Candidatos, ¿qué han hecho para merecerlo?

No podemos dedicar sólo un espacio al tema de las listas. Se espera de nosotros que profundicemos un poco más. Es un vicio del periodismo ocuparnos más de quiénes serán los nuevos diputados, de los que saldrá el próximo Gobierno, que del programa que éste deberá utilizar.

Nos preguntamos qué hay que hacer para entrar en las listas: ser jubilado, amigo y asesor del jefe, burócrata del partido, babosón, jeta, deportista, no tener oficio ni beneficio, íntegro... Vamos a analizar algunas de las listas del PP. Nos parecen sorprendentes.

Zamora y Segovia siempre han sido plazas destinadas para cuneros, sobre todo Zamora, donde ya en 1982 se presentó el padre de Alberto Ruiz Gallardón. Ahora le toca el turno al hijo del ex presidente Calvo Sotelo, que desplaza al otrora cunero Gustavo Arístegui (dicen que ni pagaba las cuotas del partido). El hijo del ex presidente fue subsecretario de Fomento con Aznar. En Ávila, con la cantidad de abulenses notorios que hay, cuelan al presidente de Nuevas Generaciones de Madrid, Pablo Casado.

Dicen que, no sólo en Castilla y León, abundan en las listas políticos que no supieron previamente ganarse la vida, que no han cotizado nunca a la Seguridad Social. Políticos que han hecho de esto una profesión. Repasen.

Cuentan que en la elaboración ha habido navajazos en muchas sedes. Que en León la presidenta Isabel Carrasco cedió porque Génova así lo decidió; que Juan Morano debería dedicarse a pasear y tomar sopitas, pero va al Senado (toda la vida viviendo de lo mismo), que el delegado de la Junta, Eduardo Fernández, por fin va a hacer algo para lo que sirve, "seguir siendo la voz de su amo", sin rechistar. Y Arancha Míguelez, ¿qué ha hecho para vivir de la política, aparte de ser íntima de la Carrasco, o esa ignota Silvia Franco, que ya ha demostrado su incapacidad administrativa ?

Y si miramos en Palencia: ¿tan imprescindible es la nuera de Fefé, Celinda Sánchez? ¿Era necesario que al Senado fuesen dos mujeres?  Marta Domínguez fue un capricho de Rajoy, pero la "descarada y arribista" Ángeles Armisén, ¿de quién es el capricho? Digamos lo que digamos,  ¿no es más merecedor del escaño el ex presidente de la Diputación, Enrique Martín, que se ha pateado y lustrado la provincia?

No damos por terminado el tema porque es como para mear y no echar ni gota. Seguiremos.