Pero ¿qué diablos está pasando en el PSOE?
martes 27 de noviembre de 2012, 23:56h
Sobre la mesa de trabajo del periodista se acumulan datos, rumores,
alfilerazos, sospechas. El PSOE se cuartea. Yo diría que el principal
partido de la oposición, falto de un liderazgo unánimemente aceptado,
corre el riesgo de quedarse en una fuerza menor, como se ha visto en
Cataluña y como, antes, se ha entrevisto en Galicia y en el País Vasco.
¿Por qué no reacciona el PSOE, que tan necesario es en el juego de
equilibrios de la desquiciada política nacional?
Le cuento,
querido lector, lo último que me llega desde cenáculos y mentideros
diversos. Me dicen que hay plataformas que quieren aglutinarse en torno a
José Bono, como figura de referencia, aunque no sepan luego muy bien qué hay que hacer con él. Me aseguran que el mismísimo Zapatero está pensando, animado por los que fueron sus fieles, como Trinidad Jiménez,
en una segunda operación regeneracionista similar a la que a él mismo
le llevó a la secretaría general, y que uno de los nombres que circulan
en esa operación es el del secretario del Grupo Parlamentario, Eduardo Madina, como apoyo a una candidatura de la omnipresente Carmen Chacón.
El hecho de que Zapatero sea hoy una figura claramente en baja incluso
en el seno de su partido -algunos militantes socialistas hasta han
lanzado un vídeo en el que piden perdón por los "errores" del ex
presidente del Gobierno- hace que esta 'operación' se lleve a cabo
dentro de un cierto sigilo.
Y, por otro lado, siguen las
quinielas: por ejemplo, las que se tejen en los círculos más o menos
próximos al alcalde de Toledo, Emiliano García-Page...Qué quiere usted que le cuente: y un largo etcétera.
Me
reiteran que, por supuesto, hay quienes se mantienen incólumemente
fieles a Pérez Rubalcaba, quien está sufriendo a ojos vista un
importante desgaste personal con toda esta 'movida': incluso los que le
son más cercanos le ven como sin fuerzas, con escasos contactos con los
medios de comunicación, inapetente de pelea --¡con lo que él ha sido!--.
Sus adversarios internos aseguran que Pérez Rubalcaba está
excesivamente sometido a sus deseos de pacto con Mariano Rajoy,
aunque ninguno de los dos, por motivos diferentes, y también por otras
razones que sí son similares, quiera escenificar el grado de acuerdo
existente. Sin embargo, son muchos los socialistas que, porque rechazan
el pacto con el Gobierno en lugar de la confrontación opositora, le
quieren ver 'entregado' a la política de La Moncloa. Yo diría que, en
estos momentos, la oposición a Pérez Rubalcaba es mayor dentro del PSOE
que en el seno del PP. Todo un compendio de por dónde van las cosas.
Que, tras las elecciones catalanas, saliese el 'número tres' del partido, Oscar López, a valorar los resultados, en lugar de hacerlo el mismo Rubalcaba o, incluso, su 'número dos', Elena Valenciano,
ha sido considerado sintomático de la falta de ganas de pelea que tiene
el actual secretario general socialista, que se ve rodeado por todas
partes. Y que, sin embargo, no quiere mover ficha: mejor liderar la
oposición que marcharse a la reserva. Un viejo lema, por otro lado, de
la pétrea clase política española: mantener el coche oficial, u
oficioso, cueste lo que cueste.
El PSOE se está convirtiendo en
un reino de taifas: los socialistas valencianos, los andaluces, los
gallegos, los madrileños, los catalanes, los vascos...Nunca un partido
necesitó más un congreso extraordinario, unas primarias, un debate
interno a fondo. Porque no se trata solamente de una cuestión de caras
nuevas: al principal partido de la oposición le faltan un programa
renovado, una estrategia y una táctica inéditas, voluntad de ganar para
imponer unos ideales que me parece que hoy no tiene. Lástima, porque nos
hacían tanta falta...