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En la cola...

En la cola...

lunes 18 de febrero de 2013, 23:34h
Desgraciadamente la cola del paro, la de las oficinas de Inem, del Ecyl... o como se quiera llamar ahora con este lío de términos y siglas en la que nos han metido se ha convertido en uno de los lugares más concurrido  de este país todavía llamado España, sin que las frías cifras estadísticas que se nos ofrecen desde el Ministerio, la EPA, otro sigla grabada a fuego, reflejen la realidad, lamentablemente, cotidiana que viven centenares de miles de españoles y españolas que acuden a las citadas sedes administrativas, y que con un poco de humor voy a tratar de analizar

Al entrar en la calle donde se encuentra la "sucursal" correspondiente ya se aprecia a lo lejos el "ambiente" que se vive, pequeños grupos de personas que bien fumando o simplemente conversando esperan su turno...  la charla, el corrillo...es algo tan español, tan latino... que ni en un sitio como este puede estar ausente, aunque no es menos cierto que falta algo, la alegría tan propia de estas situaciones simplemente no existe. 

Traspasar el umbral de la puerta supone, para un novato en estas lides, la entrada a un nuevo mundo, una frontera, una línea roja que dicen los modernos,  que evidentemente nadie quiere pasar y a la que, al menos, tratas de resistirte, aunque sólo sea unos pocos segundos a sabiendas que es imposible y que acabarás dando irremediablemente ese duro paso...La tecnología, los ordenadores, es verdad,...han enfriado mucho estos momentos, ya incluso llegas allí con una "cita previa", pero que no tiene nada que ver con esa con la que tantas veces soñamos junto con nuestro amor platónico de la adolescencia. 

Como en cualquier otra primera vez la inexperiencia te hace dudar de todo...ves los paneles, pantallas...por todos los lados y dices "¿y yo dónde voy?"... El silencio general que se vive hace que los nervios iniciales, lógicos, se acrecienten más todavía. La  hora acordada con la dichosa maquinita se acerca...y tú con cara de tonto buscas...buscas...algo, una tabla a la que aferrarte cual náufrago para salir del trago...hasta que descubres tu DNI en un tablón que dice que tu número clave es el B-43...y te quedas más tranquilo, es que eres el B-43, y eso marca... De reojo  ves como el B-38 aparece en una de las pantallas luminosas... y piensas "prueba superada"...ahora solo queda esperar mi turno sentado en una de esas sillas muy modernas...pero incomodísimas, rodeado de gente que no conoces, de edades muy distintas, muchos de los cuales rompen con los estereotipos que te habías imaginado días atrás...y todos con papeles en la mano y tú...y tú con las tuyas en los bolsos...¡¡¡¡Díos mío!!!, ¡¡¡ Si no traigo nada!!! ...otro mal trago...y mientras, pasa el B-39, el B-40, el B-41, el B-42...y, por fin, te toca...atraviesas otra frontera, una nueva, a los pocos metros te sientas delante de la funcionaria de turno, muy amable, por cierto...pero a la que ves un poco como ese enemigo que te va a poner todas las trabas del mundo. "Buenas días, DNI, por favor" pregunta ella, "uf" piensas, eso sí que lo tengo así que no tengo que gastar el comodín de la llamada. "Rellene, este impreso", continúa..."Bien" asegura tu cerebro, esto está chupado, escribir si que sé, todavía...Tercera pregunta "¿Tiene hijos?" interroga la del INEM "Sí, dos", vaya detalle preguntar por la familia reflexiono en mi interior, ves como no es todo tan complicado ni frío..."Libro de Familia", me reclaman desde el otro lado de la mesa...y todo el tinglado al suelo...evidentemente,  no lo he llevado...y de esta no me salva ya ni el comodín de la llamada del famoso concurso..."Je,je, afirmo con una sonrisa forzada, no lo he traído, se me ha olvidado" pensando ya en volver otro día a acabar la faena... "No se preocupe, lo trae mañana y ya está...no haga cola ni nada"...vaya alivio..."y ¿el número de cuenta?" repregunta... "¿Para qué quiere mi número de cuenta?", respondo de forma automática entre indignado y sorprendido..."hombre...en algún sitio tendremos que ingresarle la prestación", contesta la funcionaria con cara de decir vaya panoli que me ha tocado a las 9:30...Afortunadamente, con el escaso aplomo que todavía me queda, pido utilizar ese aparatillo diabólico que es el móvil pero que en esta ocasión, como en otras muchas me va a salvar de un apuro, y rápidamente doy respuesta a mi interlocutora que acaba nuestra relación con una versión actualizada del vuelva usted mañana de Larra, afirmando "mañana tienes que traer el libro de familia y además tienes que ir a la oficina de al lado a apuntarte como demandante de empleo"...pero ¿no habíamos acabado?, pienso en mis adentros, "vale, vale..." la contesto mientras me levanto para dejar paso a B-45...encaminándome a mi siguiente estación de penitencia... pero bueno esa ya es otra historia...

Quiero acabar estas líneas asegurando que esta no es una historia real y que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia...o no... Si alguien se siente molesto u ofendido por estos comentarios los retiraré al momento, pues mi único objetivo es tratar de dar una pizca de humor a una situación que considero simplemente dramática.

Nacho Falces. Periodista.
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