Ha sido una de las ‘victorias’ más pírricas de la historia: por sólo 169 votos a favor frente a 168 en contra y 13 abstenciones -CiU, CC y UPN- Rodríguez Zapatero ha conseguido convalidar el Real Decreto 8/2010 que supone el recorte social más grande y grave de la democracia española: el que congela la pensión a viudas y jubilados y rebaja el sueldo a todos los funcionarios. La tensión se ha mantenido hasta el último minuto, pendientes todas las miradas de si el Grupo Parlamentario mantenía la disciplina de voto -la abstención, exigida por el propio Duran i Lleida- o se rompía en dos y algunos de sus 10 diputados votaban en contra del ‘decretazo’ del Gobierno. Pese a las presiones de Convergencia -su dirección votó por 18 a 3 en contra de apoyar el decretazo- y de los SMS que circularon durante todo el miércoles y la mañana de este jueves en los móviles de los diputados catalanes, la disciplina se mantuvo y CiU permitió la más amarga de las victorias a Zapatero.
Victoria pírrica, sí, pero con que anticipa un final anunciado. Este jueves se conocía que Zapatero llamó un día antes urgentemente a Durán y con voz desolada le pedía árnica: le habló de patriotismo, de lo mala que es esta crisis, de lo que supondría para los mercados el que el Gobierno perdiera la votación del ‘decretazo’, de que se caerían las bolsas, de que iríamos a peor.
Durán tragó saliva, pero comprometió su apoyo, compromiso que CiU ha mantenido hasta el final adoptando una posición abstencionista, pero no sin antes realizar una tan dura intervención en el Pleno que no deja lugar a dudas: “El problema es usted: se acabó su etapa como presidente de Gobierno”, le dijo a la cara Durán a Zapatero; le reiteró después: “Esto ya no se aguanta más: su etapa como presidente está finiquitada”, y le marcó, por fin, el calendario electoral: no convoque elecciones ahora, pero cuando ‘haga los deberes’ -reforma laboral, del sistema financiero y nuevos recortes necesarios- “es la hora de que convoque elecciones, que es lo que espera y necesita este país”.
La ‘razón’ de Estado es la que esgrimió Durán para pelearse con su socio de CDC y salvar in extremis a Zapatero y su decretazo. La ‘razón de Estado’ que se resume en esta frase: “Todo el mundo sabe qué pasaría si el Gobierno, aunque sólo sea con sus votos, no sacara adelante este decreto-ley: caerían las bolsas, se hundiría el mercado”.
Pero que Zapatero se ha convertido en un problema para España se lo han dicho este jueves todos los grupos parlamentarios: desde Mariano Rajoy, que ha sido durísimo en su intervención, pero que no consiguió que Zapatero diera la cara –dejó todo el debate a su ‘tercera’ en el mando, la vicepresidenta Elena Salgado-, hasta los también abstencionistas Ana Oramas, de Coalición Canaria, y Carlos Salvador de UPN.
En su intervención, Oramas alegó al patriotismo para justificar su abstención, no sin antes decirle que “fue usted quien nos metió en esta situación. Por eso no le vamos a apoyar” (votar a favor, quiere decir). Salvador fue aún más lejos y le acusó de algo peor: “La llamada del presidente norteamericano [Obama, urgiendo a ZP a que hiciera el decretazo] supone un antes y un después en la independencia en España”, para añadirle que “son ustedes los mayores responsables de acercarnos, por su irresponsabilidad, a una situación límite”.
‘Váyase, señor Zapatero, váyase’
Si sus ‘socios’ -aunque con la abstención- le salvaron de la quema en su ‘decretazo’, Zapatero ha tenido que oír de todo, especialmente en la intervención de Mariano Rajoy, que ni siquiera se dirigió a la vicepresidenta Salgado, que fue quien llevó por el Gobierno el peso del debate, sino que se encaró directamente con un Zapatero que no se atrevió a salir a la tribuna del Congreso para rebatirle. Este gesto sería comentado por Rajoy en los pasillos llegando a proclamar: “¡Pero… si no se ha atrevido siquiera a salir! Al menos, que tenga un poco de gallardía”.
“Reducción del déficit, sí; pero no haciéndolo caer sobre las capas más desfavorecidas de la sociedad”, le había dicho Rajoy minutos antes desde la tribuna, para pegarle donde más le duele a Zapatero: llamándole ‘mentiroso sabiendo que miente’ y preguntándole retóricamente y con gran ironía: “¿Cómo era aquello de que los españoles nos merecemos un Gobierno que no nos mienta?”. Para añadirle otra punzada de las que no se olvidan: “¿De verdad que no había 1.500 millones de euros para recortar en los Presupuestos más que quitárselos a los pensionistas?”. Como Durán, Rajoy también se lo dijo de forma muy clara: “El presidente del Gobierno ha logrado convertirse en el principal problema de la economía española”, lo que inhabilita para pedir apoyo para su ‘decretazo’, porque “lo presenta una persona en la que no creemos y que es el peor lastre para la economía española”.
