De Santiago-Juárez: "El nuevo modelo de ordenación territorial es imparable"

La implantación del nuevo modelo de ordenación territorial en Castilla y León constituye un camino "irreversible e imparable", tal y como ha asegurado hoy categórico el consejero de la Presidencia, José Antonio de Santiago-Juárez, después de que el Consejo de Cooperación Local que preside diera el visto bueno, por unanimidad, al proyecto de decreto que regulará el funcionamiento de las denominadas Mancomunidades de Interés General y que afectará a una población de 1.600.000 habitantes.   
El consejero se ha felicitado por la acogida dispensada a dicho proyecto por el Consejo de Cooperación Local, cuyos miembros han validado el texto, "sin matización alguna", dando así un "paso decisivo" a lo que ha calificado como una "herramienta imprescindible" para seguir avanzando en ese nuevo modelo de ordenación del territorio que "da salida a la vida municipal en Castilla y León".   
Flanqueado por dos integrantes de su departamento como Luis Miguel González Gago y María José Salgueiro, el consejero de la Presidencia ha expresado su satisfacción tras dar un nuevo paso en ese objetivo de completar un camino que se encuentra ya recorrido en un "setenta por ciento".

"Lo que parecía imposible"   
De hecho, De Santiago-Juárez ha confesado que en un principio la meta se antojaba inalcanzable. "Hemos logrado algo que parecía imposible cuando comenzamos en octubre de 2011 y, además, lo hemos hecho de forma consensuada", en referencia al trabajo conjunto con el Grupo Socialista respecto de algo que ha calificado como un "tema de Comunidad" y que, por encima de todo, supone una "defensa del municipalismo, el respeto por la autonomía local", y todo ello en la convicción de que los municipios han de unirse de forma voluntaria en aras a una mejor prestación de servicios.   

Tras el visto bueno del Consejo de Cooperación Local, el proyecto de decreto que regula el funcionamiento de las Mancomunidades de Interés General, con 35 artículos, 6 capítulos y 10 disposiciones adicionales, deberá salvar ahora el trámite del Consejo Consultivo antes de ser aprobado por la Junta en la presente legislatura, tras lo cual quedará pendiente, para la próxima legislatura, un nuevo decreto sobre la cartera de servicios básicos de esas nuevas agrupaciones de municipios.   
También queda pendiente la definición del mapa de unidades básicas de ordenación y servicios rurales, cuya aprobación requiere de una mayoría de dos tercios en las Cortes, si bien el representante de la Junta insiste en lo "irreversible" e "imparable" del proceso. "¿Quién se va a atrever a parar algo que beneficiará a unas 900.000 personas?, salvo aquel que no crea en el municipalismo ni en el Estatuto de Autonomía", ha sentenciado.

Aplazado el área de Benavente   
Mayores dificultades está planteando el Área Funcional Estable de Benavente (Zamora), que afecta a veintiún municipios de la comarca y a más de 27.800 habitantes, ya que en la fase actual de audiencia se han recibido las alegaciones de dieciséis municipios y "ninguno de ellos se ha mostrado favorable", unos por no ser partidarios y otros por entender que es mejor abordar la cuestión tras las elecciones autonómicas y municipales.   
En el caso de los tres municipios gobernados por los socialistas, dos se han posicionado en contra de esta nueva estructura organizativa y el tercero ni siquiera ha alegado.   

Al respecto, De Santiago-Juárez ha adelantado que la cuestión de Benavente será abordada tras las próximas elecciones al entender que "es lo más sensato".        
La nuevas Mancomunidades de Interés General, asociaciones sustentadas en la autonomía local, en la voluntariedad y con una vocación de permanencia, presentan unas características muy nítidas: fomentan fórmulas de gobierno y gestión de los servicios locales basadas en economías de escala y en la optimización de recursos municipales, apoyando la consecución de los principios de eficiencia, estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera.   

Su ámbito territorial va a concordar sustancialmente con los mismos espacios de ordenación territorial que utilizará la Junta para prestar sus servicios autonómicos.   
Además, tratan de reorganizar las actuales mancomunidades, estableciendo la posibilidad de llegar a constituir las nuevas a través de procesos transitorios o graduales y, en todo caso, evitan la creación de una nueva estructura administrativa, ya que los órganos de gobierno son los mismos que los de las preexistentes comunidades.