El discreto encanto de la Diputación de Palencia

No sabemos quiénes son los guionistas del nuevo capítulo de la serie ‘los candidatos a la Diputación de Palencia’ que, como ya adelantamos, lleva camino de convertirse en la lista de los reyes godos. De pronto, ha aparecido Carlos Fernández Carriedo, presidente del PP provincial, en el nuevo teatro de operaciones. La ocurrencia es patrimonio de 'El Diario Palentino', sin duda inspirada por los adláteres de Carriedo en el partido, que lo argumentan en la idea de los populares de que la mayoría de los dirigentes provinciales ocupen las Diputaciones. En este caso, sin embargo, estaría muy mal visto que quien se ha negado a encabezar la lista municipal porque iba directamente a la oposición, diga que sí a la Diputación que, por ahora, es fácil de conseguir. Añadiendo el agravante que Fernández Carriedo desde hace años cambió su residencia a Valladolid, donde ya ha colocado a su esposa, y vive felizmente. Donde no han tenido que ver nada los guionistas del serial ha sido en la ‘patochada’ que se ha producido en la Delegacion territorial de la Junta, de la que es titular José María Hernández, otro de los aspirantes a presidir la Diputación. Propenso siempre a rendir pleitesía a la superioridad, Hernández permitió que la secretaría de la delegación remitiera una circular para que los funcionarios asistieran a un acto de la consejera de Administración Autonómica en Valladolid. A algunos les invitaba a dicho acto, a otros les ‘forzaba’, y si eran funcionarios que viven en Valladolid y trabajan en Palencia, les eximía de ir a fichar a la Delegación siempre que  asistiesen a “rellenar” el auditorio de las Cortes, lugar donde se celebraba tan importante evento. Sus detractores, dentro y fuera del partido, han resaltado que si en la Delegación práctica este “abuso de poder” que hará si llega a presidír la Diputación. Pero no se ha escrito todo sobre quién será el candidato a la Presidencia de la institución provincial. El cabeza de lista a la Alcaldía, Alfonso Polanco, está ‘a lo que diga el partido’. El aparato, que en teoría lo encarna Fernández Carriedo, no es neutral. A él y a sus asistentes (José Antonio Rubio y Ángeles Armisén) lo único que les une es su animadversión hacia el otro candidato y actual presidente de la Diputación, Enrique Martín, al que ven como autor de todos los males que les acontecen.