Lo mismo, o parecido, poco más o menos que le dirigieron a Zapatero el resto de los grupos: desde la izquierda real de este país y antiguos ‘socios’ del Gobierno –ERC, IU-ICV, BNG, UPyD o Nafarroa Bai- hasta los nacionalistas vascos, cuya ejecutiva decidió un día atrás votar en contra del ‘decretazo’.
Rosa Díez, por ejemplo, fue al respecto muy explícita: “Ustedes nos han llevado a la quiebra política”, le dijo, “y estamos en una situación de emergencia nacional”. En ese momento, Zapatero abandonó el escaño y dejó de escucharla, por lo que la diputada de UPyD, rápida de reflejos, finalizó de forma apoteósica su intervención: “Señores vicepresidentes: pásenle el mensaje al ausente, al presidente del Gobierno, y díganle que, por patriotismo, que convoque elecciones generales”.
Y en esa misma línea, el nacionalista vasco Pedro Azpiazu no se quedó corto al anunciar el 'no' del PNV al decretazo: "Nos encontramos con una economía maltrecha, gravemente herida, y con un Presidente cuyo liderazgo está seriamente en entredicho".
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Los pasillos bullían
Más que lo se decía en el Pleno, los pasillos del Congreso bullían de efervescencia. Políticos de todos los grupos buscaban la complicidad de la prensa: desde Rajoy, que formó un gran corro a su alrededor, hasta el ministro de Fomento, José Blanco, que con clara indignación relataba en otro corrillo que “la derecha va a dar otra lección de antipatriotismo como dio cuando no respaldó la entrada de España en la OTAN”, que eso no lo entenderá el mercado ni el sector financiero ni Europa y que “algún día lo pagará”.
Otros, como los de CiU, reconocían que, efectivamente, que dentro de su propio grupo había tensiones internas, que Convergencia, el partido de Artur Mas, presionaba a Unió, la fuerza de Durán, a votar en contra, pero que había una ‘razón de Estado’ para la abstención -esa abstención es la que salvó a Zapatero y su decretazo-: “Las empresas no lo entenderían”.
Desolado estaba Gaspar Llamazares por la situación en la que se encuentra el país: no quiere elecciones anticipadas -“afortunadamente”, dijo a Diariocrítico, “quien tiene las llaves es el presidente del Gobierno y no el señor Durán”-, pero la que “se avecina” es tan gorda, que le “huele” que vamos camino de una huelga general.
Hubo alguna que otra anécdota épica, como la protagonizada por el diputado popular por Ceuta Francisco Antonio González, que, con una grave enfermedad, acudió a votar en este decisivo debate.
Al final, como decimos, el ‘decretazo’ se aprobó exclusivamente por los 169 votos socialistas, sumados a las 13 abstenciones (CC, UPN y CiU, única formación que no había desvelado su postura), valieron más que los 168 votos en contra del resto de las fuerzas políticas (PP, PNV, ERC, IU-ICV, BNG, NaBai y UPyD).
Zapatero da las gracias a CiU, CC y UPN por su abstención
Con un gesto todavía contraído por la tensión pero intentando esbozar una leve sonrisa, Zapatero salía del hemiciclo y se enfrentaba a una auténtica avalancha de cámaras y de periodistas que le apretujaron y se apretujaban para escuchar sus primeras impresiones después de haber salvado por un solo voto el 'decretazo'.
Ante tanta expectación, el presidente no pudo por menos que responder brevemente a algunas preguntas. "Era lo previsto", dijo, en referencia a lo ajustado de la votación. Luego dio las gracias a los grupos que han facilitado con su abstención la aprobación de las medidas. El presidente reconoció que había sido una tarea "difícil y complicada", pero enseguida añadió que ahora en lo que se va a centrar el Gobierno es " en trabajar para sacar adelante las medidas que vengan".
- Vea el discurso íntegro de Rajoy (pdf)
- Vea el discurso íntegro de Durán i Lleida (pdf)
- Vea el discurso íntegro de Gaspar Llamazares (pdf)
- Vea el discurso íntegro del pneuvista Pedro Azpiazu (pdf)
Las frases más destacadas:
- Mariano Rajoy: "Este Real Decreto lo presenta quien es el mayor lastre para la economía española"
- Duran i Lleida: "Esto ya no se aguanta más: su etapa como presidente está finiquitada"
- Uxue Barkos: "Hay otra manera de hacer las cosas, hay otra manera de reducir el déficit"
- Carlos Salvador: "La llamada de Obama supone un antes y un después en la independencia de España"
- Rosa Díez: "Señores vicepresidentes, pásenle el mensaje de que por patriotismo convoque elecciones"
- Ana Oramas: "Señor presidente, no le vamos a apoyar"
- Francisco Jorquera: "Se han plegado ustedes a los planteamientos de la derecha"
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Todos los grupos parlamentarios criticaron las medidas y pidieron el fin de la 'era Zapatero'
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