El saber no ocupa lugar... pero cuesta dinero

Acabó el verano y con ello llega "la vuelta al cole". Todos/as hacemos excesos en la época estival y no me refiero únicamente a excesos gastronómicos, sino al aumento en nuestros gastos cotidianos. Más horas de sol, vacaciones, más tiempo en la calle igual a menos dinero en nuestros austeros bolsillos. 

Pero lo peor está por llegar, toca pagar las temibles matrículas, libros y material escolar. Para muchas familias, el mes de septiembre  cada año se hace más duro, ya que los ingresos para los que los tienen, cada vez son menos y los que no tienen esa suerte, pasan verdaderos quebraderos de cabeza para reunir el dinero necesario para que sus hijos/as puedan empezar el curso escolar.

Dejando a un lado el tema político de menos gasto en becas y el aumento de las tasas universitarias, ya que de esto ya se ha hablado y mucho, creo que de una vez por todas nuestros gobernantes deben favorecer la compra de libros haciendo más accesible a las familias adquirirlos. Es incomprensible que cada dos o tres años las editoriales a su antojo cambien los libros de texto inutilizando con ello el posible ahorro dentro de las familias al heredar los libros y limitando la cesión de los mismos. Y si además, cada colegio, instituto, universidad, utiliza una editorial diferente hace más complicada la ecuación. 

Es inaudito que el Ministerio y las Consejerías de Educación no se planteen limitar la compra a una serie de libros oficiales, medida que no acarrearía presupuesto y beneficiaría tanto la compra como la cesión, una vez ya solo nos sirven para calzar las mesas o recoger polvo en nuestras estanterías.

Esta medida tan simple acabaría con los verdaderos lobbys que llevan  a cabo las editoriales con nuestros centros educativos y  facilitaría el extraordinario  trabajo de aquellas entidades y colectivos sociales que dedican sus esfuerzos a paliar esta necesidad, mediante la recolecta de libros usados para su posterior cesión y aprovechamiento.

Roberto Carlos López Martín. Presidente del Consejo de la Juventud de Castilla y León.