Vientos ¿de cambio? En la Universidad
Por
Francisco Muro de Íscar
jueves 05 de septiembre de 2013, 22:56h
¡Albricias! La Universidad española se ha dado cuenta de que estamos inmersos
en una crisis económica que afecta a todo lo que se mueve. Incluso a la
Universidad. Como creo que lo único que puede salvar a este país y llevarlo de
verdad a la modernidad es la educación,
soy partidario de que aumenten los presupuestos para este capítulo... siempre que
nos garanticen que se van a aprovechar adecuadamente. Lo mismo tendríamos que
decir de la investigación, y algo muy parecido de la sanidad o de la justicia.
Pero hay matices. No es lo
mismo la educación básica o formación profesional que Universidad. La educación,
la igualdad de oportunidades, es un derecho fundamental; la Universidad no. No
todo el mundo tiene derecho a llegar a la Universidad: sólo los que demuestren
estar preparados, independientemente de que tengan o no recursos económicos.
Nadie con capacidad y esfuerzo demostrado debería quedarse fuera de la
Universidad. Pero tampoco la sociedad tiene obligación de financiar los estudios
universitarios de todos. Menos aún de los que no acuden a ella a estudiar. Lo
que tienen que hacer los políticos -los del Estado central y los autonómicos-
es dar prioridad a unos gastos sobre otros. Eso es "hacer política": decidir
dónde se gasta y dónde no, dónde se ponen recursos y de dónde se quitan.
Como no hay dinero para
todo y los recortes se imponen sí o sí, como las becas se han reducido y
algunas comunidades han duplicado los gastos de matrícula -que aun así no
representan ni el 20 o 25 por ciento del coste total-, algunas Universidades se
han puesto las pilas y han empezado a crear fondos de ayuda, a fraccionar el
pago de las matrículas, a buscar donaciones de empresas y a buscar "padrinos"
particulares para estudiantes con problemas económicos. Hay ciudadanos que han
donado 10.000 o 70.000 euros para este fin y asociaciones de estudiantes que
han dedicado a ello parte de sus pequeños fondos. Empresas o actores como
Antonio Banderas se hacen cargo de becas o cátedras que añaden recursos a la
Universidad y solucionan problemas. La presidenta de la Conferencia de Rectores
está dispuesta a impulsar este plan en todas las Universidades.
Eso es lo que hacen muchas
Universidades en todo el mundo desde hace décadas. Y hay muchas más
posibilidades como préstamos que se
pagan cuando el universitario empieza a trabajar, asociaciones de antiguos
alumnos que buscan fondos o trabajos de investigación para empresas privadas...
Pero hay muchas reticencias internas. Muchos "profesionales" de la Universidad
no quieren sumarse porque temen que si empiezan a hacerlo ahora nunca podrán
dejarlo. Y en lugar de tener que salir "a la calle" a buscar fondos, prefieren
que pague "papá Estado" o "papá ciudadano" como hasta ahora. Con barra libre y
a fondo perdido. El día que las Universidades tengan que competir entre ellas
para ser mejores y reciban fondos públicos en función de resultados objetivos, España
habrá dado un gran salto hacia el futuro.