Nuclenor afronta la declaración de cese de explotación de Garoña sin tomar decisiones "irreversibles"

Nuclenor, el titular de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) "afronta" la declaración de cese de explotación de la actividad previsto para este sábado 6 de julio, y asegura que en el "periodo de transición" no tomará decisiones "irreversibles" para la operación de la central, ya que espera que se encuentre un escenario que pueda "suponer una oportunidad para el futuro".   

Así, la empresa reitera que el cese de su actividad se debe "exclusivamente a razones económicas y no técnicas ni de seguridad". De este modo, afronta la declaración de cese definitivo, o de pre-desmantelamiento, conforme a lo previsto en el Reglamento sobre Instalaciones Nucleares y Radiactivas.    

En este contexto, subraya que la declaración de cese llega como consecuencia de la entrada en vigor de la nueva Ley de Medidas Fiscales para la Sostenibilidad Energética, puesto que su aplicación suponía un aumento de los costes de la planta atómica burgalesa en más de un 30 por ciento.   

De este modo, el titular reconoce en un comunicado que "a partir de este momento" la situación administrativa de la central es la de cese de actividad" e inicio de la fase de predesmantelamiento de la instalación que añade que tendrá una duración "aún no definida".   

Por ello y como consecuencia de este cambio, el titular añade que la organización y las actividades "se irán adaptando progresivamente a lo requerido por la nueva situación".    

Sin embargo, anuncia que en el periodo de transición "no tomará decisiones irreversibles para la operación de la central", por lo que mantendrá la plantilla de la empresa y se seguirá desarrollando un conjunto de actuaciones de planificación y mantenimiento "adicionales" a las de las actividades de cese.   

Asimismo, añade que continuará adoptando "todas las medidas necesarias que garanticen la seguridad" de la central "como ha hecho hasta el momento" e insiste en que "no renuncia a la posibilidad de solicitar una renovación de la autorización de explotación de la central en caso de que las condiciones así lo permitiesen.   

"Desde Nuclenor queremos destacar el trabajo serio y riguroso que tantas personas, empresas e instituciones están haciendo para encontrar una solución que beneficie a todos y que pueda suponer una oportunidad para el futuro", concluye el titular.

Esfuerzos para continuar   

Ante esta situación, el titular (formado por Iberdrola y Endesa al 50%) reconoce el "importante esfuerzo" que en los últimos meses están realizando numerosas personas, empresas e instituciones para buscar "una solución a este proceso".    

Por este motivo, explica que se intenta mantener "plenamente operativa" a Garoña, de la que dice que está "plenamente integrada en el entorno y cuya actividad contribuye activamente al desarrollo socioeconómico de la provincia de Burgos".    

En este contexto recuerda que en septiembre de 2012, Nuclenor tomó "la difícil decisión" de no pedir la renovación del permiso de funcionamiento al "presuponer, como luego se confirmó", que la nueva Ley de medidas Fiscales que entraría en vigor "hacía inviable económicamente" el funcionamiento de Garoña, a pesar de que la planta invirtió 7 millones de euros en 2012 en proyectos "exclusivamente destinados a la continuidad".   

Igualmente, reitera que "también" en 2009 y 2012 a pesar de tener un "horizonte incierto", Nuclenor invirtió 50 millones de euros e incorporó 25 nuevos profesionales. De este modo, defiende que la "apuesta por la continuidad" del titular ha sido "clara e incuestionable".   

Al mismo tiempo, expone que el 16 de mayo pasado se planteó al Ministerio de Industria, Energía y Turismo la posibilidad de prorrogar durante un año la autorización vigente manteniendo la central sin operar. Sin embargo, según explicó el ministro José Manuel Soria el 19 de junio en sede parlamentaria, "aun disponiendo del informe favorable del Consejo de Seguridad Nuclear, la modificación solicitada por Nuclenor no pudo ser concedida por la imposibilidad del cumplimiento de los plazos previstos en la Ley que regula el procedimiento administrativo".   

Finalmente, el titular elogia la "enorme profesionalidad" con que han afrontado "todo el proceso" los trabajadores y de todas las empresas colaboradoras que apoyan el funcionamiento de Santa María de Garoña y destaca que han mantenido el "buen funcionamiento de la central", lo que ha permitido la "buena situación de la planta de forma incuestionable".

Reacción del Comité de Empresa

Por su parte, la plantilla de la central nuclear de Santa María de Garoña acudirá el próximo lunes con normalidad a su centro de trabajo y desarrollará su cometido sin variación alguna respecto de cómo viene ocurriendo desde diciembre de 2012, fecha en la que se extrajo el combustible de la vasija para trasladarlo a la piscina, y ello a pesar de la orden de cese de la actividad.   

Así ha comunicado la empresa propietaria, Nuclenor, a sus trabajadores, a quienes plantea ahora dos escenarios paralelos, el del cese de la actividad ya notificado por el departamento de José Manuel Soria y el de una posible prórroga de la misma, algo que, como así ha explicado el presidente del Comité de Empresa, Alberto César González, parece deducirse de las palabras de la ministra portavoz, Soraya Sáez de Santamaría, y confirmatorias del anuncio realizado ya hace un mes por el propio ministro.   

Por ello, los casi 300 trabajadores de la planta--en la etapa de plena actividad de la central se elevaban a 800--y otros 250 de empresas colaboradoras, ante la posibilidad de que la situación de cese sea revocada, han recibido la confirmación por parte de Nuclenor de que conservarán sus empleos en la fase de transición ahora iniciada.   

De hecho, Alberto César González ha recordado que a pesar del traslado del combustible desde la vasija a la piscina a finales del pasado año "esto sigue siendo una central nuclear en la que permanece operativo entre el 45 y 50 por ciento de los sistemas y equipos, de ahí que sea preciso velar por su seguridad".   

En cualquier caso, y al margen de la puerta abierta dejada por el Gobierno central a una posible continuidad de la actividad en las instalaciones, el representante de los trabajadores ha lamentado que la situación no se solucionara ya hace un año cuando Nuclenor tuvo la oportunidad de solicitar una prórroga hasta 2019 y no lo hizo alegando motivos exclusivamente económicos.   

En este sentido, el portavoz de la plantilla achaca el 'impasse' abierto ahora a la necesidad de que quede clarificado el escenario de medidas fiscales que incluya la futura ley energética, algo de lo que, en su opinión, dependerá que Nuclenor estime rentable o no seguir con la explotación de la central.