Cristina Danés afirma que es "inexorable" impulsar "definitivamente" la depuración de aguas en pequeños municipios

La nueva presidenta de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), Cristina Danés, ha afirmado que "inexorablemente" hay que abordar la depuración de aguas residuales urbanas en los pequeños municipios tanto por la calidad de los ecosistemas como por obligación que impone la Unión Europea.

Danés se ha expresado así tras el acto de toma de posesión al frente de la CHD que ha presidido la delegada del Gobierno, Virginia Barcones.

En este marco, ha asegurado que "hay que impulsar definitivamente ya" la depuración de las aguas residuales urbanas porque hay que cumplir una directiva europea por la que España ya ha recibido una primera sanción.

Precisamente en su discurso ha señalado que el informe sobre el Plan Hidrológico recoge que se ha ejecutado cerca del 30 por ciento de la inversión prevista para realizar el programa de medidas establecido y "queda por tanto camino que recorrer" pero ha apuntado que es relevante este "retraso en las medidas de saneamiento y depuración".

Así, ha señalado que hay que impulsar la construcción de depuradoras en los municipios de más de 2.000 habitantes y también empezar a abordar el problema de los más pequeños, una política que hay que hacer "inexorablemente" porque "influye totalmente en la calidad de los ecosistemas, de los ríos" y porque está "la espada de Damocles" de la Unión Europea.

En cuanto a obras hidráulicas como las de las presas, ha explicado que en el caso de Castrovido, en Burgos, se va a intentar "hacer todo lo posible" para empezar a "taponar" con la idea de empezar a "llenar" antes de que termine el año, pero ha aclarado que aún se tardará por las obras auxiliares que quedan por hacer.

Por otro lado, se espera iniciar las obras en los dos pequeños embalses del Alto Óbigo La Rial y Los Morales, que cuenta con declaración de impacto ambiental (DIA) favorable, mientras que otras dos del sistema Carrión, Cueza I y II, se encuentran en proceso inicial de declaración de impacto, tras una anterior desfavorable, y van más retrasadas porque se ha tenido que hacer un planteamiento técnico nuevo.

A lo largo de su discurso en el acto de toma de posesión, Danés se ha referido a las nuevas políticas a llevar a cabo, para las que hay que "basarse" en una gobernanza" transparente, en una participación ciudadana proactiva y en la trasmisión de la información a la sociedad de forma clara y permanente".

Efecto del cambio climático

Danés se ha referido también al cambio climático, que prevé notables incrementos de la temperatura media y que va a provocar "una recesión de las escorrentías y de la infiltración", a lo que se suma una posible disminución de las lluvias y una "variabilidad climática" que supondrá crecientes riesgos de fenómenos extremos como las sequías e inundaciones.

Por este motivo, considera que la política del agua debe buscar "reducir los impactos del cambio climático sobre la población, el medioambiente y la actividad económica", para lo que se abordarán nuevas estrategias de gestión de la demanda con el fin de garantizar el recurso tanto en calidad como en cantidad.

También se ha mostrado partidaria de "optimizar la oferta" con la gestión "de forma integrada" los recursos disponibles, tanto superficiales como subterráneos, y fuentes no convencionales como el agua regenerada.

Por otra parte, se ha referido a plantear estrategias para hacer frente a los fenómenos extremos a través, de "la gestión de las avenidas y de los riesgos de inundación y de los planes de sequía", ya que el cambio climático aumenta la vulnerabilidad de poblaciones, bienes y actividades económicas expuestas a la inundación frente a las avenidas de los ríos. "Por ello ha de reducirse el riesgo coordinando la gestión del dominio público hidráulico con políticas sectoriales como son la ordenación del territorio y el urbanismo", ha explicado.

Danés ha señalado que el nuevo enfoque debe presidir las grandes líneas del plan hidrológico a la hora de conseguir alcanzar los objetivos ambientales, que persiguen evitar el deterioro adicional y llegar el buen estado de las masas de agua, a través de medidas que garanticen el recurso en calidad y cantidad, y que deben mitigar los efectos de las inundaciones".

De acuerdo con el último informe de seguimiento del vigente Plan (2016-2021) que se hizo en 2017, el 59 por ciento de las 645 masas de agua tipo río se encuentra en buen estado; de las 47 masas de agua muy modificadas tipo embalse, el 64 por ciento están en buen potencial ecológico; y de las 64 masas de agua subterránea existentes el 75 por ciento está en buen estado.

La nueva presidenta de la CHD ha señalado que, en la cuenca del Duero, "las masas de agua superficial tienen importantes afecciones de carácter hidromorfológico y fisicoquímico", presiones que "interceptan los ríos con encauzamientos, barreras transversales, o relacionadas con el uso del agua, de su extracción excesiva, o bien por una depuración de aguas residuales insuficiente".

Respecto a su estado químico, es decir el grado de contaminación por sustancias tóxicas, metales pesados o sustancias prioritarias, menos del 3 por ciento de las masas de agua superficial tienen problemas con este tipo de contaminación.

Aguas subterráneas

Por lo que respecta a las masas de aguas subterráneas el 9 por ciento se encuentran sobreexplotadas, es decir que las extracciones son superiores a los recursos renovables y que por tanto su gestión no es sostenible, y el 19 por ciento, están en mal estado químico debido a las concentraciones excesivas de nitrato y amonio procedentes de actividades agropecuarias.

Por ejemplo, en el caso del acuífero de Los Arenales, ha señalado que su estado es "peor que bueno" y hay que plantearse cómo alcanzar un estado "cuantitativo bueno" a lo que están obligados.

Asimismo, ha explicado que también hay que abordar "en menor medida" el problema de la contaminación difusa, por lo que hay que establecer una estrategia "clara" de qué hacer y ha abogado por "corresponsabilizar" a los usuarios de estos pozos, con los que pretende reunirse, y fomentar "al máximo" las mancomunidades de usuarios de aguas subterráneos, que es un beneficio tanto para ellos como para la gestión.

También se ha comprometido a "impulsar, en coordinación con el resto de administraciones implicadas, actuaciones en nuevas regulaciones, que junto con el apoyo a la modernización de regadíos, permitirán mejorar la garantía de suministro y conseguir un uso ambientalmente sostenible del agua, para lo cual el control de los caudales es imprescindible como lo es la implantación de buenas prácticas agrarias para acometer el problema de la contaminación difusa".

Por su parte, Virginia Barcones ha destacado la persona "cualificadísima" que es la nueva presidenta de la CHD, con una "amplísima experiencia" y considera que ello es importantísimo para la gestión de algo tan importante para la Comunidad como es el Duero, que "es vida y está vivo".

A este respecto, la delegada ha señalado que el Duero tiene que ser "agente activo y principal" en lucha contra la despoblación, con el debido "equilibrio y sostenibilidad", es decir, con la preservación de la calidad de las aguas pero de manera que también sea cómplice con el desarrollo agrario, ganadero, industrial y turístico. Para ello ha abogado por el "equilibrio" y el "diálogo".

A lo largo de su discurso en el acto de toma de posesión, Virginia Barcones, ha significado la importancia de la modernización de los regadíos para conseguir una "gestión inteligente del agua, para producir más con menos recursos".

En esta línea, ha recordado que este año se firmarán seis nuevos convenios con otras tantas comunidades de regantes para que entre 2020 y 2022 se vayan modernizando 12.000 nuevas hectáreas de 3.000 agricultores gracias a una inversión de 80 millones de euros.