red.diariocritico.com

No es país para ignorantes

Por Ismael Álvarez de Toledo
lunes 23 de noviembre de 2015, 19:25h

Tras el breve paréntesis en la campaña electoral, motivado por los acontecimientos de París, toca de nuevo bajar a la realidad informativa de nuestro país y ofrecer una opinión veraz y, lo más realista posible, al conjunto de los ciudadanos en un ejercicio pleno de responsabilidad periodística, que en suma es para lo que estamos.

Las encuestas no paran de alterar el panorama político, ofreciendo distintas versiones según el medio del que se trate. Como sucede en las carreras de cualquier tipo, el pódium se lo disputan unos pocos; los favoritos de la opinión pública, según los gustos, pero para llegar a meta hay que tener detrás un gran equipo y una trayectoria limpia y clara durante todo el campeonato y, por supuesto, ofrecer los mejores resultados posibles a la afición.

No es cuestión de un servidor de ustedes inclinarse por unos u otros contendientes, entre otras cosas, porque siempre me dirijo con imparcialidad en mis actos, y también, porque hace tiempo que perdí el sentido de la ignorancia, que tanto bien hace a quien lo conserva, y ya no creo en las proclamas de nadie, ni siquiera en las de aquellos a quien destinaré mi voto el día 20 de diciembre, y que muy probablemente me hagan el mejor regalo de cumpleaños. Es por ello que conviene valorar en qué situación nos encontramos y lo importante que puede resultar para el conjunto de los ciudadanos decantarse por una opción u otra.

Lo visto, hasta ahora, es un Partido Popular que miente más que habla, que protege a los bancos y apoya con su pasividad los desahucios y las cláusulas suelo, un partido que impide que se investiguen numerosos casos de corrupción, mientras dice luchar contra ella, un partido con numerosos frentes abiertos en los juzgados, con condenados e imputados campando a sus anchas dentro de la estructura del propio partido. Un partido que lo único que tiene como cierto, en su haber, es la recuperación económica a costa de sacrificar el estado del bienestar y dilapidar la caja de la Seguridad Social, amen de otras muchas tropelías que darían para llenar miles de folios, pero que aún así, sigue contando con numerosos adeptos que viven en la ignorancia política más absoluta, porque de la ignorancia vital andan bien sobrados.

Si pretendo analizar políticamente al Partido Socialista me sobran renglones, pues con poner un ídem debajo de lo que he escrito del Partido Popular me basta, ya que parecen dos formaciones cortadas por el mismo patrón, con la única salvedad de que el PSOE aporta a estos comicios un candidato joven y con ganas de un verdadero cambio, un candidato que podría aportar sinergias nuevas, pero que vive rehén de Susana Díaz; la matriarca de los Eres de Andalucía, que gobierna con un quiero y no puedo, gracias al freno que le ponen los partidos emergentes. El Partido Socialista necesita una regeneración interna que va mucho más allá de Pedro Sánchez, necesita empezar de cero, con un planteamiento de izquierdas que no trata de impulsar, permaneciendo en el limbo ideológico mientras otras formaciones le hacen el trabajo sucio.

Precisamente de esas formaciones quiero hablar, da igual que sea Ciudadanos o Podemos, que son las únicas llamadas a dar color al abanico electoral tras el 20 de diciembre. Digo que da igual que sume votos una u otra, porque en ambos casos se presume una regeneración democrática en la vida pública. Ambos son partidos sin influencia externa y con una más que presumible decencia interna. Partidos que aúnan en sus filas mucha más esperanza que ignorancia, porque la utopía nunca es ignorante, si acaso soñadora, que es algo que tanta falta les hace a nuestros jóvenes, sobretodo a los que permanecen en las listas del paro, o a los que sueñan con volver a un país que les expulsó de casa, porque dentro los únicos recursos que había se los llevaron los políticos corruptos y sus amigotes.

Vivimos en un país de ignorantes por vocación, de revolucionarios conformistas, si es que eso puede ser, pero en España todo es posible, o como dice Alejandro Sanz, en la letra de su canción; Todo es de color.

Todo el mundo cuenta sus penas
pidiendo la comprensión
quien cuenta sus alegría
no comprende al que sufrió

De lo que pasa en el mundo
por Dios que no entiendo "na"
el cardo siempre gritando
y la flor siempre "callá"

Ismael Álvarez de Toledo

periodista y escritor

http://www.ismaelalvarezdetoledo.com

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (1)    No(0)

+
0 comentarios