Herrera podría ser investido en primera vuelta con el apoyo de otro grupo o con mayoría simple en la segunda votación

El presidente en funciones de la Junta, Juan Vicente Herrera, podría ser investido de nuevo jefe del Ejecutivo castellanoleonés en una primera vuelta si cuenta con el apoyo de alguno de los cinco grupos con los que contará el hemiciclo o con mayoría simple en segunda vuelta, ya que el PP ha cosechado en las elecciones autonómicas 42 procuradores, la mitad de los 84 escaños con los que cuentan las Cortes de Castilla y León.   

Según el reglamento de las Cortes, el candidato propuesto para ser presidente de la Junta de Castilla y León deberá de obtener la mayoría absoluta en una primera vuelta para poder ser nombrado, es decir, al menos el respaldo de 43 procuradores. Por lo que se podría dar el caso de que fuera investido si tuviera el apoyo de los formaciones más afines como Ciudadanos C's o UPL.   

En el caso de no obtener el apoyo suficiente en primera vuelta, la Mesa de las Cortes, tras oír a la Junta de Portavoces, fijará el momento de la segunda votación en la que bastará con que el candidato obtenga el respaldo de la mayoría simple.

Las Cortes de la IX Legislatura se constituirán a las 12.00 horas del martes 16 de junio con un total de 84 procuradores, los mismos que en la anterior, que fueron elegidos en las elecciones autonómicas de ayer, domingo 24 de mayo, y que dieron la mayoría al PP que, con 42 escaños, se queda a las puertas de la mayoría absoluta, que está en 43 representantes.   

Por su parte, el PSOE ha obtenido 25 procuradores y han entrado Podemos con 10 y C's con 5, lo que les da derecho a tener grupo propio. A esta representación se suman los procuradores que mantienen IU y UPL, con un escaño cada uno, por lo que, en principio, tendrían que compartir el Grupo Mixto --el Reglamento también abre la posibilidad a que se asocien a algún grupo--.   

De este modo, las Cortes de la IX Legislatura podrían estar formadas por cinco grupos, algo que nunca ha sucedido hasta la fecha ya que la mayor diversificación se ha dado en el segundo (1987-1991), tercer (1991-1995) y cuarto mandatos (1995-1999) cuando hubo cuatro grupos. En el resto de las legislaturas el Parlamento de Castilla y León ha estado conformado por tres grupos.   

Según consta en el Reglamento de las Cortes, los procuradores en número no inferior a cinco podrán constituirse en grupo parlamentario. Podrán también constituirse en grupo los procuradores de una formación política que hubiese obtenido un número de escaños no inferior a tres y, al menos, el cinco por ciento de los votos emitidos en el conjunto de Castilla y León.   

En ningún caso pueden constituir grupo separado los procuradores que pertenezcan a un mismo grupo político o coalición electoral. Tampoco podrán formar grupo separado los procuradores que, al tiempo de las elecciones, pertenecieran a formaciones políticas que no se hayan presentado como tales ante el electorado.   

La constitución de grupos parlamentarios se hará dentro de los siete días siguientes a la sesión constitutiva de las Cortes, mediante escrito dirigido a la Mesa que irá firmado por todos los que deseen constituir el grupo y en el que deberá constar la denominación y los nombres de todos los miembros, de su portavoz, cargos directivos del grupo y de los compañeros que eventualmente puedan sustituirles.   

El Reglamento de la Cámara abre la posibilidad a que los procuradores que no sean miembros de ninguno de los grupos constituidos conforme a los apartados anteriores puedan asociarse a alguno de ellos mediante solicitud que, aceptada por el portavoz del Grupo al que pretendan asociarse, se dirigirá a la Mesa de las Cortes.   

En concreto, las elecciones de ayer Podemos ha obtenido diez procuradores en siete provincias de Castilla y León (no ha entrado en Ávila y en Soria), con especial representación en Burgos, en León y en Valladolid donde ha obtenido dos escaños, mientras que C's ha entrado en Ávila, Burgos, León, Salamanca y Valladolid con un procurador en cada una.   

Por su parte, el PP, que ha perdido 11 escaños en total, se ha dejado la mayor representación en León, con tres parlamentarios menos, y en Burgos y en Valladolid, con dos escaños menos en cada caso. En el resto de las provincias, salvo Palencia y Soria, contará con un representante menos.   

Finalmente, el PSOE, que ha perdido cuatro procuradores respecto a 2011, se deja un escaño en Burgos, Palencia, Salamanca y Valladolid.   

En las elecciones de este domingo se elegían 84 procuradores con el siguiente reparto, siete en Ávila; once en Burgos; 14 en León; siete en Palencia; once en Salamanca; siete en Segovia; cinco en Soria; quince en Valladolid y siete en Zamora.   

El PP ha conseguido cuatro procuradores por Ávila, donde tenía cinco, mientras que el PSOE ha mantenido los dos escaños que consiguió en las elecciones de 2011 y C's ha conseguido un parlamentario.   

En Burgos, el PP ha conseguido cinco procuradores, frente a los siete de 2011, el PSOE tres frente a los cuatro de los pasados comicios y Podemos y C's han conseguido dos y uno respectivamente.  
 En el caso de la provincia de León, el PP se ha dejado tres procuradores y pasa de 8 a 3, PSOE mantiene sus cinco procuradores y UPL el suyo y entran Podemos y C's con 2 y 1 en cada caso.   

Por su parte, en la provincia de Palencia, el resultado ha sido de 4 procuradores para el PP (los mismos que en 2011), dos para el PSOE (uno menos) y uno para Podemos.   

En el caso de Salamanca, el PP pierde uno y se queda con seis, el PSOE pierde un representante y se queda con tres y entran C's y Podemos con un parlamentario en cada caso.   

Mientras tanto, en Segovia, el PP pasa de cinco a cuatro procuradores, el PSOE se mantiene con dos y entra Podemos con uno y en Soria el resultado ha sido idéntico al de 2011 (3 procuradores para el PP y 2 para el PSOE).   

Por su parte, en Valladolid el PP se ha dejado dos procuradores y se queda con siete, el PSOE pierde uno y se queda con cuatro, Podemos entra con dos y C's e IU-Equo entran con uno en cada caso. Por último, en Zamora el PP pierde un escaño y se queda con cuatro, el PSOE mantiene dos y entra Podemos con uno.