De cambios, peleas y rebeliones

Los lemas electorales han concentrado el mensaje de los partidos políticos estos días, pero siempre esconden algo, más allá de las pretendidas intenciones de los gurús de la propaganda electoral. Por ejemplo, el PP nos ha bombardeado con su "Súmate al cambio". ¿Pero qué cambio? No será el de algunas de esas caras a las que incluso hemos visto ir perdiendo el pelo o pintar canas en las banderolas y carteles que han 'adornado' nuestras ciudades en las sucesivas convocatorias electorales de las últimas décadas. Ya nos dirán si el número uno en las listas al Congreso por Valladolid, Miguel Ángel Cortés, supone cambio alguno. Veintintantos años lleva en este chollo, que diría Mariano Rajoy. ¿O qué cambio es la vuelta a las listas al Senado por el PP de Santiago López Valdivielso? Menudo cambio el que veremos en las bancadas populares por Castilla y León.  Otro "cambio" es el de Jesús Posada por Soria, de quien hemos perdido la cuenta de su longevidad política. Y tantos otros, como Juan Carlos Aparicio por Burgos o Gonzalo Robles por Salamanca. Ya podría haberse repartido entre todos ellos algo más de cambios para creer un poco más en esto. Pero los aparatos de los partidos son endogámicos y siempre todo sigue su curso cansino.

El lema del PSOE es sorprendente por impreciso. De los menos acertados que han hecho desde 1977. "Pelea por lo que quieres". ¿Qué es lo que quiere la gente? ¿Qué se vayan? ¿Trabajo? Pues, en estos último, no son los más adecuados ni están en la mejor posición para creerles. Además el verbo "pelear" encierra mucha agresividad. En el PSOE  no quieren aceptar que el PP ya no da miedo por mucho que nos azucen con el viejo doberman. Aparte de que Soraya Rodríguez, Mario Bedera,  Muñoz y compañía no tienen pinta de peleones ni los hemos visto en esta campaña con los guantes enfundados. Más bien alguno no ha podido evitar un rictus de derrota. Su lema de campaña no parece haber movilizado la pelea por el cambiazo del cambio que anuncian las encuestas. Y  todo el mundo va a ir a votar, en eso sí acierta el lema socialista, por lo que quiere, con pelea o sin pelea,

Izquierda Unida también ha apostado por un lema agresivo: "Rebélate", un concepto que ya acuñó hace mucho Julio Anguita que siempre hablaba de que los ciudadanos debían coger el camino de la rebelión. En algunos momentos van más allá, se hacen más explicativos, y dicen: "Tú eliges", y añaden por ejemplo, "democracia o mercados". El dilema no está mal, porque la cosa es de máxima actualidad, pero es que los mercados van por libre diga lo que diga IU y podemos apostar lo que no tenemos a que no habrá quien pueda con ellos. O sea, el ciudadano elegirá, pero a ver qué eligen los mercados.

UPyD sabe que tiene que luchar contra la inercia de aquello de que votarles de poco servirá. Y saben que eso retendrá a muchos a votarles. Por eso argumentan que "Cada voto vale. Tú decides". Es un problema para el partido de Rosa Díez, pero ella, además de los pocos diputados que les dan las encuestas, quiere seguir sumando votos, uno de los análisis que se harán la misma noche electoral. Quieren algún día romper el bipartidismo, y por eso se entregan a la lucha titánica de pedir voto a voto. Pero está claro que para llegar a la meta, primero hay que hacer la travesía. Ya veremos cuántos deciden votarles. Los cajeros que se habían diseñado retiros millonarios seguro que no.