La sucursal atacada se encuentra en la intersección entre las calles Villafranca y San Cristóbal. El Cuerpo Nacional de Policía, que instruye las diligencias, realiza gestiones para averiguar el paradero de los autores.
La Delegación del Gobierno mostró su "rotunda condena" de este hecho y expresó su solidaridad con la entidad bancaria atacada. Y consideró que este acto de violencia callejera es "tan antidemocrático e incívico como estéril a los efectos de amedrentar y coaccionar a instituciones y agentes económicos, sociales y políticos".
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