Herrera pide al Gobierno que confirme o desmienta las acusaciones de Nuclenor sobre los impuestos

El presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, ha realizado este sábado un último intento para impedir el cierre de la central nuclear de Garoña. Ha sido en forma de artículo de opinión en la web institucional del Ejecutivo, a través del que insta al Gobierno central a desmentir las acusaciones de Nuclenor de falta de rentabilidad derivada de los nuevos impuestos o, caso de que sean ciertas, a "restablecer el equilibrio que se había roto".

"El Ministerio de Industria no puede despachar este punto desde el solo silencio administrativo", dice textualmente. Herrera va más allá, y recuerda a la propietaria de la central, Nuclenor, que las decisiones deben tomarse conforme a criterios técnicos, no como consecuencia de "caprichos, personalismos o pulsos institucionales".

Al tiempo, el jefe del Ejecutivo autonómico recuerda a la compañía eléctrica que las normas fiscales aún no han sido aprobadas, por lo que "se ponen la venda antes de recibir una pedrada que aún no ha salido de la honda" y se interroga sobre si "han evaluado los costes de su cierre anticipado".

En su comunicación, Herrera denuncia el "desdén y la soberbia" que supusieron la no petición de prórroga, que califica también de "error" que, en su opinión, "vino a confundir y sembrar dudas". El presidente recuerda a los propietarios de la instalación que ellos mismos hablaron de "lucro cesante" cuando el Gobierno de Zapatero adoptó una "decisión caprichosa e ideológica" y lamenta que, una vez que "aplaudimos" el nuevo rumbo adoptado por el Gobierno del PP, ahora se desestima la posibilidad de continuar en activo.

En opinión de Herrera, el único criterio para detener la central sería el de problemas de seguridad, algo que, como se encarga de recordar el presidente, el Consejo de Seguridad Nuclear ya aclaró: Garoña puede seguir funcionando un década más con, eso, sí, las correspondientes inversiones. Por ello, exige a las empresas implicadas en la decisión, Iberdrola y Endesa, "altura de miras" y les recuerda sus "amplios intereses en Castilla y León".

Juan Vicente Herrera, que se pregunta "¿por qué se cierra Garoña?", insiste en que la clausura "puede y debe evitarse", apela a los 1.000 puestos de trabajo en juego y recalca que la Comunidad no se puede permitir este lujo en un momento como el actual, de "gravísima crisis económica, paro insoportable, dependencia energética e inexistencia de una alternativa".