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La venganza de los Sith

Por Ismael Álvarez de Toledo
martes 05 de enero de 2016, 14:50h

Ahora que vuelve a ser protagonista la guerra de las galaxias, por la presentación cinematográfica del episodio VII, y manteniendo mi postura cinéfila acorde con mi faceta periodística, no puedo dejar de establecer cierto paralelismo entre lo que está sucediendo en el Partido Socialista Obrero Español y la tercera entrega de George Lucas: La Venganza de los Sith, a la sazón, los que permanecen en el lado oscuro de la fuerza.

El argumento viene a desarrollar el momento en que Pedro Sánchez toma las riendas del PSOE, sumido en una crisis tremenda tras la elecciones del 2011, que hicieron desaparecer a uno de los personajes más funestos de la saga; el inepto Zapatero. Con esa premisa, Sánchez se propone apartar a los Sith del PSM madrileño, liderados por el Conde Dooku; Tomás Gómez, y hacer borrón y cuenta nueva, con la idea de regenerar el Partido y dejar a los partidarios de Gómez y Carmona, en el lado oscuro de la fuerza. Pero como el mal siempre está alerta, tanto en la vida cotidiana como en la ficción, los Sith madrileños se han vuelto a levantar contra Sánchez, a cuenta de los malos resultados del PSOE en las pasadas elecciones, y esperan su venganza con la única esperanza de rescatar el poder de la fuerza del lado oscuro, amparados por la emperatriz; Susana Díaz.

Dejando a un lado el argumento, que puede ser valido o no, según quien lo estime, lo cierto es que las luchas intestinas que se suceden en el PSOE, desde los tiempos posteriores a Felipe González -el único que supo controlar el lado oscuro- han sido constantes, con ese tira y afloja entre madrileños, andaluces y catalanes, que parecen ser los que llevan la voz cantante en este asunto. Desde que se postuló la faraona andaluza, no ha dejado de meter baza en todas las cuestiones que se han ido abriendo en el partido, favorecida por la debilidad del Partido Socialista de Cataluña; PSC y las luchas en el Partido Socialista Madrileño; PSM, a cuenta de los casos de corrupción y el desgaste de oposición al que les ha sometido paulatinamente el Partido Popular.

No es ajeno a la opinión pública que Susana Díaz y Pedro Sánchez no se gustan, que no se tienen estima más allá de los protocolarios saludos. Y esto es así, porque cuando se convirtió en el Secretario General del Partido; Sánchez, se impuso al criterio de la líder andaluza a cuenta de los casos de corrupción y el amparo que prestaba a Chaves y Griñán, algo que no tenía cabida en una formación política renovada, que pretendía, al mismo tiempo, una regeneración total y absoluta, haciendo tabla rasa y eliminando de raíz a los Sith que habitan en el lado oscuro de la fuerza.

Es cierto que el panorama político presente no es nada halagüeño. Que el bipartidismo ha perdido fuelle por cuestiones internas como las que voy relatando, y el sucesivo alejamiento de los problemas de los ciudadanos, pero esto no es cuestión que sólo afecte al Partido Socialista, sino que es la consecuencia directa de la radicalización de la sociedad a la que se le ha pedido demasiado y se le ha ofrecido el desprecio más absoluto por parte del PPSOE.

El momento político actual requiere de altura de miras para la gobernabilidad de España. En eso estamos de acuerdo. Pero no se puede obviar la voluntad de los ciudadanos de marcar un giro a la izquierda, con pactos o sin ellos, y afrontar una legislatura llena de baches, e impedimentos, que nos lleve al retroceso en derechos y libertades, o que no sirva más que para perder cuatro años de nuestras vidas.

La sociedad española ha exigido un cambio, un cambio tremendo, si nos fijamos. Un cambio que puede acabar definitivamente con el bipartidismo, e incluso con la desaparición de las formaciones políticas tal y como las hemos observado hasta ahora. Y en ello, la actual ejecutiva federal del PSOE tiene que actuar y posicionarse con una lealtad absoluta hacia su secretario general, o enfrentarse a un desequilibrio entre la militancia y regalar lealtades a Podemos o a Ciudadanos.

La misión del lado oscuro de la fuerza -retomando el punto cinéfilo- no es la de favorecer las mejores expectativas para el gobierno de la Nación, sino la de perpetuar a los Sith en los lugares estratégicos para obtener cuotas de poder y corruptelas de todo tipo. Supongo, espero, que Pedro Sánchez y su equipo actúen en consecuencia, que pidan ayuda a los Jedi si hiciera falta, para que la venganza de los Sith no surta efecto en el PSOE, y pueda volver a ser el que era, lejos del lado oscuro.

Ismael Álvarez de Toledo

periodista y escritor

http://www.ismaelalvarezdetoledo.com

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