Diferencias entre políticos
miércoles 01 de agosto de 2012, 23:37h
Rajoy es un gran hombre, honesto, serio y patriota. Su objetivo, sacar a España de la ruina en la que estamos inmersos, heredada hace tan solo siete meses, después de un Gobierno Socialista que, tras siete años en Moncloa, adelantó las elecciones generales ante la incapacidad de afrontar políticas que sacaran a nuestra nación de una crisis que durante años negaron. Por ejemplo, la gran deuda, el déficit, despilfarro, 16.000 millones de euros a los Aytos. con el PlanE, 15.000 millones en deuda sanitaria y compra de trenes que no pueden circular vía Feve.
Pero lo más intolerable de todo es la negación de lo evidente con frases para olvidar. Quién no recuerda a Zapatero tachando de anti patriotas a los que le recordaban que teníamos una crisis y no lo quería reconocer, o aquella reunión con empresarios diciendo que la banca española no necesitaba ayuda porque era la 'Champions League' y la envidia de Europa. Hoy necesitan un rescate de casi 50.000 millones de euros, eso era la Champions.
La ex vicepresidenta Salgado pasará a la historia por los "brotes verdes" y, por tanto, por el buen camino del crecimiento a partir del 2011, sin olvidar la frase del por qué y quién gestionaba este País. "El dinero público no es de nadie", Carmen Calvo, exministra de Cultura. Le faltó añadir "por eso lo gastamos en lo que nos da la gana".
Es una lástima que no estuviera vigente la Ley de Transparencia anunciada el viernes por el Consejo de Ministros, y que llevará a los tribunales a los pésimos y mentirosos gestores de las Administraciones Públicas, por falsear cuentas o malgastar será inhabilitado o privado de libertad. Si estuviera vigente, el ex Presidente y la ex Vicepresidenta del anterior Gobierno estarían en el banquillo por engañarnos, mentirnos y empobrecernos a todos los españoles. Eso es delito.
Hoy tenemos un Gobierno presidido por Rajoy, con unos objetivos prioritarios: frenar el déficit y crear empleo a través de las reformas que nos saquen de este precipicio, reformas difíciles de tomar y de explicar, pero sobre todo de aceptar, por todos o casi todos. No hay alternativa, sí o sí, no hay tiempo ni dinero. Rajoy sabe la impopularidad que esto conlleva para él y su partido, pero lo que le importa a este presidente son las personas, no los votos, y esa es la diferencia entre unos políticos y otros. Lo definió muy bien Winston Churchill, el político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones.
Lo fácil para este Gobierno hubiera sido hablar de brotes verdes y luz al final del túnel. Lo difícil y lo que se esperamos de Rajoy es que corrija todos los parámetros negativos y trate de hacer lo que crea que nos lleva a flote sabiendo que nos costará sangre, sudor y lágrimas.
España es una Gran Nación con mujeres y hombres anónimos e ilustres, generosos y capaces en todas las épocas de escribir páginas brillantes de nuestra historia, y lo volveremos a hacer.
Rajoy desde el conocimiento de la gestión, por su trayectoria municipal, provincial, autonómica y ministerial en el Gobierno de Aznar, sabe lo que tiene que hacer.
Son tiempos duros y difíciles que exigen medidas drásticas. Hoy más que nunca la frase de Unamuno nos anima, "no darse por vencido ni aun vencido, no darse por esclavo ni aun esclavo".
Los españoles queremos, podemos y debemos remontar estos tiempos, es nuestro futuro y el de las siguientes generaciones.
Celinda Sanchez. Diputada del PP por Palencia.