La policía de Palencia cierra el caso del crimen de San Juanillo y confirma que la víctima recibió 42 puñaladas

La Policía Nacional de Palencia ha dado por cerrado el caso conocido como el 'crimen de San Juanillo', ocurrido el pasado día 19 de julio, cuando un hombre fue hallado en su vivienda del citado barrio, en la capital palentina, con evidentes signos de violencia y que los efectivos policiales resolvieron en apenas 24 horas.    

Según ha señalado este lunes Manuel Seco, Inspector jefe de la Comisaría de Policía de Palencia, la víctima identificada por como José Méndez Castrillo, tenía 69 años, era soltero y tenía antecedentes policiales. Fue hallado muerto en el interior de su vivienda en la mañana del día 19, después de que su hermana llamase al 112 tras encontrarlo tendido en la habitación "sobre un charco de sangre".   

Tal y como han confirmado fuentes de la investigación, presentaba hasta 42 heridas de arma blanca, causadas presuntamente por Fátima Sohora Enfed Dal Ahmed, nacida en Ceuta y residente en Palencia junto a su marido y un hijo "de corta edad". Los hechos se produjeron en la noche del jueves 18 de julio, al parecer, después de mantener con la víctima una fuerte discusión tras la que le asestó numerosas puñaladas.    

Según ha precisado el inspector jefe de la Policía, tras producirse los hechos, la presunta autora del crimen huyó y se dirigió a un descampado donde pudo deshacerse de enseres como la documentación de la víctima o algunas prendas de ropa manchadas de sangre y, supuestamente, del arma homicida.    

Este extremo, sin embargo, no ha podido ser confirmado por la policía ya que aún no se ha podido encontrar el arma puesto que "la detenida ofreció versiones contradictorias". En su primera versión dijo haberla tirado a un contenedor, por lo que el contenido de todos los contenedores cercanos fue analizado sin resultados y más tarde aseveró haberla enterrado en el mencionado descampado. 

El móvil, por determinar   

El móvil del crimen está también aún por determinar y se cuestiona si la detenida pudo haber sido agredida por la víctima después de mantener relaciones sexuales. "Es muy aventurado establecer hipótesis", ha aseverado Seco, quien ha recordado que lo que se conoce es siempre según la declaración de la presunta autora del crimen.    

Sin embargo, ha aclarado que fue examinada por el médico forense en dependencias policiales y "no presentaba lesiones recientes". Al parecer, contaba también con antecedentes policiales, era consumidora habitual de sustancias estupefacientes y en su declaración alegó padecer algún tipo de trastorno psíquico, extremo que tampoco se ha confirmado todavía. 

Investigación    

Tras producirse el aviso por parte de la hermana de la víctima, se inició el protocolo para "asegurar que los indicios y pruebas permanecían en el lugar de los hechos", al tiempo que la policía científica trataba de reconstruir lo sucedido y la judicial iniciaba las investigaciones en el entorno de la víctima, ya que, "curiosamente", ningún vecino escuchó nada la noche del crimen.    

Apenas 24 horas después, la policía había acotado el círculo de personas con quien la víctima había podido estar la noche del suceso y se intentó que "la intervención se realizase lo antes posible para evitar que la sospechosa huyera de la ciudad".    

Así, se obtuvo la pertinente orden de registro con la que se accedió a la vivienda de Fátima Sohora Enfed Dal Ahmed, que vivía con su familia en una habitación alquilada en un piso "curiosamente cercano al domicilio de la víctima". Entre sus pertenencias, hallaron el teléfono móvil del fallecido y una nota en la que aparecía escrita la dirección de la víctima.    

Además, después de su detención, se localizaron otros efectos, como dos carteras de la víctima y una prenda de vestir de la autora manchada de sangre, que ella misma había tirado al patio de luces de su vivienda, al que los agentes accedieron tras manifestar la detenida en su declaración que los había arrojado por la ventana.   

Cabe recordar que, desde el pasado 24 de julio, ya se encuentra en el módulo de mujeres de la prisión de Villanubla a la espera de que se celebre el juicio.