Internet es hoy en día no sólo un medio de comunicación. Es mucho más que eso: es un soporte más para la plena libertad del ciudadano del siglo XXI. No se concibe que en este planeta de la era digital esté limitado el acceso a la Red, y que ese acceso no tenga ni censuras ni cortapisas. Ahora bien... en nuestra sociedad nos preocupamos de la seguridad del viandante que camina por nuestras calles. Del conductor que lleva su coche por las carreteras. También por los trabajadores en sus puestos. Pero... ¿qué ocurre con los particulares y las empresas que circulan por otro medio que es Internet?
Nos hacemos eco de este tema porque justo hoy conocíamos la noticia del furor que causó, negativamente hablando, la falsa noticia de la muerte del presidente venezolano Hugo Chávez.
Un fotomontaje donde aparecía un supuesto Chávez amortajado en un ataúd hizo creer a miles de personas, quizás decenas de miles, que este mandatario había fallecido. ¿Dónde queda protegida así la libertad del ciudadano a acceder a una información veraz? Su derecho a la información, como está contemplada en los términos de la Constitución española, debe estar protegida. Y lo que ahora deberíamos debatir es qué hacemos en España por proteger ese derecho.
Diariocrítico ha sido
recientemente víctima de este ataque a la libertad de expresión de información. El pasado 22 de diciembre fuimos atacados por 'hackers' aún por identificar que repitieron nuevamente el ataque el día 29 del mismo mes. El perjuicio económico a este periódico fue muy grave, en un duro contexto, además, de tantas dificultades económicas para encontrar publicidad y de satisfacer a los anunciantes, que tanto esfuerzo hacen invirtiendo en anuncios en medios de comunicación.
Seguramente nos ayudarán en la medida de lo posible Guardia Civil, Policía y Fiscalía. Y estamos en ello. Pero el debate es otro: ¿cómo deberíamos proteger más este campo de la seguridad en Internet? Porque les aseguramos que no sólo hablamos de intereses propios: el caso del Chávez falsamente muerto,
el bulo del fallecimiento del Rey don Juan Carlos hace unas semanas, y tantas otras mentiras que se divulgan sin control lo que hacen es minusvalorar y deteriorar ese derecho ciudadano a la información veraz y de calidad.
No hablamos de censura, de control de la información ni mucho menos de supervisiones. Hablamos de seguridad, que es distinto, y una serie de garantías para quienes, con mucho esfuerzo, ponemos un granito de arena en esta gran comunidad virtual que es el mundo de la información digital, un servicio público que además es, insistimos, un derecho fundamental.
Si (
No(
