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Brasil calificó de "inexplicable e inaceptable" el boicot por Estados Unidos y otros ocho países de la Conferencia "Durban II" de la ONU contra el racismo, que comenzó este lunes en Ginebra.
"La ausencia de algunos países es inexplicable e inaceptable", manifestó en su discurso el ministro brasileño de Promoción Racial e Igualdad, Edson Santos.
Estados Unidos, Canadá, Holanda, Alemania, Polonia, Australia, Nueva Zelandia, Italia e Israel decidieron no participar en el foro aduciendo que podía ser utilizado como tribuna contra este último país.
"Ausentarse del proceso negociador significa rendirse a la falta de diálogo. Es negar el cambio. Hay que aceptar el pluralismo, tolerar la diferencia y respetar la diversidad", recalcó Santos.
Sostuvo que en el proyecto de declaración final de la conferencia "ningún país es tratado de forma negativa", y añadió que el texto "revela una perspectiva histórica y un apego al sistema multilateral de Naciones Unidas".
"Brasil jamás estará ausente de los debates y compromisos en favor del combate contra el racismo", dijo Santos, recordando que su país "es la segunda nación negra del mundo", dado que "es negra la mitad de nuestra población" que supera los 190 millones de habitantes.
"Abandonar el proceso de Durban es desviarse del camino de los derechos humanos", puntualizó Santos, aludiendo a la reunión anterior celebrada en el 2001 en la ciudad sudafricana de Durban, de cuyos resultados se realizará una evaluación ahora en Ginebra para mejorar la lucha internacional contra el racismo.
Santos reiteró la defensa de los migrantes, un tema abordado en 6 de los 143 puntos del proyecto de declaración final e impulsado por los latinoameicanos, cuyo borrador fue adoptado la semana pasada en Ginebra.
Al respecto el documento recomienda "proteger los derechos humanos de todos los migrantes, independientemente de su situación en lo que se refiere a la migración", y "acoge con satisfacción la entrada en vigor de la Convención" en la materia, instrumento no ratificado por varios países occidentales, entre ellos los de la Unión Europea.
Santos no olvidó los derechos humanos de los pueblos indígenas, otro de los puntos reivindicados por América Latina en esta conferencia, subrayando que en su país cuenta con "180 pueblos indígenas".
El proyecto de declaración final de esta Conferencia pide a los países asumir la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas, que tiene efectos positivos para su protección y, en ese contexto, insta a los Estados a adoptar todas las medidas necesarias para hacer "efectivos" esos derechos "sin discriminación".
"El racismo es incompatible con la democracia", concluyó Santos.
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