De Santiago-Juárez pide que se concilien los derechos de la mujer y los del no nacido
El portavoz de la Junta y el alcalde de Valladolid coinciden en su deseo de que la ley del aborto "mejore" en su tramitación parlamentaria
Para León de la Riva "sería un error obligar a la madre a seguir
embarazada hasta el final" en casos de determinadas malformaciones
jueves 26 de diciembre de 2013, 17:10h
La Junta de Castilla y León ha trasladado este
jueves su deseo de que los parlamentarios "maticen y mejoren" el
proyecto de Ley de Protección de la Vida del Concebido y los Derechos de
la embarazada durante su tramitación en el Congreso y el Senado.
Así lo ha trasladado el consejero de la Presidencia y portavoz del
Ejecutivo, José Antonio de Santiago Juárez, durante la rueda de prensa
posterior al Consejo de Gobierno, momento en el que ha puntualizado que
lo "importante" es que los parlamentarios sepan conciliar los derechos
de la mujer y de los no nacidos durante su tramitación.
Tras recordar que la reforma de la ley del aborto era un
compromiso que el PP llevaba en su programa electoral, el portavoz de la
Junta ha incidido en la importancia de que, como todos los proyectos de
ley, "mejore" en el debate parlamentario y que los diputados y
senadores lo "maticen y mejoren".
El de la reforma de la ley del Aborto es un tema "muy complejo"
que presenta dificultades a la hora de encontrar un equilibrio entre los
distintos sectores y a posturas "muy encontradas" fruto de factores
culturales, educativos, éticos o políticos.
Por su parte, el alcalde de Valladolid, Francisco Javier
León de la Riva, ha manifestado su acuerdo con la mayor parte del
proyecto de reforma de la Ley del Aborto, si bien ha confiado en que "se
mejore" pues considera que "sería un error obligar a la madre a seguir
embarazada hasta el final" en casos de determinadas malformaciones, como
los fetos anencefálicos.
En declaraciones a Europa Press, el primer edil vallisoletano ha
valorado la reforma en el aspecto de la doble opinión médica para
indicar el aborto en casos de riesgo para la salud de la madre y desde
el punto de vista jurídico, ya que "se ajusta a doctrina constitucional,
algo que no ocurría con el proyecto de la inefable ministra Aído", en
referencia a la exministra de Igualdad del PSOE.
De hecho, León de la Riva --ginecólogo de profesión-- ha recordado
la tesis de la actual colaboradora de Naciones Unidas de que "un feto
es un ser vivo, pero no un ser humano", lo que le ha llevado a reiterar
su pregunta sobre "dónde estudió genética esta chica".
A partir de ahí, el alcalde de Valladolid ha recordado que ya en
su época, como consejero de Sanidad de la Junta de Castilla y León,
existía "un coladero" en la justificación de la salud psíquica de la
madre para efectuar una interrupción del embarazo. "El 99 por ciento de
los abortos que se hacían tenían la justificación en riesgos para la
salud de la madre, y los firmaba un médico de Valladolid que siempre era
el mismo", ha aseverado.
En cambio, con la reforma pilotada por el ministro de Justicia,
Alberto Ruiz-Gallardón, para que se produzca esa decisión "se requiere
el informe de dos médicos distintos después de hablar con la madre y,
además, que ninguno de ellos trabaje en el centro donde se va a realizar
la interrupción del embarazo".
Así, el único matiz señalado por León de la Riva ha sido lo
referente a las graves malformaciones fetales, en lo que ha augurado que
"se va a mejorar el texto", pues considera que "hay malformaciones y
malformaciones". Así, ha citado el caso de los fetos anencefálicos, que
son "Incompatibles con la vida" y en los que "un aborto podría estar
justificado", pues ha apostillado que cree "un error" obligar "a seguir
embarazada hasta el final" a una mujer a cuyo feto se ha diagnosticado
este problema.
En todo caso, ha calificado de "muy vidrioso" el asunto de las
malformaciones, ya que ha recordado que existe "un sinfín de pruebas
genéticas que se pueden realizar, no todas exentas de riesgo y todas de
un coste económico importante". En este sentido, ha abogado porque se
restrinjan a las futuras madres que presentan "algún riesgo cierto" y
que se tomen las decisiones en función del grado de la malformación.