Otro "viernes negro" de los empleados públicos contra la "política terrorista del Gobierno con el sector"

Un viernes más, los empleados públios han protagonizado diferentes concentraciones en las capitales de la Comunidad para protestar por los recortes que el Gobierno está aplicando al sector público. En el caso de Zamora, la concentración contó, además, con la presencia de agentes de la policía y de la Guardia Civil.

En Valladolid, cerca de 400 personas han secundado este viernes la convocatoria lanzada desde los sindicatos UGT, CC.OO. y CSI-F y se han concentrado ante el edificio de Uso Múltiple  para protestar contra la política "terrorista" del Gobierno por el "terror" que causa en los ciudadanos.

Así lo ha trasladado el secretario de Negociación Colectiva de la Federación de Servicios a los Ciudadanos de CC.OO, José Alberto Sáez Nalda, quien ha explicado que los sindicatos no se van de vacaciones, al contrario de lo que ha hecho el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a quien han culpado de la retirada de los 400 euros "a quienes no tienen otra cosa".

Tras advertir de que seguirán saliendo a la calle todos los viernes mientras el Gobierno "siga manteniendo su política terrorista" --"si sus medidas provocan terror el calificativo es correcto"-- y "haga caso al clamor" de los trabajadores, Sáez Nalda ha calificado de "absolutamente nefasta" la posibilidad de realizar ERE en administraciones y entes públicos, informa Ep.

A su juicio, esta medida sitúa a los trabajadores públicos por debajo del resto ya que en la Administración, matizó, los ERE se resuelven sólo con despidos porque no caben otras medidas, a lo que añadió que la decisión es "un ataque claro" al "desmantelamiento" de los servicios públicos por parte de un Gobierno "vendepatrias".

Entre pitos y gritos como "Al Banco de España, caña, caña, caña y al Banco Central, igual, igual, igual"; "La próxima parada que sea Andrea Fabra"; "Ya queremos ver a Rajoy y Rosell en la cola del INEM"; "La corrupción se paga con prisión"; "No falta dinero, sobran ladrones" o "El próximo parado, que sea un diputado", los manifestantes, muchos de ellos vestidos de negro y a quienes se han sumado miembros del colectivo 15-M, se han acercado poco a poco hasta la zona de la concentración.

Será precisamente frente al edificio de Uso Múltiple, fuertemente custodiado por la Policía, donde los tres sindicatos convocarán concentraciones de manera ininterrumpida todos los viernes a las 11.00 horas tras la petición formalizada ya ante las autoridades y para evitar, según han explicado, que ocurran hechos como los del pasado mes de julio, cuando dos funcionarios que tomaban parte en la concentración y que se encontraban en la calzada fueron atropellados por un vehículo.

"El recurso al pataleo no nos lo van a quitar", han advertido tras la lectura del manifiesto, en el que los tres sindicatos han criticado que "al enorme recorte presupuestario" ejecutado por el Gobierno a través de los Presupuestos Generales del Estado haya que sumar las leyes de estabilidad presupuestaria, "ordenadas desde la UE", que pueden llegar a obligar al cierre de empresas y organismos públicos.

Al respecto, estos sindicato han precisado que este hecho supone "un brusco cambio de rumbo" en la conformación del Estado del Bienestar y de la Constitución ya que hasta ahora la principal misión del Sector Público Estatal "era la prestación de servicio a la ciudadanía, velando por la igualdad y la cohesión territorial en la sociedad española".

Tras señalar que ahora sólo se exige al sector Público "que sea rentable económicamente", los tres sindicatos han defendido, en el comunicado, la necesidad de que la ciudadanía "sea consciente del saqueo al Estado del Bienestar y a los derechos ciudadanos que suponen estas privatizaciones y externalizaciones".

A su juicio, el sector Público se encuentra en una "frágil situación" ya que, a la "precariedad" en el empleo y las "reiteradas" bajadas de las retribuciones con la consiguiente pérdida de poder adquisitivo de los empleados públicos, "se unen medidas impuestas por el Gobierno autonómico, como la subida de la jornada en el conjunto del sector, que busca aligerar plantillas a la par que precarizar aun más el empleo fijo".