Subirán hasta las 'chuches'

   La frase de Mariano Rajoy forma parte del gran mitin que el PP dispuso y llevó a cabo en Dos Hermanas, lleno con los viajeros de 500 autobuses llegados de toda España. 540, dice la cronista de La Vanguardia. "Un gesto en Andalucía que significa que vamos a por todas", como explicó Javier Arenas. O como indicó Cristóbal Montoro, otro de los intervinientes, "este velódromo nunca más será de los socialistas. Aquí está la marca imparable del cambio". Eso sí, ni una palabra de la "caja B" de la Gurtel en sus tratos con el PP valenciano.

   Pero sí muchas menciones y alusiones a la subida de impuestos que el sábado anunció el Gobierno de Zapatero. Dijo Rajoy que no es cierto que Zapatero apoye a los desfavorecidos. Y acusó al presidente de hacer pagar a todos sus chapuzas con la subida de impuestos. El líder del PP presentó a su adversario como "soberbio, sectario y mentiroso". Rajoy ve la subida de impuestos perjudicial, innecesaria y profundamente insolidaria. Aseguró Montoro que los socialistas han metido la mano en la caja de todos. Y cargó contra el presidente por arruinar España...

   En resumidas cuentas, que el PP mostró su fuerza, y su indudable euforia y ganas de recuperar el poder de la Moncloa, apoyándose, en esta ocasión, contra la subida fiscal y en un feudo socialista como en Sevilla, llenando un velódromo en el inicio de su campaña contra los presupuestos. Y en línea con el PP, ataca también la CEOE de Díaz Ferrán, que proclama que la subida de impuestos es mala para la economía y no va a servir para recaudar más. Estos presupuestos no son para salir de la crisis y al final de 2010 vamos a estar mal. Y añade: en el mundo empresarial hay una enorme desconfianza hacia Zapatero. Con una recomendación que no pasará inadvertida en boca del "superpatrono": Rajoy es una persona muy equilibrada que no representa a la derecha cavernícola. Ciertamente, su antecesor Cuevas nunca habría llegado tan lejos.

   Definitivamente, el PP ha encontrado el procedimiento para hacer olvidar la Trama Gurtel y combatir las filtraciones que sitúan en difícil situación a su filial valenciana: se llama ataque a los propósitos del Gobierno de elevar impuestos. Y al contrario, José Blanco se apresura a proclamar que los impuestos que recaudará el Estado "no van a ninguna caja B". En efecto, el ataque a los nuevos impuestos que se anuncian es un argumento en el que el PP halla muchos apoyos, en este comienzo del debate presupuestario en el Congreso. Los socialistas darán comienzo en las próximas horas a sus propias explicaciones de la razón de ser de esta elevación impositiva. A José Blanco, una vez más, le ha correspondido ser el primer defensor de los planes y propósitos del Gobierno.

   Tras él han intervenido Leire Pajín, Celestino Corbacho... Varias de las voces socialistas insisten en que la subida impositiva del IVA no afectará al consumo. Blanco argumenta que Rajoy quiere poner al Estado a dieta y en total desnutrición. Insiste Blanco en que el aumento cargará sobre quienes más tienen. Pajín llama a los militantes a salir con la cabeza bien alta y pide a los socialistas que salgan a la calle para explicar la subida. Corbacho descarta que la subida de los impuestos indirectos vaya a contraer el consumo.

   José Antonio Alonso, pese a todo, confía en sumar apoyos con una actitud generosa. El portavoz socialista en el Congreso confía en poder llegar a una negociación del proyecto presupuestario con todos los grupos. Con todos..., salvo con el PP y CiU, que ya han explicado su propósito de excluirse de cualquier acuerdo, y de oponerse radicalmente al proyecto. Los restantes partidos, en su mayor parte, también han acogido con escaso entusiasmo el anuncio de subida del IVA, pero cabe alguna negociación, sobre todo con la izquierda parlamentaria, según ha expresado la vicepresidenta Elena Salgado. Pero todo está aún por hacer...