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Se sigue esquilmando el dinero del Estado

lunes 21 de marzo de 2016, 11:01h
Cada día nos despertamos con noticias de cómo se esquilma el dinero del Estado y no podemos hacer otra cosa que seguir asombrados y exclamar ¡aún más! El Tribunal de Cuentas denuncia el incumplimiento de la entrega de los justificantes de las subvenciones concedidas por el gobierno del Partido Popular a instituciones católicas, por un montante de casi un millón de euros que no ha justificado con facturas.

El Consejo de Administración de Patrimonio Nacional, dependiente del Ministerio de Presidencia, subvencionó a la abadía del Valle de los Caídos de 340.000 euros con el fin de “levantar las cargas impuestas por el fundador, atender a la finalidad social” y los gastos de 20 monjes profesos. El informe presentado por los auditores de los gastos de 2013 indica que cuando pidieron que se justificase dicha subvención, Patrimonio Nacional aportó copias de facturas que fueron compulsadas posteriormente.

Otra ayuda fue concedida a la comunidad religiosa del Monasterio del Escorial, denominada Provincia Agustiniana Matritense por un total de 663.400 euros, de los que 450.000 fueron dedicados a “acciones espirituales, culturales, científicas y de custodia”. La única justificación aportada fue una memoria donde relataba las actividades realizadas, sin aportar las facturas, incumpliendo la ley de subvenciones.

La tercera adjudicada al obispado de Plasencia (Cáceres) de 93.000 euros para que se instalase la orden de San Pablo en una parte del Monasterio de Yuste (Cáceres). En contrapartida, los religiosos se comprometen a atender el servicio de culto y realizar actividades culturales, sin detallar ninguna de ellas en el convenio.

El tribunal indica que las subvenciones con las tres congregaciones tiene como finalidad, “casi exclusivamente, el mantenimiento de las comunidades religiosas”, observándose la escasa atención al interés público. ¿Y por qué se tiene que pagar con dinero de un Estado que se considera laico? No sería más indicado que lo pagasen los católicos.

Además, ¿Cómo se sigue pagando en 2014 y 2015 estas ayudas sin que hayan presentado las facturas cuando finalizó 2013? ¿Es qué cuando se gasta el dinero público los organismos responsable miran para otro lado y después de dos años nos informan? ¿Por qué esta desidia? ¿Dónde están los políticos que deben vigilar y defender los dineros del Estado en las Cortes y en el Senado? Es muy posible, casi seguro, que dentro de un breve tiempo nadie se acuerde de esta cuestión. Pero nos seguirán diciendo que estamos en crisis y no pueden bajar el IVA de la cultura, ni la matrícula de los estudiantes universitarios, ni mejorar las prestaciones de nuestros jubilados.

Muchos españoles seguimos esperando que en este nuevo periodo, con la incorporación de políticos nuevos, que nos anuncian una sensibilidad diferente para captar otras realidades, se fijen en lo que acontece diariamente, para mejorar la situación de los ciudadanos, sus electores.
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