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Villalar aparca sus deseos de mayor autogobierno para centrarse en los ciudadanos

Villalar aparca sus deseos de mayor autogobierno para centrarse en los ciudadanos

La crisis marca de nuevo una celebración que quiere mantener vivo el espíritu comunero

Por Montse Serrador
martes 16 de abril de 2013, 20:27h
A una semana del Día de Castilla y León, la Comunidad Autónoma se prepara para celebrar su Día Grande con la localidad vallisoletana de Villalar de los Comuneros como símbolo de sus deseos y anhelos.

En los últimos años, la reivindicación de una mayor cota de autogobierno para Castilla y León, una de las mal llamadas comunidades no históricas (no la hay con más historia), ha ido dando paso a un escenario en el que la sociedad y los derechos ciudadanos se han impuesto sobre cualquier otra consideración.

Desde que el 2007 la crisis comenzó a dar sus primeros y dañinos coletazos, el altavoz de Villalar de los Comuneros ha ido transformando sus reivindicaciones hasta llegar a un 2013 en el que las graves consecuencias de la crisis económicas -paro, recortes, desahucios...- ha desaconsejado un documento único, el llamado manifiesto de Villalar, capaz de dar cabida a las reivindicaciones económicas, sociales y políticas de las organizaciones firmantes.

Sin embargo, la villa comunera será más que nunca un lugar de exigencia y de denuncia donde cada colectivo mostrará con total libertad y sin las ataduras que imponen los textos su propio "manifiesto".
 
Lejos queda ya aquel 2006 en el que el etnógrafo Joaquín Díaz, leyó un manifiesto firmado por primera vez, por todas las fuerzas políticas y sociales, a saber, PP, Cecale, Asaja, PSOE, IU y TC, los sindicatos UGT y CCOO, las organizaciones agrarias UCCL-COAG, Coordinadora Agraria y UPA; el Consejo de la Juventud, y la Confederación de Asociaciones de Vecinos de Castilla y León.

Bajo el título de "Por un nuevo Estatuto de Autonomía", además de la reforma estatutaria, también se incluían otros "problemas de la Comunidad", como la despoblación, la reforma del modelo de financiación autonómica, la defensa del empleo de calidad y el riesgo de deslocalizaciones. Además, abogaba por una mayor igualdad entre hombre y mujeres, un compromiso para trabajar "con lealtad" para el desarrollo de la Ley de Dependencia, así como una mayor inversión en I+D y la localización de sectores competitivos.      
 
Al año siguiente, en 2007, se clamó por "La cohesión social y territorial de Castilla y León' en un manifiesto que leyó la escritora leonesa Ana Santiago en el que se volvió a pedir que la reforma del Sistema de Financiación Autonómica respetase los principios de "igualdad, solidaridad y equilibrio económico", sobre todo después de la pérdida de fondos europeos tras dejar de ser región 'Objetivo 1'.

Un año después, coincidiendo con los 25 años del Estatuto de Eutonomía y también con la aprobación de una nueva reforma, el manifiesto "La Generación del Estatuto", leído por el ex presidente de la Junta, el socialista Demetrio Madrid, volvió a insistir en la financiación autonómica y en lograr "un auténtico proyecto de futuro para la Comunidad" basado en mayores niveles de autogobierno, según marcaba el nuevo texto legislativo.

En 2009 la crisis ya se había manifestado con toda su crudeza hasta el punto de que fue el año de la primera recesión económica. Y así se hizo notar en Villalar de los Comuneros donde las fuerzas políticas y sociales clamaron "'Juntos contra la crisis'.

El argumento se ha venido repitiendo después: en 2010 el lema fue  'Comprometidos con el futuro de todos'; en 2011, 'Una respuesta social ante la crisis' y en 2012, 'Las personas, lo primero', un manifiesto en el que se advertía que las personas no pueden ser las grandes perjudicadas de los recortes.

Este año, sin manifiesto oficial, el espíritu de Villalar, impregnado de crisis, se repetirá en la campa y en el monolito a los comuneros, donde las reivindicaciones más políticas han dejado paso a las sociales.

Los matices e interpretaciones que cada organización política y social dan a la situación actual y a las actuaciones gubernamentales, han llevado a los habituales firmantes del manifiesto a no presentar un documento que pueda minar el espíritu de libertad y generosidad que impregna Villalar.
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