte, de indiscutible fuste-, le ha sucedido otro que tal, Joan Herrera. Opuestos en ideología pero diríase que parejos en 'tics: la una, ya lo hemos dicho, por sus cambios idiomáticos que sugieren forzamiento para encandilar, y conservar, a la parroquia; el otro, con la misma finalidad, con su tendencia a impregnar de impostación dogmática la pose de su discurso. Y, además, debiendo aplicarlo en los instantes posteriores a una prórroga señalada por la presidenta del Parlament, Núria de Gispert, en los que le ha visto bromear -sobre todo- con el líder de ERC, Joan Puigcercós, pero también con quien, a pocos segundos, sería objeto de sus pullas, Artur Mas.

Y ha sido así como el líder del grupo de ICV-EUiA, Joan Herrera, ha efectuado un discurso en el cuál ha marcado distancias sociales con el programa de Artur Mas si bien ha mostrado una cierta proximidad -"si no nos hacemos trampas al solitario"- con sus tesis nacionales.

Negativos antes del discurso

Joan Herrera, en definitiva, le ha dejado claro a Artur Mas que su formación no puede votar afirmativamente a la investidura de éste, sobre todo a partir de escuchar el discurso del candidato. Que le ha sacado los colores recordándole que, sin mediar el parlamento de este lunes, la formación ecosocialista ya había manifestado el sentido negativo de su voto.

El líder ecosocialista también ha pedido a Mas un Govern con "sensibilidad social", y ha criticado su intención de eliminar el impuesto de Sucesiones -le ha pedido que lo posponga-, que afecta sobre todo a las grandes fortunas, mientras pretende aparcar las políticas sociales hasta superar la crisis.

Por otra parte, ha mostrado su apoyo al líder convergente para el "avance nacional" de Cataluña, aunque se ha mostrado escéptico antes las posibilidades del pacto fiscal que propone Mas alegando que lo tumbarían en el Congreso o en el Tribunal Constitucional (TC).

Herrera también ha reclamado al futuro presidente de la Generalitat que "aparque sus silencios", en alusión indirecta a la presunta financiación irregular de CDC a través del Palau de la Música, y luche de forma clara y contundente contra la corrupción.

En su primera intervención en el Parlament tras ejercer de portavoz en el Congreso durante los últimos seis años, el nuevo cabeza visible de ICV le ha pedido a Mas que impulse una administración con "paredes de vidrio" y con una mayor transparencia. En este sentido, ha propuesto una ponencia conjunta en el Parlament para articular medidas contra la corrupción e impulsar una legislatura con transparencia.

Para el ecosocialista, un cambio en la forma de hacer política es esencial para salir de la crisis, y ha abogado por que se sepa cómo y con quién se relacionan los lobbies, sin satanizar a nadie pero sabiendo que se defienden intereses, "también los de las concesionarias de autopistas", ha añadido en referencia al apoyo de CiU para el rescate de las concesionarias de autopistas.

La réplica del candidato

Partiendo de este último punto, en su turno de réplica, Mas ha reprochado a Herrera que le acuse de no hablar de corrupción cuando, durante la comisión de investigación parlamentaria sobre el caso Palau, pidió acudir a ella y los grupos rechazaron su comparecencia. Sea como sea, "haré todo lo que pueda para que el futuro Govern luzca por su transparencia y por su honestidad", ha sentenciado Mas. Que ha reprochado a Herrera que pida sensibilidad social cuando el tripartito deja Catalunya con un 17% de parados, y ha lamentado la insistencia de los ecosocialistas en reflejar a CiU como un partido antisocial cuando ICV-EUiA ha tenido "amplísimas responsabilidades" en el Govern y ha dejado el número de parados en más de 600.000.

También le ha dejado claro el convergente al ecosocialista que el futuro Gobierno catalán derogará las limitaciones viarias de los 80 kilómetros por hora "porque podemos coincidir plenamente en el objetivo de reducir la siniestralidad", ha dicho, pero no en el absurdo "de limitar la velocidad cuando la vía está despejada. Por la noche o a ciertas horas del día".

Y este martes, más frente a Mas

Emociones sorpresivamente fuertes promete este martes en el Parlament de Cataluña. La caída del sol no verá a un nuevo presidente de la Generalitat pero sí, tal vez, un incremento en la gradación del debate. Habla este 21 de diciembre el presidente de ERC, Joan Puigcercós, primero: no van por aquí los tiros. Dejando al margen al grupo parlamentario de CiU (poco incendiario, ya lo aseguramos), también dirá -y cerrará turnos opositores- 'esta boca es mía', el líder de Ciudadanos, Albert Rivera. Tampoco apuntamos a la chispa, si no consideramos, como tal, algunos lugares comunes ya vistos, por cierto. Pero también se escuchará el verbo de Joan Laporta por parte de SI. De momento, y desde sus exiguos cuatro escaños mixtos, esta formación política parece intuir que el ruido puede beneficiar a su estrategia. Y así, fueron los primeros en dejar clara su condición clave para dar el 'sí' a Mas -la proclamación de independencia en esta legislatura: y el 'no' si no se cumplía-. Y han sido pioneros en intentar una acción ejecutiva en esta Cámara de nuevo cuño, como ha sido la apuesta por impedir el debate de investidura alegando el incumplimiento de plazo de tiempo de formación de grupos parlamentarios. Por tanto, atentos a su discurso. O, dicho de otra manera, '¡al loro!'.

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