Rogativas macroeconómicas

La consejera de Hacienda, Pilar del Olmo, reconocía este lunes en el transcurso de una rueda de prensa que hasta el tiempo meteorológico es decisivo a la hora de ver fluctuar la economía de Castilla y León. Quería así explicar lo complicado de hacer una predicción económica para el próximo año en el que las decisiones que se adopten en Europa, con el control de la prima de riesgo y el rescate a España en el horizonte, son fundamentales en los movimientos tanto presupuestarios como de crecimiento económico.

Sin embargo, Pilar del Olmo reconocía, una vez más, lo decisivo que resulta para una Comunidad como Castilla y León el sector primario y, en especial, la producción agrícola y, más concretamente aún, la campaña de cereal. Lo cierto es que la campaña que acaba de concluir lo ha hecho con un notable descenso de la producción cerealista, como consecuencia, sobre todo, de la sequía, un descenso que, al menos, se ha visto mitigado por el buen precio de los cereales.En definitiva, que una buena cosecha hubiese amortiguado la caída del Producto Interior Bruto, actualmente en el 1,5 por ciento,  y, de paso, hubiese arrastrado un poco al sector servicios, porque ya se sabe que el dinero del campo siempre mueve parte de la economía. En cambio, el resultado ha sido que la ausencia de lluvias ha reducido la cosecha y ésta ha disminuido la producción agrícola y, de paso, ha provocado una mayor caída del PIB. Este análisis tan simplista como real nos induce a preguntarnos si buena parte de nuestros problemas macroeconómicos se pueden llegar a solucionar con rogativas, aunque como dijo aquell cura un tanto ateo: "Hijo míos, no está de llover pero si queréis sacamos al santo". De todas formas, llegados a este punto de recesión, ya todo vale.