Cosas de niños, cosas de jóvenes, cosas de hombres, cosas de abuelos

Los últimos días nos hemos despachado con las declaraciones de Tomás Gómez, Senador del Partido Socialista y diputado autonómico en la Asamblea de Madrid utilizando un lenguaje lleno de tópicos, trasnochado y frentista aludiendo a los abuelos de los diputados del Partido Popular: "Sus abuelos robaron la infancia a los españoles y ustedes le quieren robar la pensión".  Lamentable, agresivo y sin justificación. Pero inadmisible también  la opinión de algunos de que fue   "dentro del debate parlamentario "  y de él mismo al no querer retirarlo del diario de sesiones . Supongo que algo  me iguala con el Sr. Gómez: que no he podido elegir a mis abuelos , pero supongo que como él les he guardado respeto y cariño. Siguiendo la estela del expresidente de España, Sr. Zapatero,  mentar a los abuelos   forma parte del  poderoso argumentario socialista  "para salir de la crisis".

Crispar en una cámara parlamentaria, acordándose de la familia del resto, volver a argumentarios de enfrentamiento entre españoles, y justificarlo  como normal, forma parte de ese consentimiento mal entendido de  violencias que observamos a diario y que por no enfrentarnos a ellas, por no buscar la educación , el respeto al otro y la corrección social y ciudadana hacemos que se arraiguen y se conviertan en un comportamiento social y personal a veces tristemente permitido si no en algunos casos con dramáticas consecuencias.

Empecemos por los colegios, donde los padres creemos (yo la primera) que nuestros hijos son los buenos. Que si hay un problema entre compañeros no será el mío y si es, claro , algo le habrán hecho. Tristemente podemos ver datos en las aulas de acoso, de falta de respeto a profesores, de violencia y  que seguramente, en algún momento, empezaron con la famosa frase de "no hay que exagerar son cosas de niños". Aunque sean niños, precisamente porque todavía lo son, debemos educarles en la igualdad, en el respeto al otro y a lo que piensa, en la no violencia y en la corrección del leguaje y de comportamiento. (La violencia también es verbal).

También estas ultimas semanas hemos asistido a un hecho lamentable de un grupo de jóvenes (menores) en Extremadura que han entrado en un Colegio de los Salesianos con actitud, leguaje y comportamiento violento, incluso hacia alumnos de 7 años y citando máximas  también de guerra civil. La democracia se resiente cuando personas de esta edad no son capaces de respetar a quien piensa diferente. ¿Cómo jóvenes nacidos y educados en la democracia pueden enfrentarse como quien no tuvo las libertades y derechos que ellos han disfrutado desde siempre? ¿Será que sus padres les han educado en el enfrentamiento?. No se pueden consentir, ni banalizar estos hechos.

Y por ultimo, no puedo por menos de hacer referencia a la violencia contra las mujeres. Esa que empieza lamentablemente con una frase de quien será probablemente una vícitima. "Se que no está bien, pero son cosas de hombres". Tolerar algunos comportamientos  violentos  asociados cultural e históricamente como  masculinos y asumirlos como normales  hacen que el desenlace sea en algunas ocasiones dramático. Ninguna forma de violencia, por mínima que nos parezca, ni verbal, ni en estos momentos la que aparece a través de las redes sociales ni de ninguna clase es tolerable  y no debemos justificarla de ninguna manera. 
Solo la educación en libertad, en democracia, con respeto al otro y  a las normas de convivencia que nos hemos dado  hará que avancemos como sociedad. TOLERANCIA CERO FRENTE A LA VIOLENCIA.


Ángeles Armisén. Senadora del Grupo Popular