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Las cartas del Abuelo Pascasio: los turros que nos gobiernan

Las cartas del Abuelo Pascasio: los turros que nos gobiernan

Por Manuel Suárez Suárez
lunes 01 de agosto de 2016, 10:32h

Muy querida nieta Cristina:

Te cuento que acá arriba no aflojamos un minuto en la presión hacia los que votaron para desmejorar su situación particular y cortar con una decena de años de crecimiento. A lo mejor pensás que estoy desvariando. Es evidente que estamos alejados pero aún así podemos ayudar para que vuelvas a ponerte en la cabina de mando de nuestra añorada segunda patria. Al estar jubilados nos podemos permitir ocupar el tiempo libre con estudios analíticos sobre la espiritualidad del ciudadano afectado por la enfermedad macrista.

No hay que ser un gran experto electricista o psicólogo o sociólogo para comprobar que un cable estaba cruzado en el interior del ciudadano que te odiaba a pesar de poder comer asado todos los domingos y cocinar toda la semana con aceite a precio muy razonable. Se nos ocurrió reclamar la opinión de un médico hematólogo para que nos aclare si la sangre que corre por las venas de los argentinos tiene algún componente patológico que te hace negar el progreso aunque lo estés viviendo en primera persona.

El médico del que te hablo es el genial Antonio de Parga, un buen amigo, hijo de emigrantes lucenses que laburó toda su vida en el hospital del Centro Gallego de Buenos Aires. Antonio es persona de amplia cultura. Habla y escribe en alemán, gallego e inglés con soltura pero quizás su mejor cualidad humana sea el estar dotado de un fino humor de notoria raíz galaica. Nos dijo que la enfermedad no tiene relación con la sangre porque hubo contagio en miles de descendientes de Armenia, Israel, Italia y Reino de España.

Para Antonio la explicación puede estar en las conclusiones de un estudio realizado por los psicólogos Justin Krugger y David Dunning en la universidad neoyorquina de Cornell. Nuestro compañero nos resumió el resultado del experimento de acuerdo con lo publicado en 1999 en “The Journal of Personality and Social Psychology”. Se trataba de medir las habilidades intelectuales y sociales de una serie de estudiantes a los que se les pidió que hiciesen también una auto-evaluación posterior.

Nos quedamos bastante sorprendidos. Las respuestas dividen a los estudiantes del estudio en tres grupos bien definidos: a) los más brillantes consideraban que estaban por debajo de la media; b) los mediocres estimaban estar por encima de la media; c) los menos dotados y más inútiles estaban convencidos de estar entre los mejores. Es muy curioso que de forma empírica se haya demostrado que los individuos incompetentes tienden a sobre-estimar sus propias aptitudes o habilidades.

El compañero Antonio se mostró partidario de repetir el experimento en varias universidades argentinas. A lo mejor, nunca se sabe, aquí se reduce el grupo de los turros que son los que ahora mismo están al frente del gobierno. El grupo pelotudo toma siempre decisiones incorrectas y nunca reconoce a la gente con verdadero talento. Son los que en las pasadas elecciones negaron haber progresado y trajeron a un grupo de inútiles para encargarse de los asuntos públicos.

Me despido. Antes te cuento que nuestra nieta Stella Díaz (la voz tanguera gayega de “Las del Abasto”) anda por la linda playa coruñesa de Santa Cristina. No pienses está de vacaciones. Es muy activa y comprometida con causas solidarias. Quiere ayudar a que se concrete el hermanamiento entre el partido de Avellaneda y el municipio de Oleiros. Los abuelos la apoyamos. Es una propuesta emotiva ya que el sur del Gran Buenos Aires fue el lugar de mayor concentración de emigrantes gallegos en el mundo. Recibí el cariño del abuelo fonsagradino que espera verte nuevamente en el timón de la República Argentina.

Pascasio Fernández Gómez

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