Expertos alertan de que el Estado del Bienestar ha pasado de fundamentarse en derechos a ser "benéfico asistencialista"

Profesores y docentes universitarios, profesionales de los servicios sociales y representantes de colectivos y ONG han alertado sobre el cambio en la concepción del Estado del Bienestar, que ha pasado de fundamentarse en derechos ciudadanos a convertirse en políticas de corte "benéfico asistencialista".

Así se desprende de las conclusiones elaboradas fruto de la celebración del Simposio 'Crisis Económica y Estado de Bienestar', organizado recientemente por el departamento de sociología y Trabajo Social de la Universidad de Valladolid, en las que los expertos alertan del cambio de paradigma sobre la concepción del estado de bienestar: ha pasado de fundamentarse en los derechos ciudadanos a transformarse en políticas "de corte benéfico asistencialista".

El Estado de Bienestar, según las conclusiones elaboradas por los expertos y a las que ha tenido acceso Europa Press, está "ineludiblemente adscrito" a la libertad democrática y se desarrolla a medida que los servicios que atienden las necesidades sociales crecen en su universalidad y son garantizados como derechos, por lo que, en la actual coyuntura, se avanza en sentido contrario: "fracturando la universalidad de muchos de los servicios, restringiendo su derecho y segmentando su uso".

En su opinión, las cifras y los datos avalan la vuelta al asistencialismo "frente a los derechos sociales" y los Presupuestos Generales "no pueden ni deben entenderse como un mero documento técnico de previsión de gasto", a lo que matizan que los correspondientes al año 2013 "no son austeros ni restrictivos ya que se incrementan un 5,5 por ciento con respecto a 2012".

No obstante y pese a este aumento, "decrece el volumen asignado para la sanidad, la educación, los servicios sociales, el empleo, y la dependencia", campos para los que el Estado debe garantizar "la asignación de fondos suficientes" a fin de mantenerlos y desarrollarlos.

Este "retroceso", fruto "simplemente el resultado decisiones políticas", contrasta con la necesidad defendida por los expertos de establecer una jerarquía de intereses en la que la economía pública, "debe estar al servicio de la ciudadanía" y no al revés, hecho que "debe ser contundentemente denunciado y contestado por ser injusto e inmoral".

La crisis económica, "con forma de neoliberalismo pero con fondo de neocaciquismo", la conversión del "fuerte" endeudamiento privado de las grandes corporaciones y de las entidades financieras en deuda pública y el consiguiente "aumento vertiginoso" de sus intereses se traducen, para este grupo de expertos, en la "profundización de la brecha" entre los fines de los Presupuestos "y la promoción de una vida ciudadana, plena, integradora y participativa".

Por ello, los expertos abogan por profundizar en la reflexión a través de los foros de debates teóricos, denunciar el carácter ideológico de las políticas y medidas adoptadas por órganos gubernamentales "bajo la supuesta eficiencia económica" y por la implicación y por implicarse "como sociedad civil" en la respuesta activa "que trate de recuperar la ética de la acción política".

Por ello, el compromiso ciudadano derivado del análisis emanado de el Simposio conlleva pasar de ser "meros espectadores de una realidad que se impone" a ser "agentes activos de la realidad social".