miércoles 26 de junio de 2013, 23:39h
La cita, que
suele ser anual, del Debate sobre el Estado de la Región ya se ha producido, a
la espera de las resoluciones finales de este jueves. Probablemente sería muy
cruel decir que ha pasado "sin pena ni gloria", aunque sólo sea por respeto a
los representantes de los ciudadanos presentes este miércoles en las Cortes de Castilla
y León, a cuyos principales protagonistas, léase el presidente de la Junta y
los portavoces de los grupos parlamentarios, les ha movido, sin duda, la mejor
de las intenciones.
Sin embargo,
tal vez sea por esa mezcla de agnosticismo político y pesimismo social que
parece que lo invade todo por lo que no había demasiadas esperanzas en que se
produjera un "cara a cara", léase debate, entre Juan Vicente Herrera y Óscar
López, del que se extrajeran demasiados resultados.
Al margen de
las expectativas iniciales, la sesión
plenaria se ha desarrollado en el tono habitual al que desde hace algunos meses
estamos acostumbrados en Castilla y León, en ese ambiente de "buen rollito" que
diría un conocido periodista radiofónico.
Las palabras
acuerdo y consenso han vuelto a ser las
más repetidas, hasta el punto de que el
presidente de la Junta ha reclamado al portavoz de IU, José María González "su
aportación positiva" y que desmonte el "muro ideológico" o "territorio
comanche" que les separa. Casi nada.
Sin embargo,
la jornada comenzó con cierta expectación y con el ambiente caldeado después de
que un medio de comunicación publicaba que Herrera iba a anunciar una crisis de
Gobierno y hasta a su sucesor, cosa que no hizo, entre otras cosas porque, a
decir verdad, no hubiera encajado con su habitual forma de actuar. Tampoco
parecía muy oportuno coincidir con su homólogo en Andalucía, José Antonio Griñán,
que, también durante la celebración de un debate sobre política general, ha
anunciado su intención de no presentarse a las próximas elecciones autonómicas.
Las comparaciones siempre resultan odiosas.
Así que dos
horas después de que Herrera se subiese a la tribuna de oradores (la
intervención más larga de cuantas se recuerdan en el hemiciclo), se ha despejado
cualquier duda, si es que quedaba alguna, porque ese no era el momento para
entregar el testigo. Aunque tal vez sí que lo era para lanzar mensajes a
quienes sí han empezado a maniobrar
(conspirar dicen algunos) para encauzar la sucesión. Y para que quedase
perfectamente claro, Herrera ha advertido a quienes especulan que "el 2015 queda
muy lejos" y que no hay "interinidad en la acción política del Gobierno de Castilla
y León". "Ni cese ni cambios en el Gobierno. No se va a llevar esas dos orejas del
festejo de esta tarde", le ha respondido al procurador de UPL, Alejandro Valderas.
¿O no respondía a Valderas?