Ante todo pido disculpas a mis asiduos lectores, que alguno hay, por este impasse en los artículos, pero han de comprender que uno también tiene derecho a descansar unos días y, sobre todo, a huir de esta Sevilla infernal en la que las olas de calor, que más que olas parecen por su duración mareas, y se suceden sin descanso sin darnos un respiro a quienes tenemos que soportar ininterrumpidamente esos cuarenta grados a la sombra durante semanas y semanas. Menos mal que, como afirma mi señora, gozamos de unos generosos y entrañables amigos que nos permiten, al menos, emigrar los fines de semana a la playa, ya sea a Conil o a Estepona, y gozar así de un veraneo gorrón e intermitente que nos hace mas llevadero este interminable mes de julio. No les adelanto nada para no cabrear a la parienta, pero ya les iré contando pormenorizadamente como transcurren mis vacaciones que alcanzarán su punto culminante con mi marcha a Arjona a primeros del mes de agosto.
Presentadas mis disculpas y dejando al márgen esta serpiente de verano llamada Grecia que alimenta diariamente las redacciones de los informativos y que para nosotros los españoles es un modelo ejemplarizante de lo que nos puede ocurrir si en noviembre seguimos empeñados en ser los mas progres del mundo mundial y apoyamos en las elecciones generales a los muchachos del de la coleta, dejado al márgen, repito, a Tsipras y sus referéndums inservibles, quiero centrarme hoy, aprovechando que visita Sevilla el secretario general del PSOE, Pedro “Zapatero” Sánchez para reunirse con los presidentes autonómicos de su formación, en el discurso que repite hasta la saciedad y que no es sino el mismo que ya esgrimía el nefasto Zapatero cuando se empeñó en que lo que más le importaba a los españoles era reformar la Constitución con el cuento del Estado Federal.
Y es que este muchacho no se entera. Primero, ¿a quien se le ocurre convocar una reunión de presidentes autonómicos socialistas en Sevilla en pleno mes de julio con la que está cayendo? ¿no hubiese sido mejor que los hubiese citado en Huelva, en Valencia o en Asturias? Claro que la que manda, manda, y Susana, dado su avanzado estado de buena esperanza, no está como para hacer muchos viajes. Así que todos camino de Sevilla para debatir lo del Estado Federal y para asegurarle a la presidenta andaluza que este futuro Estado no va a contemplar autonomías de dos velocidades sino un nuevo “café para todos” como la reedición de la vieja fórmula magistral que ya aplicó Manuel Clavero Arévalo a finales de los años 70. Ya verán como al final, todos los nuevos presidentene autonómicos socialistas firman una declaración de intenciones alusiva a los diversos pueblos de España que no dice absolutamente nada. Ya les digo, el estilo Pedrosanchiano es el mismo estimo zapateril pasado por la el cambio de imagen del nuevo socialismo emergente. Todo fachada, todo pura apariencia.. Como le dijo la zorra al busto después de olerolo en la fábula de Félix Maria Samaniego: “Su cabeza es hermosas, pero sin seso”
En serio, ¿alguno de ustedes cree que a los españoles lo que más le preocupa en estos momentos con una tasa de paro superior al 25 por ciento y tratando de salir de una tremenda crisis que provocó su antecesor en el cargo, es el Estado Federal o la reforma de la Constitución? A Pedro Sánchez le está ocurriendo lo mismo que al Kichi de Cádiz o a Manuela Carmena en Madrid, que como no saben qué coño hacer para cumplir las promesas que le hicieron a los ciudadanos durante la campaña electoral, como no tienen ni puta idea de como se gobierna una ciudad, se están dedicando a cambiar cuadros de sitio y a modificar nombres de calles que eso siempre es algo recurrente para el personal que los ha votado. Ya veremos lo que ocurre cuando la gente vuelva de sus vacaciones y se encuentre, por ejemplo, con una ciudad deteriorada, sucia, escasa de servicios y, eso sí, con nombre nuevos en sus avenidas alusivos a héroes revolucionarios sudamericanos o asiáticos.
Me da la impresión de que este otoño van a ser muchos los electores que se van a arrepentir de haber dado su voto a esas fuerzas emergentes que se llevaron el gato al agua en los últimos comicios municipales y autonómicos. La demagogia tiene un corto recorrido y van a bastar un par de meses de gobiernos de Podemos apoyados por el PSOE o del PSOE apoyados por Ciudadanos o Podemos, para comprobar lo errados que estábamos, errados de equivocados y herrados de burros con herradura. Al tiempo.
Si (
No(
