La Diócesis de Burgos aporta 29 obras a la exposición 'Eucharistia' de Las Edades del Hombre

La Diócesis de Burgos aporta 29 obras a la exposición 'Eucharistia' de Las Edades del Hombre que se desarrollará del 6 de mayo al 10 de noviembre en la localidad burgalesa de Aranda de Duero, según ha anunciado este viernes el comisario de la muestra y delegado diocesano de Patrimonio de la Diócesis, Juan Álvarez Quevedo.   

De las obras seleccionadas, once proceden de la Catedral de Santa María de la capital burgalesa, entre las que destaca el cáliz de los Condestables de Castilla, considerado la pieza más importante de esta edición de Las Edades del Hombre.   

Otras piezas destacadas que aporta la Seo burgalesa son 'La Multiplicación de los panes y los peces', un relieve en madera de nogal del siglo XVI del taller de Felipe Bigarny; una escultura de la misma época de San Juan Bautista, obra de Diego Gil de Siloé; la Capa de Basilea de los Ángeles con atributos de la Pasión, provenientes de los talleres flamencos del siglo XV; y el cuadro 'Sagrada Cena 1' de Teresa Peña, la única pieza contemporánea de la exposición.   

El templo catedralicio contribuye a 'Eucharistia' con otras piezas artísticas como 'Cena de Cristo en casa de Marta y María', una madera policromada de mediados de 1500; la copa para la Misa Crismal de Jueves Santos del platero de Núremberg; el expositor de la Eucaristía del taller de Félix Granda y Antonio Magaña; y un misal romano de 1882.   

El resto de las obras seleccionadas por la Diócesis de Burgos para la muestra arandina proceden de otros municipios de la provincia, como Briviesca, Covarrubias o Quintanaortuño; así como de otros enclaves de la capital burgalesa, como la Cartuja de Miraflores, que aporta un bojarte anónimo del siglo XV y la escultura de la misma época 'Sacrificio de Isaac'; el Monasterio de Santa Clara, que ha cedido una dalmática; y el Museo del Retablo, del que se trasladarán a Aranda de Duero, entre otras piezas, obras como un cuadro-retablo anónimo del siglo XVI, un píxide anónimo del siglo XV; y un libro-caja portaviático del siglo XVIII, considerado una de las rarezas de la exposición.