El Rey soporta de pie toda la celebración del día de las Fuerzas Armadas

Era la primera salida oficial del Rey tras el accidente de Bostuana y la polémica posterior y había mucha expectación por conocer su estado físico y la reacción de los ciudadanos y, en ambos casos, la prueba ha sido superada con nota. Don Juan Carlos, acompañado por la Reina y los Príncipes de Asturias, ha llegado a la plaza Mayor minutos antes de las 12.00 horas y, si bien ha descendido del coche oficial sin poder disimular su cojera, ha presidido el acto  que se prolongó durante más de cuarenta minutos, de pie. Ello le ha granjeado no pocos aplausos de las más de 3.000 personas congregadas en la céntrica plaza vallisoletana, algunos de los cuales han aguardado durante horas para contemplar, in situ, la austera celebración del Día de las Fuerzas Armadas, que este año no ha contado con el tradicional desfile y que se ha circunscrito a sendos homenajes a la bandera y a los caídos.

La mayor expectación la ha provocado el descenso, desde 1.200 metros de altura, de dos integrantes de la Patrulla Acrobática de Paracaidismo del Ejército del Aire, uno de los cuales ha aterrizado entre el asombro popular, con una bandera de cuarenta metros de diámetro. Y, de la expectación, a la emoción, protagonizada por los familiares de los catorce militares muertos en acto de servicio en el último año, mientras la plaza cantaba 'La muerte no es el final' y sonaban los acordes del toque de silencio, tras lo que la Patrulla Águila dibujo sobre el cielo de Valladolid los colores de la enseña nacional.

Uno de los momentos más aplaudidos ha sido la llegada a la misma de una escolta a caballo de la Guardia Real, dentro de los actos de homenaje a la Constitución de 1812, conocida popularmente como 'la Pepa'. Al término de la celebración oficial, las autoridades y un amplio grupo de invitados se han trasladado en los autobuses municipales habilitados al efecto hasta el Palacio Real por un recorrido en el que se había congregado numeroso público.

No era menor el número de personas que se ha concentrado en la plaza de San Pablo, junto al edificio de la antigua Capitanía para vitorear la llegada de los miembros de la Familia Real y que han esperado la salida, pocos minutos después, de los Reyes, que han empendido viaje a Madrid y, casi una hora después, de los Príncipes de Asturias.