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Supone "un hito" para la ciudad

Santander lidera propuestas sobre cambio climático en zonas costeras UE y será piloto para sus soluciones

Santander lidera propuestas sobre cambio climático en zonas costeras UE y será piloto para sus soluciones


Santander presentará un novedoso informe sobre los efectos del cambio climático en zonas costeras de la Unión Europea del que saldrá una batería de recomendaciones concretas para que apliquen los ayuntamientos comunitarios, y será una de las ocho ciudades 'piloto' para analizar la metodología, poner en práctica soluciones y realizar una evaluación de futuro de los efectos del cambio climático.
Así lo anunciaron este lunes en rueda de prensa el alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, y el catedrático del Instituto de Hidráulica Ambiental de Cantabria, Íñigo Losada, quienes destacaron la "importante" presencia política e investigadora de la ciudad, que se convertirá en "un referente" a nivel europeo en lucha contra el cambio climático.

   El primer "hito", según explicó el alcalde, es la presentación, en diciembre, de un informe preliminar del Ayuntamiento de Santander y la Universidad de Cantabria (UC), en el marco del Consejo de Poderes Locales y Regionales -donde se presentarán otros tres sobre cambio climático en general, transporte y montaña-, relativo a cómo afecta el cambio climático a las ciudades costeras. Posteriormente, en marzo de 2010, se incorporarán al mismo la conclusiones de su debate y será aprobado en octubre de ese año.

   La principal novedad del documento es que no centra la problemática del cambio climático en el aumento del nivel del mar sino que introduce fenómenos asociados a las modificaciones del oleaje. Además, plantea posibles líneas a seguir en materia de adaptación y mitigación del cambio climático.

   Entrando en la ponencia, De la Serna explicó que desde 1961 hasta 2003 se ha incrementado el nivel del mar una media de 1,8 milímetros al año, pero de 1993 a 2003 el incremento ha sido superior a la media, con 3,1 milímetros al año. La previsión para el siglo XX era un incremento global de 17 centímetros y para el XXI, de 59 centímetros, que podrían llegar a los 80 o al metro en función del deshielo del Ártico. Además, la semana pasada se hizo público que el 75 por ciento de las causas del incremento son atribuibles a acciones humanas y sólo el 25 por ciento a efectos naturales.

   A ello se une que en las ciudades costeras se asienta el 50 por ciento de la población general, lo que en Europa supone 70 millones de personas, y cada vez tienen mayor dimensionamiento y por tanto, mayor vulnerabilidad, indicó el alcalde.

   Aunque la UE pretendía que el estudio se centrara en los efectos del aumento del nivel del mar sobre las zonas costeras, la ponencia incorpora otros adicionales, el meteorológico, asociado a viento y presión atmosférica, y la modificación de la altura del oleaje y la dirección del mismo. Así, De la Serna subrayó que Santander, en los tres últimos años, ha "batido récords" de altura de olas y ha vivido muchos "efectos extremos" de altura y modificación del oleaje.

   Una de las líneas de trabajo del documento se centra en las políticas dirigidas a la prevención para evitar el efecto invernadero, en las que ya están trabajando las entidades locales "pero no con los efectos deseados". En este sentido, recordó que Santander, dentro del Pacto de Alcaldes, adquirió el compromiso de reducir un 20 por ciento la emisión de CO2 en 2020, y avanzó que el "primer hito" será en febrero de 2010, cuando se presente el primer registro y un plan de adaptación para cubrir objetivos.

   Otra línea de trabajo es la adaptación y mitigación del cambio climático, donde hay estrategias a corto, medio y largo plazo, que incluyen políticas de adaptación y reubicación de infraestructuras en zonas de vulnerabilidad. Según De la Serna, lo "más complejo" son las obras de protección de espacios.

Ciudad piloto

Pero además, según informó Losada, la UC, junto con la Universidad de Bolonia, será máxima responsable del proyecto Teseus, en el que participan 31 socios de la UE y de más países de fuera de ella, como Estados Unidos, Rusia o China, para la elaboración de modelos que se puedan utilizar en Europa después de 2015 "para ver cuáles son las tecnologías más adecuadas para hacer frente a los problemas que introduce el cambio climático".

   Este proyecto pluridisciplinar, que comenzará en Venecia dentro de dos semanas, es el único europeo para diseño de nuevas infraestructuras de defensa de la costa frente a efectos del cambio climático. Tendrá una duración de 48 meses y un presupuesto de siete millones de euros.

   Lo "singular" es que Santander será una de las ocho ciudades "piloto" de la UE para analizar la metodología, poner en práctica soluciones y evaluar las diferentes aproximaciones para el futuro.

   En este sentido, Losada destacó la "importancia" de que más de 250 investigadores de todo el mundo centren sus esfuerzos en entender cómo se va a comportar Santander de cara al futuro; y que sean capaces de plantear diferentes soluciones innovadoras al problema, desde la restauración de sistemas naturales "que tiene capacidad per se de dar protección a la costa", hasta la búsqueda de otras alternativas basadas en infraestructuras, "o retirarnos o adaptarnos de alguna manera".

Caso de Santander

Losada apuntó que, en el caso de Santander, todos los efectos del cambio climático, como erosión o impacto sobre infraestructuras, se deben tener "muy en cuenta", y explicó que estos efectos se dejarán sentir especialmente en inundaciones y posibles daños a infraestructuras.

   "Estamos viendo una intensificación de este tipo de eventos en nuestras zonas de playas, en muchas infraestructuras, debido al aumento del nivel del mar pero también a que están cambiando el clima y el oleaje", señaló. Estos hechos, dijo, ponen a la ciudad, de cara al futuro, en una situación "compleja", sobre todo porque muchas infraestructuras se han diseñado para un clima marítimo "que no es el que estamos teniendo ni el que vamos a tener en el futuro".

   Ello implica una política de adaptación que comience por estudiar la capacidad de las infraestructuras de adaptarse a las nuevas condiciones climáticas. Por ello, dentro del proyecto Teseus, en colaboración con el Ayuntamiento y la Consejería de Medio Ambiente, se evaluarán las infraestructuras de saneamiento, alcantarillado, transporte, abastecimiento energético y de agua para saber "cómo pueden verse afectadas por el nuevo clima". El objetivo es saber "si hay que actuar ahora o esperar para planificar actuaciones a largo plazo", indicó.

   A nivel mundial, subrayó Losada, es necesario tener en cuenta el cambio climático en la planificación territorial, incluidos los planes generales de ordenación urbana. "Antes veíamos el cambio climático como algo lejano, pero ahora lo vemos cada vez más cercano, y en el horizonte de 20 años en el que se planifica el territorio, vemos que el clima está cambiando", apostilló

   Las zonas costeras europeas más afectadas por el cambio climático son las del Mar del Norte y el Atlántico, así como el Mediterráneo, donde aumenta el nivel del mar por los cambios en las borrascas y la situación empieza a ser "sumamente preocupante".

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