Desde el gallo de la Almudena: Óscar López no cuenta con la mejor compaña

Soy de los ultradefensores de las alternativas en todo, pero especialmente en la política. El Partido Popular lleva ya muchos años en el poder en Castilla y León y se nota. Va a ganar de calle, of course, pero vengo escribiendo día tras día que eso no les debe hacer levitar. Porque aquí lo importante no son sus poltronas, ni sus coches oficiales, ni siquiera su vanidad. No. Lo importante es el pueblo, sobre todo, el pueblo llano, el mismo que les paga sus sinecuras y prebendas. ¿Qué es lo que se piensa por Madrid de lo que ocurrirá en Castilla y León el próximo 22 de mayo? En realidad se habla poco. Quizá demasiado poco. Juan Vicente Herrera, que es un presidente autonómico listo y preparado, debería saber que o sales o no existes. No basta sólo con ganar al rescoldo de unas siglas; hace falta algo más, sobre todo, voluntad de vencer y decidida voluntad política para transmitir al pueblo que sólo se salvará él mismo. La victoria del Partido Popular en la vieja Castilla y en León se da por descontada. ¡Faltaría más! Preocupan más arrebatar Cantabria, Baleares, Andalucía, Aragón al PSOE que lo que ocurra en este predio. López Coincidí en un debate en VEO7 con Óscar López –es quizá el dirigente político que más ayuda directa o indirecta recibe de la multimedia de Jaume Roures, especialmente PÚBLICO, esa que sólo se puede explicar por el apoyo gubernamental de Zapatero- cuando esta cadena de televisa estaba en manos de un tipo decente como Melchor Miralles y no bajo la égida de ese pesetero, profesionalmente repugnante llamado Ernesto Sáenz de Buruaga. Me pareció un tipo razonable, con hambre de balón político, relativamente moderado, aunque escaso de experiencia. Pero ya me dirán que experiencia tenía José María Aznar cuando aterrizó a orillas del Pisuerga. Mi líder socialdemócrata favorito por esos lares siempre fue Jesús Quijano, tipo cabal, honrado e intelectualmente poderoso. Uno tras otro han ido cayendo en 'territorio comanche' que es al fin y a la postre Castilla y León para la izquierda. Ahora le toca el turno a López, el hombre de José Blanco. El chico de Ferraz. Por ahí veo yo el problema para sus intereses en esa decisiva cita del 22-M. Porque, seamos realistas, ¿quién va a votar hoy a un candidato amparado por Rodríguez Zapatero? He conocido a todos los primeros ministros desde la restauración democrática. Jamás conocí un primer ministro con la credibilidad tan mermada. Nadie cree hoy en el chico de León….Y su imagen va a arrastrar los intereses de sus conmilitones, llámense Fernández Vara, Barreda, Iglesias o el lucero del alba. Óscar López está en ese saco. La gravedad que supone hoy en España el ser un subordinado político de Zapatero es, sin duda, mucho más potente que las ayuditas que le llegan desde ese diario de Roures, que también dirige otro leonés y que nunca pensé pudiera ser tan sectario. Así las cosas, más de Herrera y luego el que venga…Que vendrá. Del PP, of course. Graciano Palomo. Periodista.