Jersey o chaqué

Una vez más, un teléfono móvil sonó en el momento más inoportuno: en mitad de un acto. Se presentaba en la librería vallisoletana "El árbol de las letras" la obra "Breve historia de los neandertales", editada por Nowtilus, cuando el aparatito que llevaba en el bolsillo izquierdo del pantalón uno de los asistentes empezó a dar guerra. En esos instantes, mientras el autor, el paleolitista Fernando Díez Martín, y una treintena de personas escuchaban atentos al presentador de la obra ofrecer su opinión sobre esa especie de tan trágico final, comenzó el soniquete.
 
¿Qué hacer en un caso así? ¿Se atiende la llamada? Alguna importancia tenía aquel "tirirí, tirirí, tirirí" para el dueño del artilugio porque, después de mirar la pantalla, discretamente lo situó junto a su oreja, habló bajito para no incordiar, abrió la puerta de la librería sin hacer ruido y salió para responder fuera del recinto, en la calle. Ese fue el momento que aprovechó para introducirse en la librería sin molestar un tipo despistado que debió resultar familiar a una de las espectadoras porque, según le vio colarse, dejó de prestar atención al presentador para dedicar una sonrisa al recién llegado y, también, a modo de saludo inusual, sacarle la lengua. Seguramente se conocían de algo...A saber de qué.

La escena no pareció importunar a quien hablaba, más que nada, porque no tenía ángulo de visión para observar la escena de la puerta ni tampoco para ver cómo se saludaban la sapiens y el neandertal tardón, y porque, además, estaba absorto explayándose en plantear hipótesis sobre diferentes especies de homínidos e investigaciones que se abordan en ese ámbito de la prehistoria. A eso hay que sumar que estaba pasando mucho calor dentro de un jersey oscuro de lana, razón más que suficiente para despreocuparse del tráfago del entorno mientras hablaba del libro.

Hoy jueves, ese presentador, Germán Delibes, según recogió un despacho de la agencia EFE, volverá a hablar sobre prehistoria, pero en circunstancias algo diferentes puesto que tanto el contenido como el escenario cambiarán un poco. A las ocho de la tarde pasará a formar parte de la Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción, una institución creada en 1779; y leerá un discurso titulado "El pan y la sal. La vida campesina en el valle medio del Duero hace cinco mil años", al que contestará Eloisa Wattenberg.

El catedrático de Prehistoria de la Universidad de Valladolid no llevará puesto un jersey, ni tampoco la ropa de faena de muchas tardes, cuando tras acabar las clases echaba una mano en las excavaciones de sus alumnos, lejos de aquí. Por razones de protocolo, el sabio simpático que está considerado como uno de los grandes especialistas en un ámbito que abarca desde el Paleolítico a la Edad del Hierro, y muy particularmente en el Neolítico o el Megalitismo (y en Manfred Mann), tendrá que olvidarse de aquella prenda y recurrir al chaqué. El pan y la sal, por lo que se ve, comienzan a concedérselos.

Antonio Álamo. Periodista.