En su intervención inicial, que se desarrolló a puerta cerrada, el presidente del PP,
Mariano Rajoy, afrontó la reunión del Comité Ejecutivo Nacional advirtiendo que "no habrá una próxima vez a situaciones como las que se han producido". Según la secretaria general,
María Dolores de Cospedal, que fue la encargada de 'dar la cara' tras la reunión, Rajoy "ha dicho cosas muy claras", pero también en las 26 intervenciones que se produjeron "se ha oído ese deseo del PP de que no haya una próxima vez".
A la reunión no asistió la presidenta de Madrid,
Esperanza Aguirre, que previamente se lo había comunicado a la Dirección nacional, alegando que, dado que se iba a hablar de Manuel Cobo, quería dejar libertad para poder debatir mejor. De Cospedal se negó a comentar este desplante de la presidenta madrileña al Comité Ejecutivo Nacional, formado por más de 80 componentes.
En su
intervención inicial, Rajoy advirtió que "es inadmisible que se hagan declaraciones públicas sobre cosas internas del partido", que se incumplan las obligaciones de los estatutos del PP, o que se hagan manifestaciones contra militantes populares. Es decir, que lanzó una advertencia seria tanto a
Cobo, por hacer aparecer al PP de Madrid como si se tratara de la mafia calabresa -Cobo llegó a decir que había temido por su vida y por la de sus hijos durante todo el asunto del espionaje político-, como a Aguirre por presionar a los órganos del partido a adoptar decisiones de expulsión.
Fue en ese punto cuando Rajoy dijo que no habría una próxima vez, que no la toleraría, tal y como le había pedido previamente que se expresara el presidente fundador, Manuel Fraga. Pero ha añadido algo más: que la competencia de elaborar las listas autonómicas y municipales de capitales de provincia es el Comité Electoral Nacional. Una advertencia en toda regla a Aguirre, pero también a
Alberto Ruiz-Gallardón, a quien se acusa ser el que empujó a Manuel Cobo para crear esta crisis en la que ha desembocado el PP de Madrid.
Para De Cospedal, no obstante, Rajoy ha sido contundente, no sólo por lo anterior, sino porque, además, mostró su enfado por el manifiesto de los alcaldes que promovió Esperanza Aguirre hace unos días para exigir sanciones al vicealcalde Manuel Cobo y porque fue respaldado -según ella- por los 26 intervenientes en el Comité. Para todos resulta "inadmisible" que existan declaraciones públicas contra compañeros del partido -Cobo contra Aguirre-, pero, también, es "inadmisible" que se presione a órganos del partido para adoptar sanciones mediante los medios de comunicación.
"Lo ocurrido es inaceptable porque lesiona nuestra imagen, estorba nuestro proyecto, indigna a los militantes, desconcierta a la opinión pública y desanima al electorado", dijo Rajoy ante la plana mayor del partido, según fuentes oficiales del PP. También anunció que planteará a la sociedad un gran pacto contra la corrupción.
"Estoy muy satisfecha; se ha visto una gran unidad en el partido", dijo De Cospedal en su intervención ante la prensa, recalcando que las 26 intervenciones registradas se han referido a que "haya un punto final" y no se vuelvan a reproducir acontecimientos como en las últimas fechas: "Que no se debe admitir ni una más y, además, hay una gran unidad".
Cobo, la ira de Gallardón contra Aguirre
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Muy esperadas eran las intervenciones del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, y de su vicealcalde y brazo ejecutor, Manuel Cobo, en el ojo del huracán. Ruiz-Gallardón tomó la palabra para expresar su respaldo a Cobo, quien previamente había hecho un durísimo alegato contra la ausente presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.
Durante su intervención, el vicealcalde de Madrid llegó a sacar a colación el caso del espionaje a cargos del PP madrileño e incluso llegó a utilizar el recurso fácil de la lagrimita, afirmando que había llegado a tener miedo por él mismo y por sus hijos. Es decir, que insinuaba que Aguirre y su equipo actuaban como la mafia calabresa, sin ir más lejos.
No obstante, según De Cospedal, "el señor Cobo ha dicho que ese tipo de actuaciones no las debería haber hecho y que se sometería al Comité Nacional de Derechos y Garantías del partido". ¿Será cesado Cobo? ¿Qué sanciones se producirán? En este asunto no quiso entrar la secretaria general, alegando que "el comité de garantías es independiente y a él le corresponde decidir".
Después de Cobo, el auténtico 'cerebro' de la operación contra Aguirre, Alberto Ruiz-Gallardón, tomó la palabra para respaldar a brazo ejecutor en todas aquellas expresiones que Cobo utilizó hace una semana en el diario de Prisa: que era "de vómito" lo que el entorno de Aguirre le estaba haciendo a Rodrigo Rato para presidir Caja Madrid y otras lindezas similares.
Aguirre, la "víctima"
Hasta la propia, presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, quiso intervenir en la polémica, aunque eso sí, sin estar presente en la reunión. Aguirre lamentó que a ella "como agredida y víctima" de las declaraciones del vicealcalde de la capital, Manuel Cobo, se la coloque "al mismo nivel que al agresor" y consideró "muy lamentable" la equidistancia entre los agresores y las víctimas.
"Da la impresión de que la agredida, que soy yo, la víctima, se coloca al mismo nivel del agresor. A mí la equidistancia entre los agresores y las víctimas me parece realmente muy lamentable", sentenció Aguirre tras visitar un centro deportivo en Leganés.
Frases para una crisis
Otras frases de dirigentes populares, tanto a la entrada a la reunión como en el transcurso de la misma, han sido las siguientes:
Francisco Camps, presidente de la Generalitat Valenciana: "El PP "está preparado y en disposición de darle la vuelta al electorado".
Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta de Galicia: "Ésta va a ser una muy buena semana para el Partido Popular. Empezó ayer, seguirá hoy y continuará durante toda la semana. Y eso nos permitirá centrarnos en lo que nos están pidiendo los ciudadanos, centrarnos en los problemas, generar ilusión y presentar una alternativa. Así se ganan las elecciones".
Soraya Sáenz de Santamaría, portavoz del PP en el Congreso: "Hay muchísima gente en el PP que está trabajando y va a seguir haciéndolo con las mismas ganas y la misma ilusión".
Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid: “Mi ausencia [del Comité Ejecutivo Nacional] les permitirá hablar con más libertad y más tranquilidad del caso Cobo”.
Lucía Figar, presidenta del PP de Chamartín y consejera de Educación: "Es incomprensible que se quiera plantear a Madrid como un problema del PP. No cuela… El PP está unido y funciona como un reloj".
Federico Trillo, coordinador de Justicia y Libertades Públicas del PP: "Espero que el Comité Ejecutivo relance al PP en un momento en el que los españoles esperan una alternativa de Gobierno que sólo con el PP de Rajoy puede funcionar".
Ramón Luis Valcárcel, presidente de la Región de Murcia: "Espero que se esté a la altura de las circunstancias".
Francisco Granados, secretario general del PP de Madrid: “Manuel Cobo ha provocado la división en el partido, no la Caja”.
José Manuel Soria, presidente del PP canario y vicepresidente del Gobierno regional: "Del liderazgo de Rajoy no he tenido ninguna duda en ningún momento. Estaba y está muy consolidado".
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