Cierra el último pozo minero de Palencia, en Velilla del Río Carrión, que permanecía abierto pero sin actividad

La provincia de Palencia se ha quedado sin pozos mineros después de que este martes haya cerrado sus puertas el de San Isidro y María, el último que permanecía abierto aunque sin actividad, ubicado en la norteña localidad de Velilla del Río Carrión.   

Además, con el cierre se han quedado sin trabajo 13 mineros, con edades comprendidas entre los 34 y los 58 años, a los que se les adeuda "cinco mensualidades" según ha indicado el secretario General de UGT en Guardo (Palencia), Carlos Mesa.   
"Muchos de ellos están cobrando la ayuda familiar" ha apuntado Mesa, ya que no pueden percibir el paro porque lo agotaron en el ERE en el que se vieron envueltos el año pasado, por lo que la situación es "penosa y dramática" ha añadido el responsable de UGT.   

De momento tendrán que seguir así porque, según ha manifestado Mesa, "la empresa está en pre concurso de acreedores", por lo que tendrá que ser el Fogasa el que pague los atrasos a los trabajadores "en ocho o nueve meses", mientras que los finiquitos por el cierre no podrían llegar hasta dentro de año y medio.   

En otro orden de cosas, el secretario General de UGT en Guardo ha acusado a los políticos de la provincia palentina de "mirar para otro lado" ya que el cierre de las minas supone quitarse "un problema" de encima "porque los mineros dan guerra" ha afirmado.   

"La mina es rentable" ha asegurado Mesa, al tiempo que ha añadido que "el carbón que se trae de fuera es más caro" y que lo único que se pretende es acabar con la minería porque a pesar de ser la energía más barata "no interesa".   

Ya lo decía Jorge Manrique en la copla a l muerte de su padre que  "Cualquier tiempo pasado fue mejor", y en el caso de las minas palentinas se ha confirmado "al cien por cien", ya que según ha apuntado Mesa en la provincia de Palencia habría "más de 8.000 mineros hace 25 años" y es que a finales de los 80 y principios de los 90  existían "más de 20 pozos" abiertos.   

Fue una "época dorada" para el norte de la provincia que gozaba de un nivel económico "alto" para aquellos años y que se reflejó en las comarcas mineras que ahora se han quedado sin minas treinta años después.