"Vieron un diseño precioso que les iba a permitir mantener sus posaderas"

El presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, ha mostrado su deseo de reunirse con responsables de los bancos en los que están integradas las seis cajas de Castilla y León, una ronda de contactos que podría comenzar la próxima semana, según sus propias palabras.

Con estos encuentros, Herrera se quiere asegurar que las nuevas entidades financieras, que tienen algunas de sus raíces, "aunque difuminadas  en Castilla y León, mantengan su compromiso con esta tierra y decirles que "aquí hay una Comunidad que necesita su crédito, que somos eficaces y formales".

Una petición que llega después de ver cómo ha desaparecido cualquier atisbo de contar con un sistema financiero regional, una situación con la que Herrera se muestra dolido, aunque dice que "no se puede uno quedar en la nostalgia de lo que pudo haber sido y no fue". Sin embargo, el presidente de la Junta cada vez se sincera más y ya no oculta que son los antiguos directivos de esas cajas,  que han sido literalmente absorbidos por grandes grupos, los que "tienen que dar respuestas, los que tenían que haber calculado el alcance de sus decisiones", en alusión, sobre todo a la decisión de Caja Segovia y Caja Ávila de irse con Caja Madrid. Es más, Herrera ha reprochado a sus directivos -dirigentes del PP- que "vieron un diseño precioso, con unos dividendos, que les iban a permitir mantener, se supone que sus posaderas y, además, la obra social". Sin embargo, ahora la realidad es bien distinta y nada de eso existe

El jefe del Ejecutivo regional ha mostrado su "profunda tristeza" porque no saliese adelante el proyecto regional de un gran grupo financiero, si bien ha señalado que lo único que le tranquiliza es que esas decisiones se tomaron en contra de un proyecto consensuado por los agentes políticos y sociales de la Comunidad.