Mateos ofrece a los rectores entrar en rankings internacionales para convertir las universidades en "seña de identidad"

El consejero de Educación, Juan José Mateos, ha propuesto este viernes a los rectores de las cuatro universidades públicas de la Comunidad trabajar para entrar en rankings internacionales y, de este modo, convertir las universidades en "seña de identidad" en una sociedad que se rige por esos parámetros.

Así se lo ha trasladado en el marco del encuentro organizado por Edigrupmedia en el que, ante más de medio centenar de representantes de distintos ámbitos de Valladolid y Castilla y León, ha ofrecido la posibilidad de entrar en los ranking existentes aunque, ha recordado, habría que elegir cuál.

"Creo que se debería de trabajar para ello", ha recalcado antes de apelar al esfuerzo de todos para conseguirlo y de valorar su idoneidad en el escenario de una sociedad que "se mueve por señas de identidad", punto en el que ha recordado el caso del Informe PISA y ha vinculado la entrada en baremos internacionales con el reto de la "excelencia".

De manera previa y antes de que el consejero clausurara el acto, el rector de la Universidad de Salamanca (USAL), Daniel Hernández Ruipérez, contestaba a la pregunta de un asistente sobre este mismo tema reconociendo que, pese a la "alta calidad" del sistema español, demostrada por la demanda internacional de sus titulados, el de la ausencia en algún ranking es fruto de la falta de financiación --"¿por qué ningún equipo de Salamanca juega la Champions?", ha comparado--, informa ep.

El modelo de financiación del sistema universitario, según ha reiterado el consejero, se estudiará cuando el mapa de titulaciones esté encaminado y tendrá que abordar el modo de incentivar objetivos y resultados y lograr que estas instituciones "sufraguen sus metas y sean ambiciosas", a lo que ha añadido el carácter coyuntural de medidas como la subida de tasas --"le tengo que creer", ha señalado en referencia al ministro del ramo, José Ignacio Wert--.

Contra la subida

El rector de la Universidad de Valladolid, Marcos Sacristán, ha advertido del "peligro" de esta medida para los gastos sociales y se ha mostrado "satisfecho" con las declaraciones del ministro a propósito de su "excepcionalidad" mientras que el de León, José Ángel Hermida, ha calificado la decisión de "craso error" y ha advertido del "sufrimiento" que conllevará para los másteres, extremo compartido por Hernández Ruipérez, quien no ha olvidado el "muy delicado" efecto social en que se traducirá y se ha referido a daños "colaterales" como la internacionalización.

Murillo ha sumado, en este sentido, su apuesta por conocer el coste real de las titulaciones ya que permitirá, en función de los precios, que los alumnos elijan y, en este mismo sentido, Sacristán ha considerado que saber el precio real de las enseñanzas servirá de "estímulo" para los estudiantes mientras que el rector de la USAL ha advertido de la "controversia" que generará por la elección de los gastos imputables.

"Yo no hablo de costes, hablo de inversión", ha aseverado Hermida antes de reconocer la importancia de las medidas economicistas pero abogar, frente a ellas, por abordar el gasto en las estructuras actuales e invertir en aquello que genere riqueza.

En el ámbito de la financiación, Hernández Ruipérez no ha descartado la necesidad de tener que buscar mecanismos de financiación "complementarios" --"una buena ley de Mecenazgo nos ayudaría notablemente"-- mientras que Sacristán, quien compartía esta apuesta, ha defendido el sistema de financiación público frente al privado que, en países como Estados Unidos, dan problemas como la pérdida de contenido de la investigación básica o la existencia de una nueva "burbuja" derivada de la imposibilidad de devolver los préstamos obtenidos para el pago de los estudios.

El cambio de modelo debe de hacerse con "muchísimo cuidado", según Sacristán, mientras que Hermida ha invitado a los asistentes a comparar los 320 millones que la Junta destina este año al mundo universitario a través de los contrato-programa con el presupuesto del Real Madrid o las partidas estimadas para el rescate de algunas entidades financieras.

El consejero ha trasladado también el compromiso de la Consejería de "ayudar a la más joven" de las universidades, la de Burgos, algo que su departamento hará para que "adquiera mayores fortalezas" tras la demanda realizada por Murillo, quien minutos antes le había solicitado la titulación de Farmacia para su universidad como medio para "potenciar" el campo en el que destaca.

Mapa de titulaciones

Una de las "fronteras" a romper en el marco del sistema universitario, según el consejero, es la de las titulaciones, una cuestión "muy importante" que la Junta y las universidades harán "bien" y que se estudia ya en el marco de una comisión que fijará los criterios para, a continuación, decidir sobre la redistribución y llevar el texto a las Cortes, donde se hará una nueva "reflexión".

"Debemos acertar pero no es fácil porque existen muchos intereses que son legítimos", ha reconocido antes de referirse a la necesidad de hacer titulaciones "mejores y más potentes", que tengan más alumnos y que respondan a las necesidades de la sociedad castellanoleonesa y española, además de contar con equipos que aborden el problema de la investigación y la transferencia.

Marcos Sacristán, quien se ha mostrado partidario de "racionalizar" el mapa universitario, ha adelantado que, en ocho días, se reunirán los rectores de la CRUSOE (Conferencia de Rectores de las Universidades del Suroeste Europeo) y la CRUNO (Conferencia de Rectores de las Universidades del Noroeste) con el fin de, conjuntamente, ser "más competitivos" y poder operar en "grandes categorías".

Alfonso Murillo, por su parte, ha ahondado en la necesidad de superar "ciertos desequilibrios" entre las universidades de la Comunidad en materia de titulaciones y de reparto presupuestario y ha recalcado que la especialización de cada una de ellas conllevaría la desaparición de las titulaciones vinculadas a ese área en las demás. "Lo contrario es una falacia".

La relación entre las empresas y las universidades, con efectos también en las titulaciones, ha llevado al rector de Valladolid hacer un llamamiento a la colaboración conjunta y a un "mayor dinamismo" por las dos partes para evitar "desencuentros" y a solicitar al sector empresarial que elabore un catálogo de necesidades para aprovechar las posibilidades de investigación. "Les aseguro que les daremos respuesta".

Los "puntos débiles"

Hernández Ruipérez, quien ha defendido con cifras la bondad del sistema universitario regional y español y ha trasladado una visión "optimista" compartida por Sacristán --todos ellos han coincidido en que las universidades no contribuyen al déficit autonómico--, ha apuntado a la estructura interna de los centros y departamentos como aspecto "mejorable" de la USAL mientras que para Hermida es, en el caso de la ULE, la búsqueda de un modelo de negocio que genere más ingresos.

Para Sacristán, la UVA debería de mejorar sus problemas de estructura y agilización en la prestación de servicios mientras que la UBU, según Murillo, precisaría de más titulaciones de cinco años --ahora todas son de cuatro--; no obstante, minutos antes había criticado el incremento "excesivo" de la gestión y la burocracia e incluso se refirió a un "exceso de democracia" --"tomar una decisión en una universidad pública es un acto de valentía"-- en referencia a los distintos órganos por los que han de pasar las decisiones a tomar.

Hermida ha coincido con Murillo en la necesidad de definir el modelo que se quiere --el rector de Burgos había apelado a un acuerdo político-- pero, además, ha considerado un "problema tremendo" la excesiva presencia de las universidades en los medios de comunicación "por cosas que no son buenas".