Sesenta minutos ha durado el discurso de Rodríguez Zapatero ante el Comité Federal socialista, primero que se celebra desde los comicios en Galicia y en el País Vasco, en los que ha aprovechado para dar una respuesta contundente a la nueva estrategia perfilada por Mariano Rajoy y su equipo de acercarse a los nacionalistas vascos y catalanes para ‘tumbar’ parlamentariamente al Gobierno: “A la derecha, que ahora jalea esas dificultades parlamentarias” hay que decirle que “si tuvieran una visión de alcance, patriótica en el sentido más noble del término, y en el único para nosotros, en el del patriotismo democrático, integrador, se darían cuenta de que esto es lo más opuesto que hay a la soledad política en un país como el nuestro”.
La dificultad parlamentaria del gobierno viene, precisamente, por el hecho de pactar con el PP en el País Vasco el quitarle la Lehendakaritza al PNV. Los nacionalistas han respondido quitando el apoyo parlamentario al Gobierno de Madrid, y Rajoy, que pactó con el PSE en Euskadi para desalojar al nacionalismo del poder, quiere pactar ahora con el PNV en Madrid para hacer saltar –parlamentariamente hablando- al inquilino de la Moncloa. Y eso, en definitiva, es lo que Zapatero ha denunciado ante el Comité Federal socialista reunido este sábado en Madrid y en el que se ha aprobado la candidatura al Parlamento Europeo.
Apoyo sin fisuras al futuro gobierno vasco
No en vano, la formación del próximo gobierno vasco ha ocupado la parte inicial del discurso de Zapatero ante el Comité Federal: precisamente, porque su problemas parlamentarios provienen del desalojo del PNV de la Lehendakaritza. Pero es una decisión irreversible: “Apoyamos con voluntad resuelta a nuestros compañeros en su decisión de formar un gobierno en Euskadi, de cambio, leal a la Constitución, al Estatuto, e integrador de los vascos, a pesar de que ello pueda conllevar dificultades parlamentarias adicionales aquí”.
Para Zapatero, el que un socialista -Patxi López- sea lehendakari próximamente “es un acontecimiento cuya trascendencia desborda el éxito estratégico de un solo partido”. Y si la capacidad de Zapatero de llegar a acuerdos parlamentarios es hoy más difícil “es por pura coherencia con lo que siempre hemos defendido”; es decir, por consolidar la convivencia democrática, por extender el disfrute de la libertad y por “acabar cuanto antes con ETA”. “Nuestras dificultades parlamentarias no son siquiera sopesables con todo lo que acabo de mencionar”, advirtió Zapatero al Comité Federal.
Y en ese punto lanzó el primero de los mensajes de alcance a Rajoy: es de poco patriota el jalear ahora esas dificultades parlamentarias, ya que son precisamente los votos del PP vasco los que permitirán al socialista Patxi López sustituir a Ibarretxe al frente de la Lehendakaritza. Es una llamada a la responsabilidad de Estado.
También se refirió Zapatero a que el futuro Gobierno de Euskadi ha sido objeto de una amenaza de los terroristas, de la que dijo que “la condeno y la rechazo con la máxima contundencia”. “No nos intimidan. Nos alzamos frente a esa amenaza y frente a cualquier otra que pueda recibir un demócrata en el País Vasco. Y los terroristas saben que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad seguirán combatiendo la violencia hasta que veamos su final”, es la promesa que Zapatero le ha hecho a ETA.
Por otra parte, en la cruz de la moneda, la pérdida del gobierno de Galicia fue vista por Zapatero con un “los ciudadanos siempre tienen razón, nosotros no buscamos excusas”, aunque, según él, Pérez Touriño fue “un buen presidente para Galicia”. Ahora toca reconquistar Galicia desde la oposición, le ha dicho al Comité.
Contra el “fundamentalismo” económico de la derecha
La parte central de su discurso estuvo centrada en un ataque global a lo que ha llamado “fundamentalismo” económico de la derecha, y de algunos que juegan con esos presupuestos de neoliberalismo –¿se refería acaso al gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez?, la pregunta no tiene respuesta-.
Aparte de los aspectos ya consabidos de cómo ha afrontado el Gobierno socialista la crisis económica, Zapatero lanzó un mensaje muy claro para los “guardianes de la ortodoxia”: los socialistas están especialmente comprometidos con los ciudadanos que se encuentran en una situación más frágil y “lo vamos a seguir estando”. Así que la respuesta a las peticiones económicas de Mariano Rajoy es clara. No habrá cambio de política económica: “El déficit público lo vamos a resolver sin ninguna duda en el medio plazo, pero hay otros déficits que son irreparables”, como es el déficit social.
Zapatero repitió que “el Gobierno español ha sido uno de los más activos” en el combate contra la crisis: “Somos de los pocos países en el mundo que hemos movilizado más del 2 % del PIB” y muchas de las medidas adoptadas “están comenzando ahora a desplegar sus efectos”, y todo ello preservando la cohesión social y manteniendo la políticas sociales y la protección social. “Se han adoptado muchas medidas, pero ninguna de recorte de derechos sociales o de merma de protección o prestaciones sociales”. La derecha, según él, no hubiera hecho ni lo uno ni lo otro.
“Durante las últimas décadas la derecha ha practicado un monoteísmo económico, cuya única fe consistía en el fundamentalismo del mercado: la fe en que de la suma de todos los egoísmos individuales sale matemáticamente el bien común”, dijo Zapatero en una frase no muy bien entendida: iba dirigida a Rajoy y Aznar, sin duda, pero ¿también a Fernández Ordóñez? Frente a esa posición se encontrará el Gobierno socialista, que mantendrá el gasto social en sus actuales niveles, incrementándolo, incluso, si fuera necesario.
Y en ese sentido fue en el que justificó su remodelación de Gobierno, con el objetivo de “renovar energías e intensificar aún más los esfuerzos, acelerar la ejecución de las medidas para situarnos cuanto antes en la parrilla de salida”.
Fuertes para una Europa fuerte y solidaria
La última parte de su discurso al Comité Federal estuvo centrado en el modelo de Europa que los socialistas quieren; que se resume en una Europa más cohesionada y más solidaria. “Más Europa”, en definitiva, frente a la escasa idea europeísta del PP: “No es sorprendente que el PP haya puesto como candidato a un político que, junto con Rajoy, fue ministro del Gobierno que más nos alejó del corazón de Europa. ¿Os acordáis del desdén con el que hablaban de la ‘vieja Europa’?”. Un ataque en toda línea no sólo a Rajoy, sino tamibén a su candidato número uno a Europa, Jaime Mayor Oreja.
En definitiva, Zapatero vino a decir al Comité Federal que “si nosotros ganamos, gana la gente que quiere una Europa capaz de dar una respuesta del tamaño de los problemas a los que se enfrenta la Humanidad”.
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