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El tintero: Castilla y León, un 2.0 a la izquierda

El tintero: Castilla y León, un 2.0 a la izquierda

Sin ánimo de parecer que barro para casa por eso de que estoy inmerso en un proyecto digital y abstrayéndome de los típicos tópicos de los teóricos, quisiera manifestar mi decepción ante la escasa apuesta por las nuevas tecnologías que hacen gran parte de las instituciones y políticos de Castilla y León. Son muy pocos los que se han dado cuenta de que internet no es que sea el futuro sino que es el presente, tal y como aseveró hace bien poco el ya ex presidente de la Academia de Cine, Álex de la Iglesia. Castilla y León, como en multitud de cuestiones de su breve historia va por detrás en todo lo relacionado con la red de redes. En internet hay varias velocidades, y no me refiero a las bandas anchas, 3Gs o fibras ópticas, si no al uso profesional y social con el que uno navega. El ritmo emprendido por Castilla y León, en este sentido, es similar al que supone la limitación de la velocidad máxima a 110 kilómetro por hora: representa un atraso y, lo que es peor, provoca somnolencia, aspecto este último que adormece todavía más a unos jóvenes que observan la política como algo distante y ajeno a sus vidas hartos de debates alejados de su día a día y necesidades reales. Como digo, son muy pocos los políticos y representantes castellanos y leoneses que han abierto los ojos a la transformación radical y profunda respecto al pasado inmediato ejercida por internet. Vamos, una revolución de manual por definición. Por todo ello afirmo que Castilla y León es un cero a la izquierda en todo lo relacionado con internet, es decir, la comunidad, como en muchas tantas otras cosas, pasa inadvertida a pesar de estar claramente presente. Es más, y con el objetivo de no quedarme demodé, creo conveniente afirmar que Castilla y León es un 2.0 a la izquierda por eso de su nula actividad ligada al fenómeno social basado en la interacción que se logra a partir de diferentes aplicaciones en la web: el 2.0 o lo que es lo mismo para que me entiendan los ajenos al fenómeno: Twitter, Facebook, LinkedIn, MySpace, YouTube y Flickr por citar a los más comerciales de un largo etcétera.  En los círculos sociales de mi vida en los que me muevo, que van desde gente octogenaria a quinceañeros que viven en un pueblo terracampino zamorano de poco más de 300 habitantes, de mis compañeros de universidad en Valladolid a familiares y amigos cincuentones, término que utilizo con todo el cariño, no como un alto cargo de la Junta que siendo él casi sesentón los denomina viejos. He observado muy gratamente como en todos esos extremos han encontrado en internet diferentes aspectos y aplicaciones para hacer más fácil y agradable su vida y su trabajo. Hablo de agricultores veteranos y jóvenes que se conectan por ejemplo a la web de ASAJA para enterarse de todo lo relacionado con el campo, hablo de tres amigos ‘enganchados’ a las redes sociales para contactar con amigos de  otros pueblos y poder hacer pandilla frente a la despoblación, hablo de mi círculo de íntimos que pedimos las pizzas desde el ordenador para acceder a ofertas, y hablo de ejecutivos que han decidido comprar un ipad en lugar de renovar la suscripción a su periódico de toda la vida.    La cuenta atrás de la campaña electoral para las elecciones locales y autonómicas ha arrancado. Óscar López Puro Cambio sí se ha subido al carro y ha activado el despertador de las redes sociales, pero me parece que por ahora con escaso éxito. Tiene menos de 1.000 amigos en el Facebook –cifra muy distante de políticos como Tomás Gómez con cerca de 6.000 seguidores- por lo que su mensaje de ayer en a través de Twitter en el que decía “Buenos días!! ¿Despertamos a la Junta? Feliz lunes” dudo mucho haya calado entre votantes potenciales. Me da que sólo ha llegado a los militantes. Un consejo, existen empresas especializadas capaces de lograr 5.000 seguidores en dos días… Por otro lado, Alfonso Fernández Mañueco, secretario general del PP de Castilla y León, tiene más de 2.000 amigos en Facebook, una cifra mayor fruto de una decidida apuesta por la red del PP de Castilla y León (por cierto, en el párrafo anterior he evitado la referencia a las siglas PSOE por eso de que por lo visto hasta ahora en la campaña de López tienen sibilina cabida). El esfuerzo de Mañueco no está mal, pero es mejorable. Eso sí, cabe destacar su uso continuado de videos y otras herramientas más atractivas para la juventud que los titulares y las fotos en los diarios más tradicionales de la Comunidad en las que están estancados otros muchos políticos. Quien tiene mérito, dada la representación institucional con la que cuenta, es Izquierda Unida. José María González tiene cerca de 700 seguidores en Facebook; todo un equipo de Segunda que en Internet se codea con los de Primera (hablando claro del equilibrio entre votos y  saber hacer en internet). Pongo estos tres políticos como ejemplo y no voy a aburrirles más con los numerosos ejemplos de fracaso que he encontrado, pero les propongo que busquen por ejemplo ‘Tus ideas cobran vida’, Juan Vicente Herrera, Junta de Castilla y León, UPyD, Cecale, presidentes de diputaciones y alcaldes de sus respectivas provincias, etc. Hagan el ejercicio y sabrán por qué digo que Castilla y León es un 2.0 a la izquierda. Prometo un próximo análisis pormenorizado de los políticos y representantes de Castilla y León. Les doy un pequeño margen de tiempo, así que pónganse las pilas porque le he pedido ayuda a mi amigo El Topillo. Álvaro Gago. Director de Diariocrítico Castilla y León.
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